OPINI脫N de Carola Ch谩vez, Venezuela.- Ese d铆a Patricia no pudo m谩s. La crisis humanitaria la estaba ahogando as铆 que, ahogada en llanto, tom贸 uno de sus smartphones y comenz贸 a grabar un video selfie para que “todo el mundo, a nivel mundial, se enterara de lo que el venezolano vive todos los d铆as”. Un video que Patricia lanz贸 como una botella al mar de Youtube… al menos eso se supone que debemos creer.

Llora a moco tendido Patricia porque su sueldo no alcanza aunque ella es “profesional”, porque en su casa no hay hambre, porque no puede ni comprar “tres laticas de comida”, llora por que el 煤nico que “medio puede comer” los tres pollos que su sueldo le permiten comprar, es su hijo de dos a帽os. Llora Patricia y su fam茅lica papada de tres capas se estremece con cada hipido.
Durante su lacrim贸gena narraci贸n nos cuenta sobre su t铆a que “reclam贸 por un horno mal arreglado y miren c贸mo la dejaron” -Entonces, la hambrienta obesa que nos acaba de decir que no tiene dinero para comprar comida, saca otro smartphone nos muestra una foto de una mujer tirada en un charco de sangre.
Llanto in crescendo, Patricia le clama al “mundo a nivel mundial”: “¿Hasta cu谩ndo seguir as铆? ¡Es hora de que nos ayuden!”. Ah铆 est谩 el meollo del asunto.
¡Oh sorpresa! Antena 3, canal de tele espa帽ol que dedica, con sa帽a, la mayor parte de sus tertulias y noticieros a Venezuela, descubre, entre millones de millones de videos que flotan en youtube, la botella que Patricia acababa de lanzar.
Al rescate acuden el matutino Espejo P煤blico, con sus invitados de lujo: el pap谩 de Leopoldo L贸pez y Albert Rivera, del neo Partido Popular llamado Ciudadanos. Las l谩grimas que ruedan por los enorme cachetes hambrientos de Patricia conmueven al pap谩 de Leopoldo que a su vez puja una lagrimita que se niega a salir de sus 谩ridos ojos. Albert Rivera, a modo de fingido consuelo, posa su mano sobre el muslo de su c贸mplice, intentando poner su granito de arena en tan dram谩tico momento. Nace una estrella, fugaz.
Ese mismo d铆a, en medio de su tragedia humanitaria, Patricia cambia de nombre en su perfil de Facebook y crea un p谩gina de fans donde se identifica como “figura p煤blica”. Patricia logra solo 236 admiradores y un mont贸n de dudas que Patricia se encarga de oscurecer cuando la intenta aclararlas. La estrella como que no lo fue tanto.
Patricia, intuyo, puede ser comienzo de una oleada de video selfies sobre “crisis humanitaria venezolana” que inundar谩 a la medi谩tica internacional. Una especie de continuaci贸n de aquellos micro dramas como “Me ir铆a demasiado”, ahora m谩s 铆ntimos, m谩s amateur, m谩s cercanos a la clase media “del mundo a nivel mundial”, que es capaz de conmoverse con la hambruna de una gorda all谩 en Venezuela, mientras ignora verdaderas crisis humanitarias que se desarrollan tr谩gicamente en sus narices. Crisis que, por cierto, son el producto de guerras que fueron aupadas, con el mismo m茅todo, desde los mismos medios que hoy cuentan del drama de Patricia.
Hoy es Patricia en Venezuela, ayer fue Amina en Libia. ¿Qu茅 ser谩 de la vida de Amina? Ah铆 est谩 el verdadero drama.

Llora a moco tendido Patricia porque su sueldo no alcanza aunque ella es “profesional”, porque en su casa no hay hambre, porque no puede ni comprar “tres laticas de comida”, llora por que el 煤nico que “medio puede comer” los tres pollos que su sueldo le permiten comprar, es su hijo de dos a帽os. Llora Patricia y su fam茅lica papada de tres capas se estremece con cada hipido.
Durante su lacrim贸gena narraci贸n nos cuenta sobre su t铆a que “reclam贸 por un horno mal arreglado y miren c贸mo la dejaron” -Entonces, la hambrienta obesa que nos acaba de decir que no tiene dinero para comprar comida, saca otro smartphone nos muestra una foto de una mujer tirada en un charco de sangre.
Llanto in crescendo, Patricia le clama al “mundo a nivel mundial”: “¿Hasta cu谩ndo seguir as铆? ¡Es hora de que nos ayuden!”. Ah铆 est谩 el meollo del asunto.
¡Oh sorpresa! Antena 3, canal de tele espa帽ol que dedica, con sa帽a, la mayor parte de sus tertulias y noticieros a Venezuela, descubre, entre millones de millones de videos que flotan en youtube, la botella que Patricia acababa de lanzar.
Al rescate acuden el matutino Espejo P煤blico, con sus invitados de lujo: el pap谩 de Leopoldo L贸pez y Albert Rivera, del neo Partido Popular llamado Ciudadanos. Las l谩grimas que ruedan por los enorme cachetes hambrientos de Patricia conmueven al pap谩 de Leopoldo que a su vez puja una lagrimita que se niega a salir de sus 谩ridos ojos. Albert Rivera, a modo de fingido consuelo, posa su mano sobre el muslo de su c贸mplice, intentando poner su granito de arena en tan dram谩tico momento. Nace una estrella, fugaz.
Ese mismo d铆a, en medio de su tragedia humanitaria, Patricia cambia de nombre en su perfil de Facebook y crea un p谩gina de fans donde se identifica como “figura p煤blica”. Patricia logra solo 236 admiradores y un mont贸n de dudas que Patricia se encarga de oscurecer cuando la intenta aclararlas. La estrella como que no lo fue tanto.
Patricia, intuyo, puede ser comienzo de una oleada de video selfies sobre “crisis humanitaria venezolana” que inundar谩 a la medi谩tica internacional. Una especie de continuaci贸n de aquellos micro dramas como “Me ir铆a demasiado”, ahora m谩s 铆ntimos, m谩s amateur, m谩s cercanos a la clase media “del mundo a nivel mundial”, que es capaz de conmoverse con la hambruna de una gorda all谩 en Venezuela, mientras ignora verdaderas crisis humanitarias que se desarrollan tr谩gicamente en sus narices. Crisis que, por cierto, son el producto de guerras que fueron aupadas, con el mismo m茅todo, desde los mismos medios que hoy cuentan del drama de Patricia.
Hoy es Patricia en Venezuela, ayer fue Amina en Libia. ¿Qu茅 ser谩 de la vida de Amina? Ah铆 est谩 el verdadero drama.