OPINI脫N de Antonio Hermosa .- Tres victorias electorales consecutivas dan para que uno pueda lanzarse al ruedo de la pol铆tica nacional como un simple Erdogan y se transforme all铆 en un tirano m谩s; en tal caso, rep谩rese, no doy cr茅dito a las voces enemigas que nos lo pintaron siempre como ahora, fiando a la llegada de la ocasi贸n propicia su metamorfosis autocr谩tica: ello supondr铆a saber esperar y la virtud de la paciencia no la veo muy avenida al torrencial l铆der turco. Lo cierto es que los d铆as de rosas y vino parecen querer irse de su lado para siempre, y quien aspir贸 un d铆a a restaurar el a帽orado Imperio Otomano –o, al menos, la parte llamada Sult谩n - y convertirse en amo de Turqu铆a primero (o incluso en zar turco, dada su similitud con Putin en su proverbial delicadeza en el trato con la oposici贸n) y nuevo caudillo del mundo musulm谩n despu茅s, avalado por la imagen de una Turqu铆a en galopante desarrollo econ贸mico y consolidado pedigr铆 musulm谩n-democr谩tico, bastante tiene ho...