OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave En recuerdo de mi entrañable amigo, Don Rafael Cardona Linch, mañana cumple 3 años que nos observa desde el éter eterno. Siempre he sostenido que los libros, los periódicos, las revistas y todo impreso de contenido y ahora virtuales, al contrario de lo que piensan y sostienen, inclusive nuestros maestros en el aula o en el quehacer diario de la más hermosa por apasionante y enajenante por peligrosa de las profesiones, son intemporales. Por eso existen y existirán las bibliotecas y las hemerotecas a pesar o mejor dicho y más aún cuando se digitalizan dichos documentos. Serán siempre bases de consulta, son la historia misma de los pueblos y de la humanidad. Insisto en lo anterior porque a 11 días de la presentación del libro “Fuego de Mis Entrañas” del amigo y reconocido colega, Rafael Cardona Sandoval, acto al que tuvo la amabilidad de invitarme, le dedico esta entrega, plenamente convencido de la valía de una pieza más de su obra bibliográ