OPINIÓN de Diego Martín Velázquez Caballero Hacia 1994 se vislumbró el poder de los grupos criminales cuando una de las hipótesis más consideradas señaló que la muerte de Luis Donaldo Colosio se correspondía con una mafia narcotraficante incrustada en el gobierno. Los sucesivos magnicidios pusieron de bruces al país, la criminalidad estaba dispuesta a generar todo tipo de ingobernabilidad. El país estaba en la frontera del caos, como señalaba y sigue diciendo Andrés Oppenheimer. La situación de violencia desatada fue el guion de nuevas novelas y videojuegos desde la perspectiva de Tom Clancy. En 1994 el narcotráfico hizo una presencia sorpresiva para demostrar que ya no era la fuerza violenta de nadie sino un protagonista en la configuración del sistema político mexicano. La situación en el país muestra que diversos cárteles han generalizado la conducta de ser avales del poder. Las mafias abocadas al trasiego y producción de estupefacientes se encuentran al nivel de Estados Unidos y