•elmercuriodigital ▫ LORENA PADILLA (360GRADOSPRESS.COM, ESPA脩A)
Se cuelan sin haber sido invitadas, muchas de ellas son duchas en el arte de pasar desapercibidas y temen al rotulador rojo. Son las erratas. Cada vez se escriben m谩s textos que son le铆dos por infinidad de ojos –Internet brinda esa oportunidad-, lo que inevitablemente aumenta las posibilidades de que se cometan errores. Pero, ¿por qu茅 es tan importante escribir y hablar correctamente?
Los atropellos a la lengua revelan mucho m谩s que un despiste. Las patadas al diccionario tambi茅n hay que leerlas entre l铆neas. Si un texto est谩 argumentado con genialidad y razones de peso, pero est谩 plagado de faltas, la tesis defendida en cuesti贸n se ver谩 desmerecida y la fuerza del mensaje disminuir谩 como consecuencia.
«El prestigio est谩 铆ntimamente unido a la calidad de la redacci贸n», asegura Joaqu铆n M眉ller-Thyssen, director de la Fundaci贸n del Espa帽ol Urgente (Fund茅u BBVA); un organismo cuyo objetivo es impulsar el buen uso del espa帽ol en los medios de comunicaci贸n.
Esta misma visi贸n comparte el presidente de la Uni贸n de Correctores (UniCo), Antonio Mart铆n (@_amoenus). La acumulaci贸n de erratas, seg煤n mantiene, «pone en riesgo la imagen de quien las comete».
Detenerse a revisar lo escrito no est谩 de m谩s. Pero ¿cu谩ntas veces leemos lo mismo una y otra vez y por m谩s que lo volvamos a mirar no somos capaces de detectar a la intrusa? El periodista Manuel Saco, de hecho, dec铆a que «las erratas son las 煤ltimas en abandonar el barco». Precisamente, con el fin de que esos polizones salten por la borda, trabajan los correctores ortotipogr谩ficos.
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