OPINIÓN de Esther Vivas .- Vuelven los incendios en verano, y más allá de la pérdida de bienes naturales, la administración pública tiene que gastar ingentes cantidades de dinero en apagarlos. Sin embargo, hay una manera más económica para reducirlos: los pastores y sus rebaños de cabras y ovejas. Una de las funciones del pastoreo es precisamente cuidar el territorio. Pastar permite mantener el sotobosque y disminuir el peligro de fuego. La Xarxa de Pastors de Catalunya lo ha dicho en reiteradas ocasiones: la mejor estrategia de gestión forestal para salvaguardar los bosques es la silvopastura. De hecho, en la medida en que el pastoreo desaparece, el riesgo de incendios aumenta. La gran contradicción es que la administración pública acaba destinando año tras año más recursos económicos a la extinción del fuego que a la prevención mediante la contratación de pastores y rebaños. En Catalunya, cada vez tenemos menos pastores. Y el gran problema son las dificultades que enfrentan para po