La situación en la ciudad de Bengasi, ubicada en el este de Libia, era tranquila el domingo, según señalaron colaboradores del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que llegaron a esa ciudad desde Egipto en la tarde del sábado. Indicaron que algunas tiendas estaban abiertas, se conseguían alimentos y había gente en las calles.
Trabajadores de salud locales dijeron al CICR que en los principales hospitales de la ciudad hacía falta personal enfermero porque el que había era en gran parte extranjero y las embajadas habían evacuado a los respectivos ciudadanos. Un grupo de médicos en Bengasi, encargado de coordinar las actividades de salud en la ciudad, señaló que en los disturbios habían muerto 256 personas y 2.000 habían resultado heridas.
Para atender a las necesidades médicas, el personal y voluntarios de la Media Luna Roja Libia se han encargado en los últimos días de organizar donaciones de sangre, evacuar a heridos y trabajar en los hospitales mismos.
"Estamos aquí para apoyar a la Media Luna Roja Libia, la cual ha hecho un excelente trabajo en la última semana para responder a la violencia", dijo el encargado del equipo del CICR en Bengasi, Simon Brooks. "Nos han dicho que en los hospitales de la ciudad se necesitan cirujanos y especialistas ortopédicos y que hacen falta medicamentos para los pacientes con enfermedades crónicas. Según una primera evaluación, no hay una necesidad urgente de alimentos. Sin embargo, es difícil saber cuáles son las necesidades fuera de la ciudad."
Un equipo médico del CICR y de la Cruz Roja Noruega cruzó la frontera entre Egipto y Libia el domingo por la tarde y está previsto que llegue a Bengasi el domingo por la noche. El equipo, integrado por dos cirujanos, un médico y dos enfermeros, comenzará a prestar apoyo al personal médico local en cuanto sea posible. Camiones cargados de suministros médicos llegarán también a Libia desde El Cairo en los próximos días.
A pesar de la relativa calma en el este del país, preocupa al CICR la situación en el ámbito humanitario en el occidente, región adonde la Institución todavía no ha podido enviar a delegados.
"Estamos tratando de hacernos una idea más clara de las condiciones y de las necesidades en todo el país, incluida la ciudad de Trípoli y los alrededores, pero es escasa la información que se obtiene", dijo el coordinador de la asistencia del CICR en Libia y en los países vecinos, Georgios Georgantas, que trabaja a partir de la sede de la Institución, en Ginebra. "Nuestros colegas en Túnez nos dicen que la infraestructura local comienza a tener dificultades para atender a los miles y miles de desplazados que llegan a la frontera y que en los próximos días aumentará probablemente la necesidad de disponer de servicios básicos suplementarios, por ejemplo, de centros de salud". Añadió que el personal del CICR en Egipto informaba que la situación a lo largo de la frontera era tranquila.
El CICR ayuda a las Medias Lunas Rojas Egipcia y Tunecina a hacer frente a la llegada masiva de personas que se han visto obligadas a dejar sus lugares de residencia a causa de la violencia. Expertos del CICR en búsquedas fueron enviados a las fronteras de Egipto y de Túnez con Libia para ayudar a la gente a ponerse en contacto con sus parientes. En la frontera tunecina han ayudado, durante el fin de semana, a unos 200 desplazados a ponerse en contacto con sus seres queridos. Asimismo, un equipo del CICR y de la Cruz Roja Finlandesa viajará de la ciudad de Túnez a la frontera del país para prestar la asistencia médica necesaria a las personas que llegan huyendo de Libia.
El CICR trabaja en estrecha colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para coordinar la respuesta humanitaria de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja a la crisis.
Trabajadores de salud locales dijeron al CICR que en los principales hospitales de la ciudad hacía falta personal enfermero porque el que había era en gran parte extranjero y las embajadas habían evacuado a los respectivos ciudadanos. Un grupo de médicos en Bengasi, encargado de coordinar las actividades de salud en la ciudad, señaló que en los disturbios habían muerto 256 personas y 2.000 habían resultado heridas.
Para atender a las necesidades médicas, el personal y voluntarios de la Media Luna Roja Libia se han encargado en los últimos días de organizar donaciones de sangre, evacuar a heridos y trabajar en los hospitales mismos.
"Estamos aquí para apoyar a la Media Luna Roja Libia, la cual ha hecho un excelente trabajo en la última semana para responder a la violencia", dijo el encargado del equipo del CICR en Bengasi, Simon Brooks. "Nos han dicho que en los hospitales de la ciudad se necesitan cirujanos y especialistas ortopédicos y que hacen falta medicamentos para los pacientes con enfermedades crónicas. Según una primera evaluación, no hay una necesidad urgente de alimentos. Sin embargo, es difícil saber cuáles son las necesidades fuera de la ciudad."
Un equipo médico del CICR y de la Cruz Roja Noruega cruzó la frontera entre Egipto y Libia el domingo por la tarde y está previsto que llegue a Bengasi el domingo por la noche. El equipo, integrado por dos cirujanos, un médico y dos enfermeros, comenzará a prestar apoyo al personal médico local en cuanto sea posible. Camiones cargados de suministros médicos llegarán también a Libia desde El Cairo en los próximos días.
A pesar de la relativa calma en el este del país, preocupa al CICR la situación en el ámbito humanitario en el occidente, región adonde la Institución todavía no ha podido enviar a delegados.
"Estamos tratando de hacernos una idea más clara de las condiciones y de las necesidades en todo el país, incluida la ciudad de Trípoli y los alrededores, pero es escasa la información que se obtiene", dijo el coordinador de la asistencia del CICR en Libia y en los países vecinos, Georgios Georgantas, que trabaja a partir de la sede de la Institución, en Ginebra. "Nuestros colegas en Túnez nos dicen que la infraestructura local comienza a tener dificultades para atender a los miles y miles de desplazados que llegan a la frontera y que en los próximos días aumentará probablemente la necesidad de disponer de servicios básicos suplementarios, por ejemplo, de centros de salud". Añadió que el personal del CICR en Egipto informaba que la situación a lo largo de la frontera era tranquila.
El CICR ayuda a las Medias Lunas Rojas Egipcia y Tunecina a hacer frente a la llegada masiva de personas que se han visto obligadas a dejar sus lugares de residencia a causa de la violencia. Expertos del CICR en búsquedas fueron enviados a las fronteras de Egipto y de Túnez con Libia para ayudar a la gente a ponerse en contacto con sus parientes. En la frontera tunecina han ayudado, durante el fin de semana, a unos 200 desplazados a ponerse en contacto con sus seres queridos. Asimismo, un equipo del CICR y de la Cruz Roja Finlandesa viajará de la ciudad de Túnez a la frontera del país para prestar la asistencia médica necesaria a las personas que llegan huyendo de Libia.
El CICR trabaja en estrecha colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para coordinar la respuesta humanitaria de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja a la crisis.
