OPINI脫N de Miguel 脕ngel S谩nchez de Armas
Para Froyl谩n Flores Cancela en el trig茅simo tercer aniversario de un sue帽o hecho realidad. ¡Salud!
Comienzo esta entrega con una disculpa anticipada a mis lectores, pues no s茅 si sea soberbia o ingenuidad lo que me lleva a pensar que las recientes “revelaciones” de que en nuestro territorio se fraguan complots internacionales para atentar contra la seguridad nacional de Estados Unidos en realidad evidencian que una vez m谩s estamos bailando al son de los tambores de guerra del Capitolio.
Hablo del cuento iran铆 (que no chino), de que un grupo extremista de la antigua Persia pag贸 mill贸n y medio de d贸lares al c谩rtel de “Los Zetas” para asesinar al embajador de Arabia Saudita en EUA y ejecutar una serie de atentados terroristas en aquel pa铆s. La colaboraci贸n mexica con los servicios secretos gringos habr铆a frenado la mal茅vola acci贸n y hermanado a los buenos polic铆as g眉eros y prietitos contra los sat谩nicos hijos del islam. Pues como dir铆a mi venerada abuela, esto est谩 muy redondo pa’guacate y muy oj贸n pa’paloma. Yo nom谩s no le encuentro la cuadratura al c铆rculo (Luis M. Far铆as dixit).
Veamos. Un ciudadano de ascendencia iran铆 descrito por sus vecinos como lerdo e in煤til ser铆a el agente secreto que localiza y se entrevista en M茅xico con un sujeto que se identifica como del clan de los Zetas. Entre ellos planifican una operaci贸n de corte “Chacal” (EUA, 1997, con Bruce Willis, Sidney Poitier y Richard Gere) o de las Navy Seals (asesinato de Osama Bin Laden) que debe ejecutarse nada menos que en la capital del imperio. O sea que ajeno al conocimiento popular, los matones, mutiladores, secuestradores e incendiarios del c谩rtel de drogas se han capacitado en t茅cnicas de la NSA, el MI6, el Mossad y la KGB, han tomado cursos avanzados de ingl茅s y han contratado asesores de imagen para pasar desapercibidos entre los pol铆ticos y hombres de negocios que circulan por el Mall y cenan en el Oyster Bar del Plaza.
Entonces aparecen en escena los pr铆stinos agentes del Instituto Nacional de Migraci贸n y comparten datos y evidencias recabados con la tenacidad y la imaginaci贸n de la Mexican Intelligence Agency (MIA), gracias a los cuales el infiltrado es capturado. En la siguiente escena, los altos funcionarios de la Casa Blanca all谩 entonan salmos a la cooperaci贸n bilateral y piden que M茅xico “revise” (l茅ase “termine”) su relaci贸n con Ir谩n. Ac谩 la jefa de la Canciller铆a se pone como basilisco y desdice la supuesta colaboraci贸n. En el siguiente acto miles de litros de tinta y tetramillones de bits se vierten en los medios para hablar del asunto mientras que la operaci贸n “R谩pido y furioso” escapa de puntitas a la mirada del respetable. ¡Carajo!
“Frentes pol铆ticos” lo resumi贸 bastante bien (Exc茅lsior, 14 de octubre): “Primero, el FBI acus贸 que el grupo delictivo de Los Zetas habr铆a recibido 1.5 millones de d贸lares de Ir谩n para perpetrar ataques terroristas en Estados Unidos. Luego, el secretario del Tesoro adjunto para Asuntos del Financiamiento para el Terrorismo, de EU, Daniel L. Glaser, se帽al贸 que el lavado de dinero del narco es una amenaza para el sistema financiero de la regi贸n. Ahora, el gobierno estadunidense analiza adiestrar a M茅xico contra el terrorismo, mediante la Iniciativa M茅rida. Y por 煤ltimo, la mayor铆a republicana pidi贸 a nuestro pa铆s reevaluar su relaci贸n con Ir谩n. Y el gobierno federal, ¿qu茅 dice? ...”
El 13 de octubre la corresponsal en Washington de un popular noticiario radiof贸nico abord贸 durante varios minutos el asunto y como prueba de la supuesta cooperaci贸n bilateral dijo que en una reciente visita a la capital norteamericana, Alejandro Poir茅, jefe del CISEN, ¡se hab铆a negado a proporcionar su agenda de trabajo a los periodistas! Bueno, el d铆a en que el jefe de la seguridad nacional de cualquier estado comparta con la prensa el detalle de sus actividades, vive Dios, como dir铆a el estudiante espa帽ol, el infierno se congela.
¿Qu茅 pasa entonces? Pasa lo que en el 谩mbito dom茅stico, v.g., que cuando el candidato del partido “A” no levanta, alguien “descubre” que el presidente del partido opositor “T” endeud贸 a su estado a niveles estratosf茅ricos para que la d贸cil opini贸n p煤blica vuelva la vista al nuevo esc谩ndalo y olvide el anterior, que es posible vivir con seis mil pesos pagando colegiaturas, hipoteca y pr茅stamo. Eso es lo que pasa.
Puedo entonces inferir, con la autoridad que me da el conocer m谩s o menos bien la mentalidad estadounidense por mis aventuras inconfesables en aquella naci贸n, que el complot de los fundamentalistas iran铆es con los zetas es un distractor, inveros铆mil pero eficaz en el contexto de la compleja relaci贸n entre nuestros pa铆ses, dise帽ado para alejar de los reflectores algunos de los problemas internos que aquejan a la administraci贸n del segundo presidente negro del continente. Algo as铆 como el cuento del chupacabras cuando las devaluaciones.
Ilustrar茅 con un ejemplo: la trama de una extraordinaria pel铆cula que hoy podr铆a tener su remake con los hechos y actores del cuento iran铆. Habl贸 de Wag the Dog, (EUA, 1997, con Dustin Hoffman y Robert De Niro) titulada en M茅xico “Esc谩ndalo en la Casa Blanca” por los sandios a cargo de traducir la filmograf铆a extranjera.
La trama sigue las mismas l铆neas del foll贸n iran铆: el presidente de Estados Unidos abusa de una ni帽a exploradora en el Despacho Oval unos d铆as antes de la reelecci贸n y los opositores danzan de alegr铆a por el da帽o pol铆tico que esto causar谩 al incumbente (palabreja que no est谩 en el real mamotreto pero que me sirve para los fines de este art铆culo). El staff presidencial contrata al mejor spin doctor de la comarca (De Niro) y 茅ste invierte algunos miles de d贸lares para “fabricar” una guerra con Albania, cosa que se logra merced a las artes del mejor productor de cine del pa铆s (Hoffman) y, of course, a la magia de a televisi贸n. Haga usted de cuenta “La guerra de los mundos” de Orson Welles a la d茅cima potencia.
Por supuesto el “pueblo” no tiene idea de d贸nde est谩 Albania, pero la opini贸n p煤blica ruge indignada ante la posibilidad de que los “comunistas albanos” introduzcan por Canad谩 una bomba at贸mica “port谩til” -artefacto imposible que ni el amado l铆der Enver Hoxha habr铆a imaginado en sus m谩s refinados delirios. Con enorme habilidad y riguroso conocimiento de lo que Lippmann llam贸 “las im谩genes en la mente”, los asesores en comunicaci贸n pol铆tica van manipulando el juicio popular. Inventan que un soldado de apellido Schumann (suena a “zapatero”) ha quedado tras l铆neas enemigas y lo convierten en h茅roe. Falsifican historias, registros y documentos oficiales e incluso m煤sica para crear un movimiento popular a favor del prisionero de guerra. Pronto las calles se llenan de zapatos en alusi贸n a la odisea del valiente militar (como en la canci贸n de Irwin Levine, “Ata un list贸n amarillo al viejo roble”). Su epopeya se consigna en poemas y las mesas de debate no hablan m谩s que de su prisi贸n y de la “guerra” con Albania; se integran cuerpos de voluntarios dispuestos a ir a donde quiera que est茅 para rescatarlo y en fin, mientras el pa铆s est谩 polarizado y paralizado por la “guerra” con Albania y nadie presta atenci贸n a las voces sensatas que ven claramente el timo pol铆tico, llega el d铆a de la elecci贸n y el presidente ped贸filo se alza con el triunfo. En ese momento la “guerra” termina y se confirman la teor铆a de que la masa cree cualquier cosa siempre que se le pueda despertar la sensibler铆a patriotiquera.
Lo que pasa despu茅s ya no es asunto de los expertos en comunicaci贸n pol铆tica y propaganda. El productor es asesinado por el FBI cuando pretende revelar su participaci贸n en el montaje y el spin doctor cobra una cantidad millonaria y se prepara para su siguiente trabajo. El objetivo hab铆a sido alcanzado.
Por cierto, ¿alguno de ustedes sabe d贸nde queda Ir谩n?
Para Froyl谩n Flores Cancela en el trig茅simo tercer aniversario de un sue帽o hecho realidad. ¡Salud!
Comienzo esta entrega con una disculpa anticipada a mis lectores, pues no s茅 si sea soberbia o ingenuidad lo que me lleva a pensar que las recientes “revelaciones” de que en nuestro territorio se fraguan complots internacionales para atentar contra la seguridad nacional de Estados Unidos en realidad evidencian que una vez m谩s estamos bailando al son de los tambores de guerra del Capitolio.
Hablo del cuento iran铆 (que no chino), de que un grupo extremista de la antigua Persia pag贸 mill贸n y medio de d贸lares al c谩rtel de “Los Zetas” para asesinar al embajador de Arabia Saudita en EUA y ejecutar una serie de atentados terroristas en aquel pa铆s. La colaboraci贸n mexica con los servicios secretos gringos habr铆a frenado la mal茅vola acci贸n y hermanado a los buenos polic铆as g眉eros y prietitos contra los sat谩nicos hijos del islam. Pues como dir铆a mi venerada abuela, esto est谩 muy redondo pa’guacate y muy oj贸n pa’paloma. Yo nom谩s no le encuentro la cuadratura al c铆rculo (Luis M. Far铆as dixit).
Veamos. Un ciudadano de ascendencia iran铆 descrito por sus vecinos como lerdo e in煤til ser铆a el agente secreto que localiza y se entrevista en M茅xico con un sujeto que se identifica como del clan de los Zetas. Entre ellos planifican una operaci贸n de corte “Chacal” (EUA, 1997, con Bruce Willis, Sidney Poitier y Richard Gere) o de las Navy Seals (asesinato de Osama Bin Laden) que debe ejecutarse nada menos que en la capital del imperio. O sea que ajeno al conocimiento popular, los matones, mutiladores, secuestradores e incendiarios del c谩rtel de drogas se han capacitado en t茅cnicas de la NSA, el MI6, el Mossad y la KGB, han tomado cursos avanzados de ingl茅s y han contratado asesores de imagen para pasar desapercibidos entre los pol铆ticos y hombres de negocios que circulan por el Mall y cenan en el Oyster Bar del Plaza.
Entonces aparecen en escena los pr铆stinos agentes del Instituto Nacional de Migraci贸n y comparten datos y evidencias recabados con la tenacidad y la imaginaci贸n de la Mexican Intelligence Agency (MIA), gracias a los cuales el infiltrado es capturado. En la siguiente escena, los altos funcionarios de la Casa Blanca all谩 entonan salmos a la cooperaci贸n bilateral y piden que M茅xico “revise” (l茅ase “termine”) su relaci贸n con Ir谩n. Ac谩 la jefa de la Canciller铆a se pone como basilisco y desdice la supuesta colaboraci贸n. En el siguiente acto miles de litros de tinta y tetramillones de bits se vierten en los medios para hablar del asunto mientras que la operaci贸n “R谩pido y furioso” escapa de puntitas a la mirada del respetable. ¡Carajo!
“Frentes pol铆ticos” lo resumi贸 bastante bien (Exc茅lsior, 14 de octubre): “Primero, el FBI acus贸 que el grupo delictivo de Los Zetas habr铆a recibido 1.5 millones de d贸lares de Ir谩n para perpetrar ataques terroristas en Estados Unidos. Luego, el secretario del Tesoro adjunto para Asuntos del Financiamiento para el Terrorismo, de EU, Daniel L. Glaser, se帽al贸 que el lavado de dinero del narco es una amenaza para el sistema financiero de la regi贸n. Ahora, el gobierno estadunidense analiza adiestrar a M茅xico contra el terrorismo, mediante la Iniciativa M茅rida. Y por 煤ltimo, la mayor铆a republicana pidi贸 a nuestro pa铆s reevaluar su relaci贸n con Ir谩n. Y el gobierno federal, ¿qu茅 dice? ...”
El 13 de octubre la corresponsal en Washington de un popular noticiario radiof贸nico abord贸 durante varios minutos el asunto y como prueba de la supuesta cooperaci贸n bilateral dijo que en una reciente visita a la capital norteamericana, Alejandro Poir茅, jefe del CISEN, ¡se hab铆a negado a proporcionar su agenda de trabajo a los periodistas! Bueno, el d铆a en que el jefe de la seguridad nacional de cualquier estado comparta con la prensa el detalle de sus actividades, vive Dios, como dir铆a el estudiante espa帽ol, el infierno se congela.
¿Qu茅 pasa entonces? Pasa lo que en el 谩mbito dom茅stico, v.g., que cuando el candidato del partido “A” no levanta, alguien “descubre” que el presidente del partido opositor “T” endeud贸 a su estado a niveles estratosf茅ricos para que la d贸cil opini贸n p煤blica vuelva la vista al nuevo esc谩ndalo y olvide el anterior, que es posible vivir con seis mil pesos pagando colegiaturas, hipoteca y pr茅stamo. Eso es lo que pasa.
Puedo entonces inferir, con la autoridad que me da el conocer m谩s o menos bien la mentalidad estadounidense por mis aventuras inconfesables en aquella naci贸n, que el complot de los fundamentalistas iran铆es con los zetas es un distractor, inveros铆mil pero eficaz en el contexto de la compleja relaci贸n entre nuestros pa铆ses, dise帽ado para alejar de los reflectores algunos de los problemas internos que aquejan a la administraci贸n del segundo presidente negro del continente. Algo as铆 como el cuento del chupacabras cuando las devaluaciones.
Ilustrar茅 con un ejemplo: la trama de una extraordinaria pel铆cula que hoy podr铆a tener su remake con los hechos y actores del cuento iran铆. Habl贸 de Wag the Dog, (EUA, 1997, con Dustin Hoffman y Robert De Niro) titulada en M茅xico “Esc谩ndalo en la Casa Blanca” por los sandios a cargo de traducir la filmograf铆a extranjera.
La trama sigue las mismas l铆neas del foll贸n iran铆: el presidente de Estados Unidos abusa de una ni帽a exploradora en el Despacho Oval unos d铆as antes de la reelecci贸n y los opositores danzan de alegr铆a por el da帽o pol铆tico que esto causar谩 al incumbente (palabreja que no est谩 en el real mamotreto pero que me sirve para los fines de este art铆culo). El staff presidencial contrata al mejor spin doctor de la comarca (De Niro) y 茅ste invierte algunos miles de d贸lares para “fabricar” una guerra con Albania, cosa que se logra merced a las artes del mejor productor de cine del pa铆s (Hoffman) y, of course, a la magia de a televisi贸n. Haga usted de cuenta “La guerra de los mundos” de Orson Welles a la d茅cima potencia.
Por supuesto el “pueblo” no tiene idea de d贸nde est谩 Albania, pero la opini贸n p煤blica ruge indignada ante la posibilidad de que los “comunistas albanos” introduzcan por Canad谩 una bomba at贸mica “port谩til” -artefacto imposible que ni el amado l铆der Enver Hoxha habr铆a imaginado en sus m谩s refinados delirios. Con enorme habilidad y riguroso conocimiento de lo que Lippmann llam贸 “las im谩genes en la mente”, los asesores en comunicaci贸n pol铆tica van manipulando el juicio popular. Inventan que un soldado de apellido Schumann (suena a “zapatero”) ha quedado tras l铆neas enemigas y lo convierten en h茅roe. Falsifican historias, registros y documentos oficiales e incluso m煤sica para crear un movimiento popular a favor del prisionero de guerra. Pronto las calles se llenan de zapatos en alusi贸n a la odisea del valiente militar (como en la canci贸n de Irwin Levine, “Ata un list贸n amarillo al viejo roble”). Su epopeya se consigna en poemas y las mesas de debate no hablan m谩s que de su prisi贸n y de la “guerra” con Albania; se integran cuerpos de voluntarios dispuestos a ir a donde quiera que est茅 para rescatarlo y en fin, mientras el pa铆s est谩 polarizado y paralizado por la “guerra” con Albania y nadie presta atenci贸n a las voces sensatas que ven claramente el timo pol铆tico, llega el d铆a de la elecci贸n y el presidente ped贸filo se alza con el triunfo. En ese momento la “guerra” termina y se confirman la teor铆a de que la masa cree cualquier cosa siempre que se le pueda despertar la sensibler铆a patriotiquera.
Lo que pasa despu茅s ya no es asunto de los expertos en comunicaci贸n pol铆tica y propaganda. El productor es asesinado por el FBI cuando pretende revelar su participaci贸n en el montaje y el spin doctor cobra una cantidad millonaria y se prepara para su siguiente trabajo. El objetivo hab铆a sido alcanzado.
Por cierto, ¿alguno de ustedes sabe d贸nde queda Ir谩n?