OPINIÓN de Carlos Tena
Un ciudadano que dice ser periodista, llamado José María Calleja (no dudo de su título, sí de su ética y objetividad), afirmaba horas antes de conocerse los resultados de las elecciones del 20-N, que los anunciados 7 escaños que podría lograr Amaiur (deducción extraída de las consultas recabadas a la salida de decenas de colegios), “no podían ser tantos, ya que todavía hay mucho miedo y la gente no se atreve a decir que ha votado PP o PSOE“. La Gilipollez Suprema Periodística de los Comicios ya tiene dueño.
Llegaron los resultados y Calleja, como el CIS, quedaron en el más absoluto de los ridículos.
Lo malo llega ahora, cuando sabemos que tanto la formación abertzale como la singular y pizpireta Rosa Díez (que logró 5 escaños, aunque no llegaba al 5% de los votos requeridos), podrían quedarse sin su grupo parlamentario, una vez que se apliquen las normas del Congreso, que ¡oh, bendita democracia¡ siempre castigan a los partidos minoritarios, aunque fuera mayoría, como en este caso, en Euskadi.
El reglamento establece que “podrán formar grupo parlamentario los partidos que superen los 15 diputados o aquellos que con al menos 5 escaños consigan el 15% en todas las circunscripciones por las que se presentan o el 5% en todo el Estado“,lo que ninguna de las dos formaciones cumple, aunque la comandada por Díez podría “arrejuntarse” con otro colectivo derechista como el suyo para superar el escollo. Cosa que nadie pone en duda.
En el caso de Amaiur, la objeción se centra en que en Navarra, una de las cuatro circunscripciones en las que se presentó la coalición independentista, se quedó a solo unas décimas del 15% de votos, que hubiera alcanzando con 463 sufragios más. ¿Alguien cree que el PP pasará por alto ese nimio detalle?
Mucho me temo que en el ánimo del PP, como en el de Calleja (que debería militar en el partido de Rajoy), no habrá la menor voluntad para que en el Congreso pueda hablar la segunda fuerza más votada en Euskal Herria y la primera en escaños (7 por 6 del PNV).
¿Aceptarían ambas formaciones vascas caminar juntas en esta nueva etapa política o el PNV traicionará a sus votantes aliándose con los neo franquistas? Se admiten apuestas.
Un ciudadano que dice ser periodista, llamado José María Calleja (no dudo de su título, sí de su ética y objetividad), afirmaba horas antes de conocerse los resultados de las elecciones del 20-N, que los anunciados 7 escaños que podría lograr Amaiur (deducción extraída de las consultas recabadas a la salida de decenas de colegios), “no podían ser tantos, ya que todavía hay mucho miedo y la gente no se atreve a decir que ha votado PP o PSOE“. La Gilipollez Suprema Periodística de los Comicios ya tiene dueño.
Llegaron los resultados y Calleja, como el CIS, quedaron en el más absoluto de los ridículos.
Lo malo llega ahora, cuando sabemos que tanto la formación abertzale como la singular y pizpireta Rosa Díez (que logró 5 escaños, aunque no llegaba al 5% de los votos requeridos), podrían quedarse sin su grupo parlamentario, una vez que se apliquen las normas del Congreso, que ¡oh, bendita democracia¡ siempre castigan a los partidos minoritarios, aunque fuera mayoría, como en este caso, en Euskadi.
El reglamento establece que “podrán formar grupo parlamentario los partidos que superen los 15 diputados o aquellos que con al menos 5 escaños consigan el 15% en todas las circunscripciones por las que se presentan o el 5% en todo el Estado“,lo que ninguna de las dos formaciones cumple, aunque la comandada por Díez podría “arrejuntarse” con otro colectivo derechista como el suyo para superar el escollo. Cosa que nadie pone en duda.
En el caso de Amaiur, la objeción se centra en que en Navarra, una de las cuatro circunscripciones en las que se presentó la coalición independentista, se quedó a solo unas décimas del 15% de votos, que hubiera alcanzando con 463 sufragios más. ¿Alguien cree que el PP pasará por alto ese nimio detalle?
Mucho me temo que en el ánimo del PP, como en el de Calleja (que debería militar en el partido de Rajoy), no habrá la menor voluntad para que en el Congreso pueda hablar la segunda fuerza más votada en Euskal Herria y la primera en escaños (7 por 6 del PNV).
¿Aceptarían ambas formaciones vascas caminar juntas en esta nueva etapa política o el PNV traicionará a sus votantes aliándose con los neo franquistas? Se admiten apuestas.
