La artista neoyorquina Helen Frankenthaler murió este martes en Connecticut a los 83 años tras una larga enfermedad y seis décadas de reconocida trayectoria artística.Heredera de la primera generación de expresionistas abstractos norteamericanos, su obra pone de manifiesto una extraordinaria inventiva y conjuga gestualidad y precisión formal. Figura esencial de la pintura estadounidense posterior a la II Guerra Mundial, Frankenthaler desarrolló un papel fundamental en la transición entre el Expresionismo abstracto y el movimiento del Color Field Painting y su producción ha ejercido gran influencia en la actual panorama creativo de su país.
Nacida en Nueva York el 12 de diciembre de 1928, recibió sus primeras lecciones de pintura en la Escuela Dalton, de la mano de Rufino Tamayo, y en 1949 se graduó en el Bennington College. Comenzó a exponer en 1950, cuando Gottlieb seleccionó su obra Beach para incluirla en una exhibición de trabajos de artistas desconocidos en la Kootz Gallery. La Nagy Gallery acogió el año siguiente su primera individual y desde entonces consiguió un creciente interés internacional por su producción. El crítico Clement Greenberg reconoció de inmediato su originalidad, desde 1959 su presencia comenzó a hacerse habitual en muchas muestras internacionales y en 1960 el Jewish Museum ofreció su primera retrospectiva.
De 1952 data su emblemática pintura Mountains and Sea, esencial en la evolución de la abstracción americana, pero sus trabajos no se circunscriben sólo a este medio: Frankenthaler es autora de cerámicas, esculturas, tapices y grabados.A lo largo de su carrera, mostró sus trabajos en el Whitney y el Solomon R. Guggenheim Museum, el MoMA, el Modern Art Museum of Fort Worth, la National Gallery of Art de Washington, el Museo de Arte de Nápoles o la Royal Scottish Academy.
