Managua, PL).- Nicaragua reforestó durante 2011 más de 17 mil hectáreas con la participación de instituciones civiles, unos 350 mil estudiantes voluntarios y unidades especializadas del Ejército, destacaron hoy evaluaciones oficiales.
Con 71 áreas protegidas, equivalentes al 20 por ciento del territorio, el país incluye el cuidado de la naturaleza entre los ejes claves para el desarrollo humano sostenible.
En diálogo con Prensa Latina, el secretario para Políticas Nacionales, Paul Oquist, precisó que en los últimos cinco años fueron repobladas más de 82 mil 300 hectáreas.
A juicio del funcionario, la política medioambiental tiene resultados concretos en la reducción de los puntos de calor en las reservas de la biosfera Bosawás y Río San Juan, en rangos del 60 al 80 por ciento.
Ambas demarcaciones resultan fundamentales en el mantenimiento del equilibrio ecológico de la región centroamericana, y en general del corredor biológico de Mesoamérica, reconocen organizaciones ambientalistas.
Uno de los retos, explicó Oquist, radica en la reducción de la deforestación hasta 70 mil hectáreas anuales, mediante proyectos agroforestales y sirvo-pastoriles, el fomento de las plantaciones de cacao y de otros cultivos perennes.
Aunque sin los resultados deseables, también registros gubernamentales avalan una reducción de los incendios forestales, que en 2005 afectaron más 41 mil 300 hectáreas y el año anterior disminuyeron a 111 incidentes con daños en casi 12 mil 800 hectáreas.
Ubicada en una de las zonas geográficas de mayor vulnerabilidad en el planeta, Nicaragua está obligada a poner énfasis en las medidas para adaptarse a los efectos del cambio climático.
Desastres naturales en serie por eventos extremos como el Niño y la Niña, depresiones, tormentas tropicales, huracanes y sequías ocasionan estragos cada vez mayores.
De acuerdo con Osquist, sólo en el período 2005-2010, las pérdidas agrícolas tuvieron un saldo promedio por año de 206,3 millones de dólares, equivalentes al 3,52 por ciento del Producto Interno Bruto anual.
La reforestación forma parte de las múltiples alternativas para contrarrestar el deterioro medioambiental, que en términos de enfrentamiento al cambio climático también privilegia la generación de semillas certificadas, resistentes a sequías y exceso de agua, comentó.
El presidente Daniel Ortega abanderó en noviembre último al Batallón Ecológico del Ejército, a fin de incrementar las labores de preservación de las riquezas naturales.
Nicaragua posee además de las 71 áreas protegidas, dos grandes lagos con aproximadamente 10 mil kilómetros cuadrados, numerosas lagunas, ríos y una masa forestal de aproximadamente 32 mil kilómetros cuadrados.
Con 71 áreas protegidas, equivalentes al 20 por ciento del territorio, el país incluye el cuidado de la naturaleza entre los ejes claves para el desarrollo humano sostenible.
En diálogo con Prensa Latina, el secretario para Políticas Nacionales, Paul Oquist, precisó que en los últimos cinco años fueron repobladas más de 82 mil 300 hectáreas.
A juicio del funcionario, la política medioambiental tiene resultados concretos en la reducción de los puntos de calor en las reservas de la biosfera Bosawás y Río San Juan, en rangos del 60 al 80 por ciento.
Ambas demarcaciones resultan fundamentales en el mantenimiento del equilibrio ecológico de la región centroamericana, y en general del corredor biológico de Mesoamérica, reconocen organizaciones ambientalistas.
Uno de los retos, explicó Oquist, radica en la reducción de la deforestación hasta 70 mil hectáreas anuales, mediante proyectos agroforestales y sirvo-pastoriles, el fomento de las plantaciones de cacao y de otros cultivos perennes.
Aunque sin los resultados deseables, también registros gubernamentales avalan una reducción de los incendios forestales, que en 2005 afectaron más 41 mil 300 hectáreas y el año anterior disminuyeron a 111 incidentes con daños en casi 12 mil 800 hectáreas.
Ubicada en una de las zonas geográficas de mayor vulnerabilidad en el planeta, Nicaragua está obligada a poner énfasis en las medidas para adaptarse a los efectos del cambio climático.
Desastres naturales en serie por eventos extremos como el Niño y la Niña, depresiones, tormentas tropicales, huracanes y sequías ocasionan estragos cada vez mayores.
De acuerdo con Osquist, sólo en el período 2005-2010, las pérdidas agrícolas tuvieron un saldo promedio por año de 206,3 millones de dólares, equivalentes al 3,52 por ciento del Producto Interno Bruto anual.
La reforestación forma parte de las múltiples alternativas para contrarrestar el deterioro medioambiental, que en términos de enfrentamiento al cambio climático también privilegia la generación de semillas certificadas, resistentes a sequías y exceso de agua, comentó.
El presidente Daniel Ortega abanderó en noviembre último al Batallón Ecológico del Ejército, a fin de incrementar las labores de preservación de las riquezas naturales.
Nicaragua posee además de las 71 áreas protegidas, dos grandes lagos con aproximadamente 10 mil kilómetros cuadrados, numerosas lagunas, ríos y una masa forestal de aproximadamente 32 mil kilómetros cuadrados.
