OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave.-
Con dos noticias satisfactorias y una pésima, se enmarca la vida cotidiana de la política nacional y su repercusión internacional.
Nos referimos, en primer término, a la buena noticia que han generado las fuerzas partidistas más importantes del país, en el sentido de aceptar la convocatoria del presidente electo, Enrique Peña Nieto para llevar a cabo un gran dialogo nacional y así afrontar, analizar y solucionar los grandes retos del país.
La otra noticia satisfactoria, es la reunión del mencionado futuro presidente constitucional de México con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la cual, en un ambiente relajado revisaron las relaciones bilaterales e hicieron compromiso de cooperación mutua con absoluto respeto de ambas soberanías.
La mala noticia, es el flaco favor que le han hecho al Presidente Electo al instrumentar, el actual gobierno, ese exagerado cerco de vallas metálicas más allá del blindaje que requiere el Palacio Legislativo de San Lázaro para asegurar la protección necesaria a los asistentes a la toma de protesta como Presidente Constitucional de México de Enrique Peña Nieto.
El simple anuncio de la aceptación al dialogo nacional, para concluir en el llamado “Pacto por México”, es una noticia de gran trascendencia. Desde hace cuánto tiempo este diálogo ya se había convertido en una demanda nacional y sin embargo, por situaciones de coyuntura y de intereses mezquinos, no se llevaba a cabo.
Migración, desarrollo económico -en forma especial transpacífico-, para generar desarrollo y empleo para ambos países y seguridad bilateral, fueron los temas torales que abordaron ambos presidentes en el salón Oval de la Casa Blanca.
No dudamos que a partir de la buena disposición de todos los partidos de oposición para aprobar la Reforma Administrativa y la Comisión Nacional Anticorrupción, con algunos ajustes, es el primer paso rumbo a ese diálogo que se antoja fundamental para la vida de la nación.
El incremento de las relaciones para todo Norteamérica, también fueron tratadas en el encuentro Barack Obama-Peña Nieto, tema que se refleja en el dialogo que sostuvo en la víspera, con el primer ministro canadiense, Stephen Harper.
Afortunadamente ya se tomaron las primeras medidas para aliviar en algo las molestias del absurdo cerco.
Dos buenas noticias y una pésima; 2 a 1, el balance es favorable.
Con dos noticias satisfactorias y una pésima, se enmarca la vida cotidiana de la política nacional y su repercusión internacional.
Nos referimos, en primer término, a la buena noticia que han generado las fuerzas partidistas más importantes del país, en el sentido de aceptar la convocatoria del presidente electo, Enrique Peña Nieto para llevar a cabo un gran dialogo nacional y así afrontar, analizar y solucionar los grandes retos del país.
La otra noticia satisfactoria, es la reunión del mencionado futuro presidente constitucional de México con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la cual, en un ambiente relajado revisaron las relaciones bilaterales e hicieron compromiso de cooperación mutua con absoluto respeto de ambas soberanías.
La mala noticia, es el flaco favor que le han hecho al Presidente Electo al instrumentar, el actual gobierno, ese exagerado cerco de vallas metálicas más allá del blindaje que requiere el Palacio Legislativo de San Lázaro para asegurar la protección necesaria a los asistentes a la toma de protesta como Presidente Constitucional de México de Enrique Peña Nieto.
El simple anuncio de la aceptación al dialogo nacional, para concluir en el llamado “Pacto por México”, es una noticia de gran trascendencia. Desde hace cuánto tiempo este diálogo ya se había convertido en una demanda nacional y sin embargo, por situaciones de coyuntura y de intereses mezquinos, no se llevaba a cabo.
Migración, desarrollo económico -en forma especial transpacífico-, para generar desarrollo y empleo para ambos países y seguridad bilateral, fueron los temas torales que abordaron ambos presidentes en el salón Oval de la Casa Blanca.
No dudamos que a partir de la buena disposición de todos los partidos de oposición para aprobar la Reforma Administrativa y la Comisión Nacional Anticorrupción, con algunos ajustes, es el primer paso rumbo a ese diálogo que se antoja fundamental para la vida de la nación.
El incremento de las relaciones para todo Norteamérica, también fueron tratadas en el encuentro Barack Obama-Peña Nieto, tema que se refleja en el dialogo que sostuvo en la víspera, con el primer ministro canadiense, Stephen Harper.
Afortunadamente ya se tomaron las primeras medidas para aliviar en algo las molestias del absurdo cerco.
Dos buenas noticias y una pésima; 2 a 1, el balance es favorable.
