OPINI脫N de Vicen莽 Navarro.-
La enorme fuerza que las derechas tuvieron sobre el Estado espa帽ol en el proceso de Transici贸n de la dictadura a la democracia (err贸neamente definido por el establishment pol铆tico y medi谩tico como mod茅lico) produjo una democracia muy limitada e incompleta, causa del enorme retraso social de Espa帽a. Despu茅s de m谩s de treinta a帽os viviendo bajo esta democracia, Espa帽a todav铆a tiene el gasto p煤blico social por habitante m谩s bajo de la UE-15, el grupo de pa铆ses de la Uni贸n Europea (UE) de semejante nivel de desarrollo econ贸mico al espa帽ol (ver mi libro Bienestar insuficiente. Democracia Incompleta. De lo que no se habla en nuestro pa铆s. 2002).
Indicadores de las enormes limitaciones de la democracia espa帽ola, caracterizada por su baja calidad, son m煤ltiples e incluyen, desde la limitada diversidad ideol贸gica de sus medios de informaci贸n, a la escasa participaci贸n ciudadana en la gobernanza del pa铆s, limit谩ndola a la posibilidad de votar sus representantes (dentro de un proceso electoral muy poco representativo) cada cuatro a帽os, sin ninguna posibilidad de recurso cuando tales representantes incumplen sus promesas, situaci贸n que ha alcanzado su m谩xima expresi贸n en el gobierno actual del Partido Popular presidido por el Sr. Rajoy.
Una consecuencia de esta situaci贸n es el enorme poder que los poderes f谩cticos tienen sobre tales representantes pol铆ticos, incluyendo entre ellos las entidades financieras y empresariales que dominan el proceso de decisiones pol铆ticas garantizando el mantenimiento de sus privilegios a costa del bienestar de la ciudadan铆a. La extensi贸n de tal dominio es 煤nica en las democracias occidentales y es motivo de atenci贸n e incluso denuncia a nivel internacional (m谩s que a nivel nacional). Ejemplos hay m煤ltiples. El m谩s reciente es la decisi贸n del Tribunal de Justicia Europeo que ha indicado que la Banca en Espa帽a tiene un excesivo poder legislativo que se traduce en una situaci贸n abusiva para las personas que tienen una hipoteca y que en un momento concreto de su vida no pueden pagarla. Vivo parte del a帽o en EEUU, y cuando un ciudadano en aquel pa铆s no puede pagar una hipoteca, devuelve las llaves al banco y se olvida de la hipoteca. No as铆 en nuestro pa铆s donde tal ciudadano y/o aquella persona que avala la hipoteca tendr谩n que continuar pag谩ndola por el resto de su vida. Es un ejemplo de hasta qu茅 punto la Banca tiene poder en Espa帽a, poder que se ha visto tambi茅n en la ayuda p煤blica a la Banca (que ha supuesto un enorme drenaje de los fondos del Estado) o el compromiso adquirido por el Estado, aprobado por los llamados representantes del pueblo espa帽ol, de que la categor铆a m谩s importante en las decisiones presupuestarias del Estado espa帽ol, sea la de pagar los intereses a la Banca (m谩s importante que cualquier otro 铆tem en el presupuesto).
Otros ejemplos del gran poder que tales grupos financieros y empresariales tienen en Espa帽a (sin parang贸n en la UE) es el excesivo poder pol铆tico de las empresas energ茅ticas y de comunicaci贸n que explican que la energ铆a el茅ctrica sea la m谩s cara en la OCDE (el grupo de pa铆ses m谩s ricos del mundo) o que una llamada telef贸nica de Espa帽a a EEUU sea tres veces (s铆, ha le铆do bien, tres veces) m谩s cara que la misma llamada, de igual duraci贸n, de EEUU a Espa帽a. O que las llamadas telef贸nicas por m贸vil sean tambi茅n las m谩s caras de la OCDE. El poder de Endesa y Telef贸nica -entre otras- sobre la clase pol铆tica dominante (en la que incluyo a los pol铆ticos de partidos gobernantes) es enorme. Son responsables de las pol铆ticas p煤blicas menos sensibles a los usuarios (user-unfriendly) que yo conozco. No es solo su abusiva carest铆a sino tambi茅n su comportamiento arrogante, ofensivo al usuario, con pr谩cticas casi mafiosas (y tengo ejemplos de ello), todos ellos indicadores de este poder pol铆tico y que se traduce en su maridaje con tal clase pol铆tica. Vean la composici贸n de sus grupos de asesor铆a, consultor铆a o gesti贸n y ver谩n las caracter铆sticas de este maridaje.
La necesidad de rebelarse ante esta situaci贸n antidemocr谩tica
Cualquier persona con sensibilidad democr谩tica en Espa帽a (independientemente de sus posturas ideol贸gicas y pertenencia pol铆tica) deber铆a rebelarse frente a esta situaci贸n. En nuestro pa铆s, cualquier progreso democr谩tico que ha ocurrido ha sido resultado de las movilizaciones populares que en muchas ocasiones ha recurrido a la desobediencia civil, dejando de respetar leyes que traducen e imponen un comportamiento antidemocr谩tico que debe ser cuestionado y desobedecido. Las movilizaciones de los a帽os setenta en contra de la dictadura que forzaron el fin de aquel r茅gimen fue el caso m谩s claro de la necesidad y eficacia de tales movilizaciones. Nos encontramos hoy en una situaci贸n parecida en que los gobiernos en Espa帽a est谩n llevando a cabo pol铆ticas altamente impopulares por las cuales carecen de un mandato popular que justifiquen su imposici贸n.
De ah铆 la necesidad de movilizarse. El ejemplo m谩s reciente de estas movilizaciones prodemocracia fueron las del movimiento 15M que pusieron en el centro de la atenci贸n pol铆tica la baja calidad del sistema democr谩tico espa帽ol. Sus esl贸ganes (“no hay pan para tanto chorizo” o “no nos representan” o “no os dejaremos dormir si no nos dej谩is so帽ar”, por ejemplo) pronto se convirtieron en gu铆as de la protesta popular, gozando de amplia popularidad y aceptaci贸n, incluso entre los votantes y simpatizantes de las derechas (partidos conservadores y/o liberales). En contra de lo que el establishment medi谩tico constantemente se帽ala, el movimiento 15M ha sido enormemente exitoso pues ha dado origen a muchos otros movimientos. Su radicalidad, su denuncia y la originalidad de sus propuestas han creado precedentes, empoderando a la poblaci贸n y anim谩ndola a que dejen de tener miedo al poder financiero y econ贸mico que domina al poder pol铆tico. Ha contribuido as铆 a crear un clima de protesta, mostrando “la desnudez del rey”, es decir, mostrando tal establishment, que se autodefini贸 como democr谩tico, por lo que es: la utilizaci贸n de las instituciones llamadas representativas para llevar a cabo pr谩cticas claramente antidemocr谩ticas. Son “lo que mandan” los que abusan y niegan la democracia, no los que protestan. Estos 煤ltimos son los que est谩n defendiendo a la democracia, denunciando su incumplimiento.
La necesidad del escrache
Una de las 煤ltimas manifestaciones en defensa de la democracia es el movimiento de protesta Plataforma de Afectados por la Hipoteca, PAH, que ha escandalizado a las voces conservadoras tanto en Catalunya como en el resto de Espa帽a. Las derechas catalanas y espa帽olas (pero tambi茅n para verg眉enza de la mayor铆a de sus bases algunas voces de las izquierdas) han tenido la osad铆a que denunciar que tales manifestaciones son antidemocr谩ticas e intolerables en una democracia (mostrando en tal acusaci贸n la ignorancia de lo que ocurre en otros pa铆ses de mayor solidez democr谩tica. En Estados Unidos las manifestaciones en contra de los banqueros y de sus pol铆ticos, en sus lugares de residencia y veraneo, es una constante en la vida pol铆tica de aquel pa铆s), indicando que van en contra del esp铆ritu democr谩tico que deber铆a prevalecer en nuestra sociedad. El primer comentario que tales declaraciones generan es el de denuncia por su incoherencia y/o hipocres铆a. ¿Qu茅 hicieron tales voces frente al desahucio de familias enteras por orden bancaria? En realidad muchas de ellas, bien por activa o por pasiva, contribuyeron a que tales desahucios tomaran lugar.
El movimiento PAH vio, como despu茅s de la recogida de m谩s de un mill贸n y medio de firmas en su Iniciativa Legislativa Popular, y tras la aprobaci贸n por parte de todos los partidos pol铆ticos representados en las Cortes, excepto el PP, 茅ste vet贸 la iniciativa, negando la daci贸n en pago universal (una medida que evita que el hipotecado pierda su casa y contin煤e pag谩ndola con una deuda de por vida debido a la ca铆da del precio de la vivienda) respondiendo, una vez m谩s, a los intereses de la Banca en contra de los intereses de la poblaci贸n. Y tambi茅n en contra del parecer de la gran mayor铆a de la poblaci贸n incluyendo la mayor铆a de sus votantes que apoyan tal medida. Y cuando se denuncia a los representantes de tal partido pol铆tico por ir en contra de la opini贸n de la mayor铆a de la ciudadan铆a, el presidente Rajoy tiene la desfachatez de acusar al PAH de antidemocr谩tico.
Es de aplaudir que tal movimiento fuera al domicilio de aquellos pol铆ticos (lo que se llama escrache) que, con sus votos, han hecho posible tal insulto a la democracia, para denunciarlos y avergonzarles de su comportamiento. El argumento de que molestan a los familiares de los pol铆ticos muestra su propia insensibilidad frente al enorme da帽o hecho a familias enteras, incluyendo ni帽os e infantes. Exigen respeto a ellos cuando sus propios actos muestran su carencia de mera sensibilidad humana a las v铆ctimas de sus decisiones.
El linchamiento medi谩tico a sus dirigentes, como Ada Colau, es parte de una estrategia de represi贸n que es la respuesta del establishment pol铆tico-medi谩tico, autodefinido como democr谩tico, frente a aquellos movimiento que exigen, con raz贸n, cambios en el proceso de decisi贸n no democr谩tico que ocurre en las instituciones representativas. Martin Luther King (MLK) tambi茅n fue linchado medi谩ticamente en EEUU, y perseguido por el Estado federal y el FBI (la polic铆a federal). Hoy el d铆a MLK es fiesta nacional. La democracia siempre ha requerido movimientos que cuestionen y denuncien sus carencias. Y en Espa帽a, hay enormes carencias. Tal movimiento y sus comportamientos de agitaciones sociales requieren un apoyo de todas las personas democr谩ticas de este pa铆s. En realidad el gran rechazo que han provocado en las estructuras antidemocr谩ticas de poder es la mayor prueba de que van por el mejor camino.
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La enorme fuerza que las derechas tuvieron sobre el Estado espa帽ol en el proceso de Transici贸n de la dictadura a la democracia (err贸neamente definido por el establishment pol铆tico y medi谩tico como mod茅lico) produjo una democracia muy limitada e incompleta, causa del enorme retraso social de Espa帽a. Despu茅s de m谩s de treinta a帽os viviendo bajo esta democracia, Espa帽a todav铆a tiene el gasto p煤blico social por habitante m谩s bajo de la UE-15, el grupo de pa铆ses de la Uni贸n Europea (UE) de semejante nivel de desarrollo econ贸mico al espa帽ol (ver mi libro Bienestar insuficiente. Democracia Incompleta. De lo que no se habla en nuestro pa铆s. 2002).
Indicadores de las enormes limitaciones de la democracia espa帽ola, caracterizada por su baja calidad, son m煤ltiples e incluyen, desde la limitada diversidad ideol贸gica de sus medios de informaci贸n, a la escasa participaci贸n ciudadana en la gobernanza del pa铆s, limit谩ndola a la posibilidad de votar sus representantes (dentro de un proceso electoral muy poco representativo) cada cuatro a帽os, sin ninguna posibilidad de recurso cuando tales representantes incumplen sus promesas, situaci贸n que ha alcanzado su m谩xima expresi贸n en el gobierno actual del Partido Popular presidido por el Sr. Rajoy.
Una consecuencia de esta situaci贸n es el enorme poder que los poderes f谩cticos tienen sobre tales representantes pol铆ticos, incluyendo entre ellos las entidades financieras y empresariales que dominan el proceso de decisiones pol铆ticas garantizando el mantenimiento de sus privilegios a costa del bienestar de la ciudadan铆a. La extensi贸n de tal dominio es 煤nica en las democracias occidentales y es motivo de atenci贸n e incluso denuncia a nivel internacional (m谩s que a nivel nacional). Ejemplos hay m煤ltiples. El m谩s reciente es la decisi贸n del Tribunal de Justicia Europeo que ha indicado que la Banca en Espa帽a tiene un excesivo poder legislativo que se traduce en una situaci贸n abusiva para las personas que tienen una hipoteca y que en un momento concreto de su vida no pueden pagarla. Vivo parte del a帽o en EEUU, y cuando un ciudadano en aquel pa铆s no puede pagar una hipoteca, devuelve las llaves al banco y se olvida de la hipoteca. No as铆 en nuestro pa铆s donde tal ciudadano y/o aquella persona que avala la hipoteca tendr谩n que continuar pag谩ndola por el resto de su vida. Es un ejemplo de hasta qu茅 punto la Banca tiene poder en Espa帽a, poder que se ha visto tambi茅n en la ayuda p煤blica a la Banca (que ha supuesto un enorme drenaje de los fondos del Estado) o el compromiso adquirido por el Estado, aprobado por los llamados representantes del pueblo espa帽ol, de que la categor铆a m谩s importante en las decisiones presupuestarias del Estado espa帽ol, sea la de pagar los intereses a la Banca (m谩s importante que cualquier otro 铆tem en el presupuesto).
Otros ejemplos del gran poder que tales grupos financieros y empresariales tienen en Espa帽a (sin parang贸n en la UE) es el excesivo poder pol铆tico de las empresas energ茅ticas y de comunicaci贸n que explican que la energ铆a el茅ctrica sea la m谩s cara en la OCDE (el grupo de pa铆ses m谩s ricos del mundo) o que una llamada telef贸nica de Espa帽a a EEUU sea tres veces (s铆, ha le铆do bien, tres veces) m谩s cara que la misma llamada, de igual duraci贸n, de EEUU a Espa帽a. O que las llamadas telef贸nicas por m贸vil sean tambi茅n las m谩s caras de la OCDE. El poder de Endesa y Telef贸nica -entre otras- sobre la clase pol铆tica dominante (en la que incluyo a los pol铆ticos de partidos gobernantes) es enorme. Son responsables de las pol铆ticas p煤blicas menos sensibles a los usuarios (user-unfriendly) que yo conozco. No es solo su abusiva carest铆a sino tambi茅n su comportamiento arrogante, ofensivo al usuario, con pr谩cticas casi mafiosas (y tengo ejemplos de ello), todos ellos indicadores de este poder pol铆tico y que se traduce en su maridaje con tal clase pol铆tica. Vean la composici贸n de sus grupos de asesor铆a, consultor铆a o gesti贸n y ver谩n las caracter铆sticas de este maridaje.
La necesidad de rebelarse ante esta situaci贸n antidemocr谩tica
Cualquier persona con sensibilidad democr谩tica en Espa帽a (independientemente de sus posturas ideol贸gicas y pertenencia pol铆tica) deber铆a rebelarse frente a esta situaci贸n. En nuestro pa铆s, cualquier progreso democr谩tico que ha ocurrido ha sido resultado de las movilizaciones populares que en muchas ocasiones ha recurrido a la desobediencia civil, dejando de respetar leyes que traducen e imponen un comportamiento antidemocr谩tico que debe ser cuestionado y desobedecido. Las movilizaciones de los a帽os setenta en contra de la dictadura que forzaron el fin de aquel r茅gimen fue el caso m谩s claro de la necesidad y eficacia de tales movilizaciones. Nos encontramos hoy en una situaci贸n parecida en que los gobiernos en Espa帽a est谩n llevando a cabo pol铆ticas altamente impopulares por las cuales carecen de un mandato popular que justifiquen su imposici贸n.
De ah铆 la necesidad de movilizarse. El ejemplo m谩s reciente de estas movilizaciones prodemocracia fueron las del movimiento 15M que pusieron en el centro de la atenci贸n pol铆tica la baja calidad del sistema democr谩tico espa帽ol. Sus esl贸ganes (“no hay pan para tanto chorizo” o “no nos representan” o “no os dejaremos dormir si no nos dej谩is so帽ar”, por ejemplo) pronto se convirtieron en gu铆as de la protesta popular, gozando de amplia popularidad y aceptaci贸n, incluso entre los votantes y simpatizantes de las derechas (partidos conservadores y/o liberales). En contra de lo que el establishment medi谩tico constantemente se帽ala, el movimiento 15M ha sido enormemente exitoso pues ha dado origen a muchos otros movimientos. Su radicalidad, su denuncia y la originalidad de sus propuestas han creado precedentes, empoderando a la poblaci贸n y anim谩ndola a que dejen de tener miedo al poder financiero y econ贸mico que domina al poder pol铆tico. Ha contribuido as铆 a crear un clima de protesta, mostrando “la desnudez del rey”, es decir, mostrando tal establishment, que se autodefini贸 como democr谩tico, por lo que es: la utilizaci贸n de las instituciones llamadas representativas para llevar a cabo pr谩cticas claramente antidemocr谩ticas. Son “lo que mandan” los que abusan y niegan la democracia, no los que protestan. Estos 煤ltimos son los que est谩n defendiendo a la democracia, denunciando su incumplimiento.
La necesidad del escrache
Una de las 煤ltimas manifestaciones en defensa de la democracia es el movimiento de protesta Plataforma de Afectados por la Hipoteca, PAH, que ha escandalizado a las voces conservadoras tanto en Catalunya como en el resto de Espa帽a. Las derechas catalanas y espa帽olas (pero tambi茅n para verg眉enza de la mayor铆a de sus bases algunas voces de las izquierdas) han tenido la osad铆a que denunciar que tales manifestaciones son antidemocr谩ticas e intolerables en una democracia (mostrando en tal acusaci贸n la ignorancia de lo que ocurre en otros pa铆ses de mayor solidez democr谩tica. En Estados Unidos las manifestaciones en contra de los banqueros y de sus pol铆ticos, en sus lugares de residencia y veraneo, es una constante en la vida pol铆tica de aquel pa铆s), indicando que van en contra del esp铆ritu democr谩tico que deber铆a prevalecer en nuestra sociedad. El primer comentario que tales declaraciones generan es el de denuncia por su incoherencia y/o hipocres铆a. ¿Qu茅 hicieron tales voces frente al desahucio de familias enteras por orden bancaria? En realidad muchas de ellas, bien por activa o por pasiva, contribuyeron a que tales desahucios tomaran lugar.
El movimiento PAH vio, como despu茅s de la recogida de m谩s de un mill贸n y medio de firmas en su Iniciativa Legislativa Popular, y tras la aprobaci贸n por parte de todos los partidos pol铆ticos representados en las Cortes, excepto el PP, 茅ste vet贸 la iniciativa, negando la daci贸n en pago universal (una medida que evita que el hipotecado pierda su casa y contin煤e pag谩ndola con una deuda de por vida debido a la ca铆da del precio de la vivienda) respondiendo, una vez m谩s, a los intereses de la Banca en contra de los intereses de la poblaci贸n. Y tambi茅n en contra del parecer de la gran mayor铆a de la poblaci贸n incluyendo la mayor铆a de sus votantes que apoyan tal medida. Y cuando se denuncia a los representantes de tal partido pol铆tico por ir en contra de la opini贸n de la mayor铆a de la ciudadan铆a, el presidente Rajoy tiene la desfachatez de acusar al PAH de antidemocr谩tico.
Es de aplaudir que tal movimiento fuera al domicilio de aquellos pol铆ticos (lo que se llama escrache) que, con sus votos, han hecho posible tal insulto a la democracia, para denunciarlos y avergonzarles de su comportamiento. El argumento de que molestan a los familiares de los pol铆ticos muestra su propia insensibilidad frente al enorme da帽o hecho a familias enteras, incluyendo ni帽os e infantes. Exigen respeto a ellos cuando sus propios actos muestran su carencia de mera sensibilidad humana a las v铆ctimas de sus decisiones.
El linchamiento medi谩tico a sus dirigentes, como Ada Colau, es parte de una estrategia de represi贸n que es la respuesta del establishment pol铆tico-medi谩tico, autodefinido como democr谩tico, frente a aquellos movimiento que exigen, con raz贸n, cambios en el proceso de decisi贸n no democr谩tico que ocurre en las instituciones representativas. Martin Luther King (MLK) tambi茅n fue linchado medi谩ticamente en EEUU, y perseguido por el Estado federal y el FBI (la polic铆a federal). Hoy el d铆a MLK es fiesta nacional. La democracia siempre ha requerido movimientos que cuestionen y denuncien sus carencias. Y en Espa帽a, hay enormes carencias. Tal movimiento y sus comportamientos de agitaciones sociales requieren un apoyo de todas las personas democr谩ticas de este pa铆s. En realidad el gran rechazo que han provocado en las estructuras antidemocr谩ticas de poder es la mayor prueba de que van por el mejor camino.
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