OPINI脫N de Carlos Carnicero.- Cada d铆a, al amanecer, inspecciono la prensa sin esperanza de encontrar otra cosa que m谩s de lo mismo. Agosto comienza su trabajo anest茅sico y los ciudadanos del hemisferio norte buscan las playas y los r铆os para huir de este calor infernal que el cambio clim谩tico se empe帽a en profundizar.
Las redacciones se vac铆an; quedan de guardia los que menos antig眉edad tienen si es que algunos tienen antig眉edad. Los kioscos de prensa cierran por una falta m谩s acentuada de los pocos lectores que quedan de la prensa de papel. M谩s de lo mismo: Israel profundiza su ofensiva en una Gaza que es ya un remake del Ghetto de Varsovia. La indiferencia mundial es la misma frente al exterminio de los jud铆os en Varsovia y en toda Europa que la que Israel lleva a cabo en Palestina. Bueno, hay diferencias importantes, pero tambi茅n semejanzas dram谩ticas.
El odio a los jud铆os animado por las convicciones racistas del III Reich ten铆a un tecnolog铆a de exterminio, aparentemente encubierta, cuyo destino era la “soluci贸n final”, la eliminaci贸n de toda la poblaci贸n jud铆a. Racismo en estado puro y extremo. Probablemente la peor barbarie de la historia. Los jud铆os, para Hitler no eran personas; los palestinos, para Israel, tampoco lo son.
Del Ghetto de Varsovia no se pod铆a salir. No hab铆a alimentos ni medicinas. No hab铆a otra esperanza que esperar el traslado en trenes de ganado a los campos de la muerte.
En Gaza no hay medicinas ni alimentos. No se respeta a la poblaci贸n civil y las acciones del ej茅rcito de Israel, uno de los m谩s poderosos del mundo, que cuenta con el respaldo incondicional de Estados Unidos, ataca escuelas, centros protegidos por la ONU, y cualquier objetivo civil. Los ni帽os mueren por centenares. No hay piedad.
La insurrecci贸n de los jud铆os del Ghetto de Varsovia tuvo y tiene toda la legitimidad 茅tica. Cualquier cosa que hubieran hecho en su lucha por la dignidad y la supervivencia hubiera tenido legitimaci贸n y justificaci贸n ante la historia. Sin embargo no mataban alemanes civiles ni ni帽os. Aquellos jud铆os heroicos luchaban para sobrevivir pero no comet铆an desmanes contra inocentes.
Antes y durante la II Guerra mundial, los jud铆os, su exterminio, no fue nunca invocado como una de las razones de occidente en su guerra con Alemania. Hay testimonios hist贸ricos de que el Vaticano conoc铆a con detalle el exterminio jud铆o. No hubo reacci贸n de la Iglesia Cat贸lica ni siquiera ret贸rica. Los ciudadanos de la propia Alemania asistieron a la progresi贸n de la persecuci贸n jud铆a con pasividad o complicidad. No hubo, ni siquiera, conatos de piedad.
La poca resistencia interna contra Hitler no tuvo un 谩pice de motivaci贸n en el apoyo a la poblaci贸n jud铆a.
Ahora pasan algunas cosas que tienen mucha semejanza, con el sarcasmo de la historia de que las v铆ctimas son ahora verdugos. Quiz谩 se juzgue esto como una hip茅rbole, pero con las diferencias de esencia, motivaci贸n y tiempo hist贸rico, las semejanzas son irresistibles.
El mundo 谩rabe, dividido, cierra los ojos ante la masacre del pueblo palestino. Ellos, los palestinos, son los jud铆os del mundo 谩rabe, a los que nadie tiene cari帽o, respeto o consideraci贸n. Estados Unidos bloquea cualquier resoluci贸n que pueda contradecir los deseos de Israel, quien incumple sistem谩ticamente todas las resoluciones de la Asamblea General.
Claro que Hamas es un movimiento de provocaci贸n que crece con sus propios desmanes. ETA era un movimiento terrorista en Espa帽a que puso en riesgo la pervivencia de la democracia en este pa铆s. Y el GAL y los cr铆menes de estado fueron juzgados y sancionados como cr铆menes y abusos de poder, en coherencia con el principio de la proporcionalidad en la defensa de la ley y con el de que los fines no justifican los medios.
Ma帽ana me despertar茅 con una nueva cifra de asesinados por el Estado de Israel en su in煤til, cruel e ilegal ofensiva de Gaza. Me encontrar茅 con los mismos silencios c贸mplices de los organismos internacionales, de la Uni贸n Europea y de los partidos pol铆ticos espa帽oles. Con la indiferencia de los ciudadanos del mundo, quedesde un sustrato racista tienen sumido en el subconsciente que los palestinos no se acercan ni de lejos a los derechos de los ciudadanos de los pa铆ses desarrollados. Los palestinos de hoy, como los jud铆os de ayer, no tienen quien se interese por ellos. En eso, la historia, de la forma m谩s cruel, ha unido por los lazos de sangre del racismo a dos pueblos, el palestino y el jud铆o, con el cambio de roles insoportable que ha convertido a las v铆ctimas de ayer en los verdugos de hoy.
Cierro la prensa de la ma帽ana sumido en una profunda indignaci贸n y tristeza, sobre todo al observar el silencio y la complicidad de muchos intelectuales jud铆os que han tenido mi respeto hasta que la cobard铆a o algo peor les ha hecho asumir el rol de los verdugos que tanto repudiaban.
PD: El embajador de Israel en Espa帽a, Hamutal Rogel, ha cargado contra Yolanda 脕lvarez corresponsal de TVE, en Israel, no solo interfiriendo su trabajo de informar sobre la ofensiva de ese pa铆s en Gaza, sino provocando que la direcci贸n de TVE desplace a la corresponsal a Jerusal茅n, donde solo tenga la propaganda oficial. Quien informa con m铆nima objetividad sufre las represalias de ese poderoso estado que es Israel.