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Podemos y los efectos de la Revoluci贸n Rusa

OPINI脫N de Joan del Alc脿zar.- Irrumpieron con fuerza en las elecciones europeas y desde entonces no han hecho m谩s que subir y subir en la intenci贸n de voto. Hasta el punto que hay encuestas que los sit煤an primeros en alguna demarcaci贸n electoral regional y segundos o terceros en el total del territorio espa帽ol. Y siguen subiendo.

Lo han hecho con descaro, con soberbia incluso. Se presentan como una enmienda a la totalidad de lo existente, y se postulan como el ant铆doto contra lo que llaman la Casta. Como tal definen al mundo pol铆tico en general, excepto alguna cosa que dir铆a aqu茅l. Sus dirigentes, l茅ase fundamentalmente el triunvirato Iglesias, Monedero y Errej贸n, llevan semanas compareciendo ante los medios, pontificando sobre lo divino y lo humano.

Y claro, han metido la pata hasta el corvej贸n, que dir铆a el castizo. No en esto o aquello, sino en muchas cosas. Fundamentalmente en censurar casi todo a casi todos, y en cuanto a ellos mismos en hablar y hablar sin decir mucho. En otras ocasiones han apuntado ideas que han levantado ampollas, sospechas o dudas. Y, por supuesto, en mucha gente tambi茅n esperanzas, ilusiones y ganas de apoyarlos.

Parecen sorprendidos por las cr铆ticas, pero ¿qu茅 esperaban? Los est谩n sometiendo a un bombardeo con napalm. Desde los partidos mayoritarios les est谩n escrutando hasta el color de la ropa interior, y desde los medios de comunicaci贸n les est谩n aplicando un tercer grado implacable. No digamos ya la prensa basura, esa est谩 haciendo su papel de difamarlos y de acusarlos pr谩cticamente de todos los delitos del C贸digo Penal. Nadie, ning煤n dirigente pol铆tico se expone a los focos como estos muchachos est谩n haciendo. Pero ellos lo han querido. Torpemente, ingenuamente. Un ejemplo de c贸mo la extrema soberbia puede convertirte en un pardillo de campeonato.

Las redes sociales braman a favor y en contra de Podemos. Detractores y partidarios se acusan mutuamente de todo. Y todos tienen parte de raz贸n. Los primeros se han rasgado las vestiduras con el contrato de Errej贸n en la Universidad de M谩laga. Los segundos se quejan de que hay desatada una campa帽a brutal contra ellos.

Lo de Errej贸n parece de traca. En un pa铆s en el que los millones van que vuelan, en el que las dietas y los viajes, las comisiones, el fraude a Hacienda y los sobresueldos, son cosa corriente y moliente, se crucifica a un joven sobradamente preparado por haber mantenido durante seis meses un trabajo precario incompatible con su actividad pol铆tica. Es escandaloso. Pero, por otra parte, ¿qu茅 pod铆an esperar de aquellos a los que han denigrado llam谩ndoles Casta del obsoleto y corrupto R茅gimen del 78? Pues eso, que en cuanto han encontrado munici贸n han disparado sin piedad contra ellos. Ahora ya saben c贸mo van a ir las cosas: que no pierdan ni el bonob煤s, que van a tener que aguantar el ser escrutados con lupa, con microscopio por el Poder realmente existente.

Podemos ha sido un terremoto pol铆tico que ha tenido, y puede seguir teniendo, efectos ben茅ficos para una actualizaci贸n del sistema pol铆tico espa帽ol. Han puesto el existente, el que efectivamente procede del 78, patas arriba. Y eso es muy bueno porque la podredumbre del mismo nos llega m谩s arriba de la barbilla. Urge esa actualizaci贸n del sistema, y urge que se instale un antivirus [de la corrupci贸n y de otros vicios p煤blicos] que sea muy, muy potente. La gente de Podemos puede facilitar que ese proceso se produzca.

Ser铆a conveniente antes, eso s铆, que definieran mejor sus objetivos y que su an谩lisis de la situaci贸n tuviera m谩s finura. No pueden, no deber铆an censurar y descalificar todo y a todos. Ni es inteligente ni es justo. No debieran prometer cosas que dudan que puedan cumplir, al menos mientras no puedan explicar el c贸mo lo har谩n con pelos y se帽ales. Debieran tener mucho cuidado con algunos objetivos particularmente sensibles: los medios de comunicaci贸n privados, la OTAN, el patriotismo [concepto que habr铆a que definir, que chirr铆a entre la izquierda] y la idea de Espa帽a, la ense帽anza concertada, la renta b谩sica… etc.

Que Iglesias le dijera a Ana Pastor cuatro veces que antes de saber qu茅 van a hacer se sentar谩n a hablar con los actores implicados [los aut贸nomos, los bancos de las hipotecas, la ense帽anza, la sanidad] denot贸 impericia e ingenuidad. Es verdad que no se le puede pedir un programa detallado a un partido que acaba de nacer y, menos, a medio a帽o de las elecciones. No lo es menos que, como se presentan como unos empollones sabihondos, dan a entender que lo tienen todo claro y definido.

Hay que darles tiempo a los de Podemos, y ellos han de auto conced茅rselo. Mientras, un poco menos de arrogancia y un mucho m谩s de modestia les vendr铆an de perlas. Tienen mucho que aportar. Han despertado la esperanza pol铆tica de much铆sima gente, de millones de personas [electores hastiados muchos de ellos, abstencionistas confesos otros] y han acumulado un impresionante capital pol铆tico. Ojal谩 no lo pierdan est煤pidamente por errores como los de las 煤ltimas semanas.

Muchos de los que no sintonizan con ellos, ni con sus excesos o sus indefiniciones, simpatizan con su frescura y su descaro. Y con sus ganas de actualizar verdaderamente el sistema. Cuando los lobos de la caverna medi谩tica a煤llan en las tertulias, cuando los pol铆ticos profesionales del poder braman en sus m铆tines, mucha gente de a pie reacciona de forma parecida a como casi cien a帽os atr谩s lo hicieron dos dirigentes catalanes de la CNT [Congreso de 1919], Manuel Buenacasa y Eusebio Carb贸, a prop贸sito de la Revoluci贸n Rusa. Ambos centraban entonces su cr铆tica en los socialistas, mientras que ahora debe abrirse mucho m谩s el abanico. Dec铆a el primero: “Puesto que los socialistas no lo han hecho, nosotros que no somos socialistas, debemos estar un谩nimemente de acuerdo para apoyar la Revoluci贸n Rusa, pero no con palabras, sino con hechos”. Carb贸, por su parte, insist铆a en la idea: “Otra nota simp谩tica que recojo del movimiento ruso en su relaci贸n con nuestro pa铆s. ¿Sab茅is cu谩l es? […] Es algo que surge espont谩neo de mis entra帽as, que me ha sublevado muchas veces; una de las cosas que me han dicho a m铆 que el movimiento ruso val铆a mucho, a煤n sin tener documentos donde apreciarlo exactamente, ha sido la circunstancia de haber visto a los socialistas espa帽oles cubrirlo, por espacio de tres a帽os, de ignominia, de verg眉enza y de descr茅dito”.

Algo as铆 le est谩 pasando a mucha gente. Solo por los ataques, insultos y descalificaciones, Podemos sigue y sigue sumando simpat铆as y, quiz谩, votos y votos en las pr贸ximas elecciones.

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