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Venezuela. La crisis como remedio

OPINI脫N de Carola Ch谩vez, Venezuela.- Voy a hacer un ejercicio de ingenuidad que, quiz谩, no sea tan ingenuo: hablemos de crisis comparando mis finanzas familiares con las finanzas del Estado. La voy a llamar crisis porque mi ingenuidad no admite eufemismos y me dice que para enfrentar cualquier cosa hay que saber qu茅 se enfrenta y para eso lo mejor es quitar todo maquillaje.

El precio del petr贸leo cae y nuestro presupuesto se aprieta y mucho. Algunos se frotan las manos mezquinas celebrando un colapso que desde hace quince a帽os anticipan y nunca llega. Otros nos preocupamos, y es un buen principio porque la preocupaci贸n indica que reconocemos que hay una situaci贸n que debemos enfrentar, pero esto no basta: ahora hay que tomar desiciones y ya esto se me est谩 pareciendo a un texto de autoayuda muy a pesar de mi misma, pero sigamos porque aqu铆, adem谩s, me voy a poner autobiogr谩fica.

Despu茅s una vida holgada, m谩s que holgada, excesiva, me toc贸 vivir un fruct铆fero tiempo de pelaz贸n. Digo fruct铆fero porque fue la pelaz贸n la que me oblig贸 a pensar y repensarme, a inventar y reinventarme, porque cuando el agua sube al cuello, aunque uno no sepa nadar, por lo menos patalea. Bendito sea el pataleo que me condujo a una especie de proceso forzoso de reorganizaci贸n de estructuras que finalmente nos acerc贸, a mi y a mi familia, un poco m谩s a la libertad.

En mi nueva situaci贸n de austeridad descubr铆 que sab铆a hacer muchas cosas que cre铆a que no sab铆a hacer, entonces las hice. Adem谩s tuve que sentarme a sacar cuentas en serio, as铆 que pein茅 mi presupuesto y con cada pasada del peine ca铆an gastos in煤tiles, costosos, pesados, que la abundancia me hab铆a impuesto con el cuentico de “la calidad de vida”. Pein茅, pein茅, pein茅 y libre de pendejadas in煤tiles que simulan bienestar, fue cuando mi vida realmente empez贸 a ser de calidad.

Con el Estado pasa lo mismo: La abundancia tantas veces nos permite equivocarnos, total, ma帽ana habr谩 otra vez con qu茅 pagar los errores. Ahora no habr谩 con qu茅 pagarlos as铆 que se impone caminar con los ojos bien abiertos, midiendo cada paso, sin distracciones. Por eso me alegra que Nicol谩s, mi Presidente, diga que la crisis del petr贸leo es una oportunidad para crecer. Eso me dice que lo tiene claro. Yo, ya-lo-he-vividomente, s茅 que si la aprovechamos, el 2015 ser谩 un a帽o victorioso.

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