OPINIÓN de Carola Chávez, Venezuela.- Con la visita de la comisión de Unasur a nuestro país, saltó la oposición y llovieron las declaraciones:
Capriles, el mismo un día que llamó a los países miembros de Unasur, “países chulos”, siempre ocurrente y chisporroteante, le dijo que Samper debería ir a un supermercado, supongo que para que viera que no hay papel tualé y se convenza de que este gobierno merece un golpe sangriento con “tucanos y tucanas”.
Maria Corina Machado, denunció indignada que la oferta de apoyo en la distribución de alimentos hecha por Unasur es una confesión de parcialidad, o sea, que ayudar a abastecer los mercados es ponerse del lado de un gobierno malvado que se empeña en que los alimentos lleguen a la gente para así atornillarse forever en el poder. Pero claro, no hay guerra económica, noooo…
Chuo, el pobre Chuo, que fue designado como secretario general de la MUD, pero no como vocero, no señor, sino como “encargado de los procesos administrativos”, según nos explicó en su momento Ramos Allup; y sobre todo, para que le diera un look de barrio al sifrinaje político, se quejó de que no lo invitaron a la reunión entre la comisión de Unasur y los partidos de oposición. Así que se fue a las puertas de la nunciatura, donde se realizó el encuentro, a armar su zaperoco, y mientras los dirigentes de los partidos que conforman la Mesa entraban sin saludarlo; Chuo declaró que “el provocador ” Samper no había invitado a la MUD, o sea, a él, a modo de trampa, “para que la reacción de la oposición venezolana fuera no asistir a esta reunión y luego decirle al mundo que nosotros no queremos conversar”.
Tristemente para Chuo, no hubo tal reacción. Los convocados asistieron y al él ni lo ignoraron, y para colmo, al salir de la reunión, para sorpresa de nadie, declararon que no iban a dialogar. O sea, Chuo…
Y uno se pregunta por qué tanta rabieta. La respuesta está en esta declaración: “Todos los Estados miembros de Unasur, sin excepción, en desarrollo del Tratado Constitutivo, rechazan cualquier intento de desestabilización democrática de orden externo o interno en el hermano país. Los tres principios capitulares de Unasur son: mantener a la Región como una zona de paz, la preservación de los derechos humanos y la defensa de la democracia. Todos los países de Unasur están cerrados con la defensa de la continuidad democrática en Venezuela”.
¿Que Unasur no avalaría un golpe de estado, ni la desestabilización y ¡peor!, pretende mantener la paz? Como siempre, ¡No es no!
En fin, nada nuevo bajo el sol…
