OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.- Lo dec铆a ayer un maravillado Palinuro: Rajoy hab铆a comparecido en p煤blico para afirmar muy enfadado que lo que est谩 pasando es vomitivo, de verg眉enza. O sea que 茅l mismo es vomitivo y de verg眉enza porque no est谩 pasando nada de lo que 茅l m谩s que nadie no sea responsable. La corrupci贸n, en definitiva, por mencionar el t茅rmino que hoy est谩 en boca de todos y en la (sucia) conciencia de muchos. Entre ellos, 茅l, que consagr贸 como tesorero al vomitivo B谩rcenas, que tuvo en su gobierno durante a帽os a la verg眉enza de Mato, que hizo nombrar presidente de Cajamadrid al supervomitivo Rato. 脡l, que estuvo veinte a帽os cobrando sobresueldos, al parecer, mientras recomendaba austeridad a los dem谩s y gimoteaba falsamente que no llegaba a fin de mes.
Ya ni siquiera disimula. Ha olvidado sus frecuentes proclamas de abanderar la lucha contra la corrupci贸n en Espa帽a. Obvio. No puede hacerlo porque la corrupci贸n es 茅l, su gobierno y su partido. As铆 que, hoy por hoy, la lucha citada y la regeneraci贸n democr谩tica consisten en no responder de nada de lo que le afecte a 茅l personalmente y parapetarse tras su mayor铆a en el Congreso para no comparecer jam谩s e insultar, como se ve, a sus compadres de faenas que, no siendo presidentes del gobierno, andan de juzgado en juzgado, como podr铆a andar y quiz谩 lo haga en el futuro el mismo Rajoy.
Se acabaron las bromas. ¿Explicaciones? Cero. ¿Rendici贸n de cuentas? ¿De qu茅 cuentas, las de la caja A, las de la B, las de los suizos o las de los falcianos? Punto en boca. El PSOE pide una investigaci贸n sobre el caso Pujalte. No ha lugar, responde la mayor铆a del PP, dado que su actividad era legal. Como legal ser铆a, sin duda, la ingenier铆a fiscal de la esposa del presidente del Congreso que, hace unos a帽os, consigui贸 quebrar un banco, haza帽a que solo han emulado despu茅s escasos genios, como Blesa o Rato.
Lleno de paciencia, el PSOE pedir谩 ahora otra investigaci贸n sobre el otro murcianito, Trillo, actual embajador en Londres, que se embols贸 una pastuqui siendo diputado por asesorar a un empresario al que luego el gobierno de Castilla y Le贸n, en el que el hermano del murcianito es alto funcionario, otorg贸 unos suculentos contratos p煤blicos. Legal, por supuesto, y hasta 茅tico, pues ¿qu茅 hay m谩s 茅tico y fraterno que un hermano vea con simpat铆a a otro? El PSOE se quedar谩 con un palmo de narices y, con el PSOE, el conjunto de la poblaci贸n espa帽ola que querr谩 saber c贸mo est谩 el pa铆s representado en Londres por un individuo de esta cala帽a.
Esta losa de la corrupci贸n ha sepultado al gobierno, haga lo que haga y diga lo que diga y no podr谩 ya salir ni de noche con luna llena porque hasta la Iglesia le ha clavado una estaca en el coraz贸n en forma de crucifijo. Incluso los curas se le han puesto en contra y los obispos rompen p煤blicamente con las pol铆ticas del PP y piden perd贸n por no haber estado al lado de los pobres. Al margen de si, como dicen algunos, los prelados se han hecho de Podemos, quiz谩 a trav茅s de ese "c铆rculo espiritual", lo cierto es que, cuando un gobierno espa帽ol pierde el apoyo de la Iglesia, tiene los d铆as contados.
Los obispos piden perd贸n por no estar al lado de los pobres. Pues, monse帽ores, el asunto es simple: devuelvan ustedes a la colectividad los bienes que llevan veinte a帽os sustrayendo en forma de inmatriculaciones subrepticias y expoliadoras, vendan ustedes el ingente patrimonio de la Iglesia y rep谩rtanlo entre esos ignorados pobres, renuncien ustedes a la financiaci贸n p煤blica y obliguen al cardenal Rouco a vivir en un piso normal, como todo el mundo y no en una especie de palacio, con un nutrido cuerpo de casa.
En cuanto al gobierno, est谩 claro: ni una explicaci贸n, ni una indagaci贸n, ni una rendici贸n de cuentas. Nada.
Y no solamente no hay que explicar la realidad, sino que corresponde ocultarla. Por eso la se帽ora Aguirre quiere hacer desaparecer a los sin techo de Madrid, muchos de los cuales seguramente lo ser谩n por haber sido desahuciados por las pol铆ticas de la se帽ora Aguirre y dem谩s siniestros 谩ngeles exterminadores del neoliberalismo. Mendigos, fuera. Como cuando Botella: putas fuera. O dentro. En la c谩rcel, por ejemplo, que es lugar al que estos nost谩lgicos de la dictadura gustan de enviar a la gente de la que no gustan. O los inmigrantes, los sin papeles y, luego, qui茅n sabe, los chavales con piercings o los hombres sin corbata.
La gente es muy dada a protestar cuando la explotan, la roban y, adem谩s, se r铆en de ella. Y eso es preciso cortarlo porque, siempre seg煤n Aguirre, con sus protestas ahuyentan el turismo. Adem谩s, a帽ade Fern谩ndez D铆az, no hay limites, se confunde la libertad con el libertinaje y no se respeta el principio de autoridad, ni los s铆mbolos patrios, ni la gloria de Dios. Raz贸n por la cual han regenerado la democracia con una Ley Mordaza, que llaman de Seguridad Ciudadana, una ley que ha sido noticia en la prensa internacional por recordar mucho el esp铆ritu de la Ley de Orden P煤blico de Franco. Una ley que garantiza la impunidad de las fuerzas de seguridad con independencia de la legalidad de su actuaci贸n. Una ley que confiere a la polic铆a facultades discrecionales casi judiciales. Una ley de Estado polic铆a.
Lo que necesita este Estado de corrupci贸n y represi贸n que dice estar regenerando democr谩ticamente un pa铆s al que esquilma, amordaza y reprime. Por eso, para cerrar el c铆rculo, el ministro de Justicia se propone ahora restablecer la censura.
Han tardado cuatro a帽os, pero lo han hecho: ya estamos otra vez en la dictadura.Y, como siempre, una dictadura de mangantes. Y de zumbados. No les extra帽e nada que, aprovechando la llegada de la censura, Fern谩ndez D铆az pida la vuelta de la Inquisici贸n.
Ya ni siquiera disimula. Ha olvidado sus frecuentes proclamas de abanderar la lucha contra la corrupci贸n en Espa帽a. Obvio. No puede hacerlo porque la corrupci贸n es 茅l, su gobierno y su partido. As铆 que, hoy por hoy, la lucha citada y la regeneraci贸n democr谩tica consisten en no responder de nada de lo que le afecte a 茅l personalmente y parapetarse tras su mayor铆a en el Congreso para no comparecer jam谩s e insultar, como se ve, a sus compadres de faenas que, no siendo presidentes del gobierno, andan de juzgado en juzgado, como podr铆a andar y quiz谩 lo haga en el futuro el mismo Rajoy.
Se acabaron las bromas. ¿Explicaciones? Cero. ¿Rendici贸n de cuentas? ¿De qu茅 cuentas, las de la caja A, las de la B, las de los suizos o las de los falcianos? Punto en boca. El PSOE pide una investigaci贸n sobre el caso Pujalte. No ha lugar, responde la mayor铆a del PP, dado que su actividad era legal. Como legal ser铆a, sin duda, la ingenier铆a fiscal de la esposa del presidente del Congreso que, hace unos a帽os, consigui贸 quebrar un banco, haza帽a que solo han emulado despu茅s escasos genios, como Blesa o Rato.
Lleno de paciencia, el PSOE pedir谩 ahora otra investigaci贸n sobre el otro murcianito, Trillo, actual embajador en Londres, que se embols贸 una pastuqui siendo diputado por asesorar a un empresario al que luego el gobierno de Castilla y Le贸n, en el que el hermano del murcianito es alto funcionario, otorg贸 unos suculentos contratos p煤blicos. Legal, por supuesto, y hasta 茅tico, pues ¿qu茅 hay m谩s 茅tico y fraterno que un hermano vea con simpat铆a a otro? El PSOE se quedar谩 con un palmo de narices y, con el PSOE, el conjunto de la poblaci贸n espa帽ola que querr谩 saber c贸mo est谩 el pa铆s representado en Londres por un individuo de esta cala帽a.
Esta losa de la corrupci贸n ha sepultado al gobierno, haga lo que haga y diga lo que diga y no podr谩 ya salir ni de noche con luna llena porque hasta la Iglesia le ha clavado una estaca en el coraz贸n en forma de crucifijo. Incluso los curas se le han puesto en contra y los obispos rompen p煤blicamente con las pol铆ticas del PP y piden perd贸n por no haber estado al lado de los pobres. Al margen de si, como dicen algunos, los prelados se han hecho de Podemos, quiz谩 a trav茅s de ese "c铆rculo espiritual", lo cierto es que, cuando un gobierno espa帽ol pierde el apoyo de la Iglesia, tiene los d铆as contados.
Los obispos piden perd贸n por no estar al lado de los pobres. Pues, monse帽ores, el asunto es simple: devuelvan ustedes a la colectividad los bienes que llevan veinte a帽os sustrayendo en forma de inmatriculaciones subrepticias y expoliadoras, vendan ustedes el ingente patrimonio de la Iglesia y rep谩rtanlo entre esos ignorados pobres, renuncien ustedes a la financiaci贸n p煤blica y obliguen al cardenal Rouco a vivir en un piso normal, como todo el mundo y no en una especie de palacio, con un nutrido cuerpo de casa.
En cuanto al gobierno, est谩 claro: ni una explicaci贸n, ni una indagaci贸n, ni una rendici贸n de cuentas. Nada.
Y no solamente no hay que explicar la realidad, sino que corresponde ocultarla. Por eso la se帽ora Aguirre quiere hacer desaparecer a los sin techo de Madrid, muchos de los cuales seguramente lo ser谩n por haber sido desahuciados por las pol铆ticas de la se帽ora Aguirre y dem谩s siniestros 谩ngeles exterminadores del neoliberalismo. Mendigos, fuera. Como cuando Botella: putas fuera. O dentro. En la c谩rcel, por ejemplo, que es lugar al que estos nost谩lgicos de la dictadura gustan de enviar a la gente de la que no gustan. O los inmigrantes, los sin papeles y, luego, qui茅n sabe, los chavales con piercings o los hombres sin corbata.
La gente es muy dada a protestar cuando la explotan, la roban y, adem谩s, se r铆en de ella. Y eso es preciso cortarlo porque, siempre seg煤n Aguirre, con sus protestas ahuyentan el turismo. Adem谩s, a帽ade Fern谩ndez D铆az, no hay limites, se confunde la libertad con el libertinaje y no se respeta el principio de autoridad, ni los s铆mbolos patrios, ni la gloria de Dios. Raz贸n por la cual han regenerado la democracia con una Ley Mordaza, que llaman de Seguridad Ciudadana, una ley que ha sido noticia en la prensa internacional por recordar mucho el esp铆ritu de la Ley de Orden P煤blico de Franco. Una ley que garantiza la impunidad de las fuerzas de seguridad con independencia de la legalidad de su actuaci贸n. Una ley que confiere a la polic铆a facultades discrecionales casi judiciales. Una ley de Estado polic铆a.
Lo que necesita este Estado de corrupci贸n y represi贸n que dice estar regenerando democr谩ticamente un pa铆s al que esquilma, amordaza y reprime. Por eso, para cerrar el c铆rculo, el ministro de Justicia se propone ahora restablecer la censura.
Han tardado cuatro a帽os, pero lo han hecho: ya estamos otra vez en la dictadura.Y, como siempre, una dictadura de mangantes. Y de zumbados. No les extra帽e nada que, aprovechando la llegada de la censura, Fern谩ndez D铆az pida la vuelta de la Inquisici贸n.
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