OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.- Estos se re铆an de los catalanes porque, a los tres meses de las elecciones, no hab铆an conseguido formar gobierno y solo en el 煤ltimo momento consiguieron pactar y evitar unas elecciones que ninguna de las formaciones independentistas quer铆a. Ahora est谩n ellos en la misma situaci贸n. Las izquierdas no consiguen ponerse de acuerdo para la formaci贸n de un gobierno de progreso.
Todos los que llevamos meses pidiendo la unidad de la izquierda y, especialmente la coalici贸n de PSOE y Podemos, hab铆amos advertido de buena fe contra los elementos que dificultar铆an este proyecto de unidad. Hab铆amos advertido frente al narcisismo de los l铆deres, su falta de consistencia, su actitud insolidaria y revanchista, su incapacidad para negociar, su precipitaci贸n, su demagogia. Pero no hab铆amos tomado en cuenta su indecisi贸n, su ambivalencia, su incapacidad para mantener una l铆nea de acci贸n, su afici贸n a la ambig眉edad.
Porque ¿qu茅 es exactamente lo que impide que las izquierdas se entiendan? Parece bastante claro: que, al menos por parte del PSOE y de Podemos no hay voluntad de entendimiento. Ambos ponen dificultades y obst谩culos para impedir el acuerdo pero sin decirlo claramente. De un lado, el PSOE juega con la posibilidad de la cuadratura del c铆rculo, sosteniendo que puede haber alg煤n tipo de coalici贸n que lo incluya a 茅l, a C's y al resto de la izquierda, cosa que este resto no da por posible. A su vez, Podemos insiste en mantener sus exigencias, sabiendo que el PSOE no las considera asumibles. Y los dos se dispensan un trato mutuo bastante inaceptable.
En el fondo, los dos partidos, PSOE y Podemos, que andan busc谩ndose las cosquillas rec铆procamente, no est谩n interesados en que se llegue a un acuerdo de gobierno del tipo que sea. Al contrario, est谩n m谩s interesados en la convocatoria de nuevas elecciones, pero sin que parezca que las han provocado ellos porque temen, con cierta raz贸n, que el electorado castigar谩 al partido que se vea como responsable. En realidad, los dos partidos est谩n enfrentados en una pugna interna por la hegemon铆a de la izquierda, cosa que, es de esperar, pod铆a dilucidarse en otras nuevas elecciones. Por eso es bastante probable que las haya, sobre todo habida cuenta de que el PP parece dispuesto a suicidarse presentando como candidato al hombre m谩s desprestigiado del Reino, el Sobresueldos.
El PSOE se presentar谩 como partido responsable, con sentido de Estado, centrado, que es capaz de forjar acuerdos con el centro derecha y de tender la mano a la izquierda. As铆 pretende utilizar la famosa centralidad pol铆tica que Podemos quiso arrebatarle sin conseguirlo. A su vez esta formaci贸n calcula llegar a las elecciones sosteniendo que estas han sido inevitables porque el PSOE tiene m谩s puntos en com煤n con la derecha que con la izquierda.
Como suele suceder siempre que hay una posibilidad de entendimiento entre PSOE y Podemos, se oye la voz de Anguita (el referente intelectual de Podemos seg煤n confesi贸n del propio Iglesias) con 谩nimo de aniquilarla. El 煤nico PSOE bueno para Anguita es el PSOE muerto y a esta tarea de aniquilar a la fementida socialdemocracia espa帽ola ha dedicado el veterano l铆der comunista su muy poco fruct铆fera existencia. Ahora dice con toda claridad que Pablo Iglesias ha conseguido lo que yo quer铆a: crecer a costa del PSOE y, con ello, obviamente, aspira a ahondar el abismo entre el PSOE y Podemos, de forma que no haya unidad de la izquierda. En eso, Podemos lo seguir谩 como un monaguillo pues est谩 dispuesto a sacrificar sus urgencias por remediar la calamitosa situaci贸n de Espa帽a a cambio de conseguir lo que siempre ha pretendido: destruir al PSOE para ponerse en su lugar.
Es muy probable que, no siendo catalanes los espa帽oles, y no teniendo capacidad, temple y experiencia suficientes para ello, no pueda constituirse gobierno de la izquierda y sea preciso ir a nuevas elecciones. Entre tanto, a la gente, que le vayan dando.
Volveremos a hablar de ello llegado el caso.
Todos los que llevamos meses pidiendo la unidad de la izquierda y, especialmente la coalici贸n de PSOE y Podemos, hab铆amos advertido de buena fe contra los elementos que dificultar铆an este proyecto de unidad. Hab铆amos advertido frente al narcisismo de los l铆deres, su falta de consistencia, su actitud insolidaria y revanchista, su incapacidad para negociar, su precipitaci贸n, su demagogia. Pero no hab铆amos tomado en cuenta su indecisi贸n, su ambivalencia, su incapacidad para mantener una l铆nea de acci贸n, su afici贸n a la ambig眉edad.
Porque ¿qu茅 es exactamente lo que impide que las izquierdas se entiendan? Parece bastante claro: que, al menos por parte del PSOE y de Podemos no hay voluntad de entendimiento. Ambos ponen dificultades y obst谩culos para impedir el acuerdo pero sin decirlo claramente. De un lado, el PSOE juega con la posibilidad de la cuadratura del c铆rculo, sosteniendo que puede haber alg煤n tipo de coalici贸n que lo incluya a 茅l, a C's y al resto de la izquierda, cosa que este resto no da por posible. A su vez, Podemos insiste en mantener sus exigencias, sabiendo que el PSOE no las considera asumibles. Y los dos se dispensan un trato mutuo bastante inaceptable.
En el fondo, los dos partidos, PSOE y Podemos, que andan busc谩ndose las cosquillas rec铆procamente, no est谩n interesados en que se llegue a un acuerdo de gobierno del tipo que sea. Al contrario, est谩n m谩s interesados en la convocatoria de nuevas elecciones, pero sin que parezca que las han provocado ellos porque temen, con cierta raz贸n, que el electorado castigar谩 al partido que se vea como responsable. En realidad, los dos partidos est谩n enfrentados en una pugna interna por la hegemon铆a de la izquierda, cosa que, es de esperar, pod铆a dilucidarse en otras nuevas elecciones. Por eso es bastante probable que las haya, sobre todo habida cuenta de que el PP parece dispuesto a suicidarse presentando como candidato al hombre m谩s desprestigiado del Reino, el Sobresueldos.
El PSOE se presentar谩 como partido responsable, con sentido de Estado, centrado, que es capaz de forjar acuerdos con el centro derecha y de tender la mano a la izquierda. As铆 pretende utilizar la famosa centralidad pol铆tica que Podemos quiso arrebatarle sin conseguirlo. A su vez esta formaci贸n calcula llegar a las elecciones sosteniendo que estas han sido inevitables porque el PSOE tiene m谩s puntos en com煤n con la derecha que con la izquierda.
Como suele suceder siempre que hay una posibilidad de entendimiento entre PSOE y Podemos, se oye la voz de Anguita (el referente intelectual de Podemos seg煤n confesi贸n del propio Iglesias) con 谩nimo de aniquilarla. El 煤nico PSOE bueno para Anguita es el PSOE muerto y a esta tarea de aniquilar a la fementida socialdemocracia espa帽ola ha dedicado el veterano l铆der comunista su muy poco fruct铆fera existencia. Ahora dice con toda claridad que Pablo Iglesias ha conseguido lo que yo quer铆a: crecer a costa del PSOE y, con ello, obviamente, aspira a ahondar el abismo entre el PSOE y Podemos, de forma que no haya unidad de la izquierda. En eso, Podemos lo seguir谩 como un monaguillo pues est谩 dispuesto a sacrificar sus urgencias por remediar la calamitosa situaci贸n de Espa帽a a cambio de conseguir lo que siempre ha pretendido: destruir al PSOE para ponerse en su lugar.
Es muy probable que, no siendo catalanes los espa帽oles, y no teniendo capacidad, temple y experiencia suficientes para ello, no pueda constituirse gobierno de la izquierda y sea preciso ir a nuevas elecciones. Entre tanto, a la gente, que le vayan dando.
Volveremos a hablar de ello llegado el caso.