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Incorregibles de pie

OPINI脫N de Carola Ch谩vez, Venezuela.- Argentina, la de los amigotes entra帽ables, los compa帽eros incorregibles, irreductibles. Veinte a帽os no es nada, cuarenta tampoco, la memoria sigue viva, la dignidad intacta.



A esa Argentina querida lleg贸 Obama, justo a tiempo para el D铆a de la Memoria, con su reiterado discursito que invita a la amnesia. Lo recibe un presidente con ojitos de rat贸n que lo mira desde abajo porque est谩 de rodillas. Le habla en ingl茅s a su jefe y en spanglish a los medios, para que quede claro d贸nde est谩 el coraz贸n que no tiene.

Argento-mayameros ondeaban su severo complejo de inferioridad con banderas de barras y estrellas atadas al cuello a modo de capa de Superman, esperando ver pasar al 煤nico negro que les parececool. En la plaza, un incorregible vestido de celeste y blanco le grita a La Bestia: ¡Esta Plaza es del General!

Felicit贸 Obama a su mascota porque en tan solo 100 d铆as hab铆a hecho muy felices a los inversionistas gringos, “Estoy impresionado” -dijo-. Los ojitos de roedor brillaban, quiz谩 hasta con una lagrimita, porque no es cualquier cosa el reconocimiento que le hac铆a Darth Vader. No es cualquier cosa haber entregado a un pa铆s con tanta celeridad y tan poco disimulo como lo ha hecho Mauricio. Eso hay que reconocerlo.

Michelle Obama, creyendo que estaba en la villa de Speddy Gonz谩lez y no en la tierra de Evita, Solt贸 un discurso envasado sobre el empoderamiento de la mujer: “Necesitamos que se contraten m谩s mujeres en las empresas y que desbanquen el mito de que la ciencia y las matem谩ticas son solo para hombres, necesitamos que sean l铆deres en la Casa Rosada y el Congreso”. Las palabras de la Primera Dama arrancaron l谩grimas a la Segunda Dama, Juliana Awada, que lo que necesita es mano de obra esclava.

Mientras pol铆ticos y faranduleros, a modo de mira mirita cara de papita, agradec铆an por Twitter el honor de haber sido invitados cenar con Obama, la abuela Estela Carlotto rechaz贸 acercarse al premio Nobel del genocidio.

La dignidad incomoda. M谩s que incomodar, jode, porque nadie puede arrastrase sin parecer un gusano mientras haya quienes insistan en permanecer de pie.

Hoy, mientras escribo, mis compa帽eros argentinos, militantes de la dignidad, colman la calles record谩ndole al mundo que no pudieron con ellos, que no van a poder y que sepan todos que ¡vamos a volver!

*https://carolachavez.wordpress.com/

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