OPINI脫N de Ileana Alamilla.- ¡Y se termin贸 la inercia en algunas instituciones! Hasta la Contralor铆a de Cuentas de Guatemala, que tradicionalmente hab铆a estado en el letargo, ahora asegura que est谩 haciendo su trabajo. Los se帽alamientos en contra de quienes han tenido hallazgos o reparos los est谩 haciendo p煤blicos, que es un avance.
Cooptaci贸n en Guatemala
Llamaba la atenci贸n que los contralores no detectaran las irregularidades o ilegalidades que han existido en la administraci贸n p煤blica y que antes se desvanec铆an con otras irregularidades.
En muchas entidades hay delegaciones de la Contralor铆a, pero como era usual, hab铆a complacencia, pasaba de todo y no pasaba nada. Entidades expertas en el tema lo se帽alaban, pero como el Ministerio P煤blico y los tribunales estaban asentados en la misma actitud, todos hac铆amos como que critic谩bamos y los corruptos hac铆an como que no era con ellos.
Hoy la situaci贸n sufri贸 una revoluci贸n, aunque sea solo para el manejo de la cosa p煤blica. Esperamos que despu茅s se avance a la b煤squeda de la justicia social.
Los tres poderes del Estado est谩n se帽alados, para verg眉enza nacional. Seguiremos estando en el ojo p煤blico internacional. El Congreso, despreciado por m茅rito propio, est谩 enfrentando una “depuraci贸n judicial” y aunque se empe帽en en decir que no son todos y en minimizarlo, la opini贸n ciudadana los tiene colocados en el s贸tano de la credibilidad.
Ojal谩 que no haya un doble rasero en las investigaciones y que todos aquellos que cometieron il铆citos, que cobraron sin trabajar, que contrataron contraviniendo la ley o que aprobaron convenios que perjudican las finanzas de esa entidad sean tambi茅n sometidos a la justicia y que los que recibieron dinero sin haberlo ganado lo reembolsen. El presupuesto es del Estado, no del Congreso; sus ahorros son incomprensibles e injustos cuando otras instituciones nobles como los hospitales carecen de lo elemental. Su actual pretensi贸n de que se les adjudiquen las expropiaciones de todos los inmuebles alrededor del Palacio Legislativo para que los diputados y sus cortes est茅n m谩s confortables resulta inoportuna.
En el Ejecutivo tuvimos a un nido de hampones apropi谩ndose de manera obscena de los recursos del Estado. Hicieron un verdadero pillaje, saquearon las arcas nacionales con todo el descaro del mundo, al grado de que los cabecillas est谩n detenidos y, con las revelaciones de ayer, el juicio ser谩 un puro tr谩mite. Seguramente no saldr谩n de su prisi贸n, lo que los salvar谩 de recibir de la poblaci贸n en forma directa el desprecio que se merecen.
El Sistema de Justicia est谩 tambi茅n en entredicho por algunos malos juristas y abogados. Tanto en el Organismo Judicial como en el Ministerio P煤blico se ha encontrado a personas se帽aladas de actos re帽idos con la ley, lo cual por una parte es positivo, pero por la otra genera una fundada desconfianza. Bien dicen que justos pagan por pecadores, que en el caso de la justicia, es totalmente imperdonable.
Pero por otro lado hay juzgadores probos y abnegados a quienes no se les reconocen los m茅ritos; es m谩s, siguen amenazados y no se les proporciona la seguridad que solicitan y necesitan.
Los resultados de las 煤ltimas investigaciones nos han impactado profundamente. La desverg眉enza y la rapacer铆a del anterior gobierno traspasaron el umbral de lo imaginable. Ahora colocan al Estado en otro problema, pues ya las c谩rceles VIP no se dan abasto, los corruptos est谩n hacinados, ya no pueden comprar la clase de privilegios y lujos a los que se habituaron, rob谩ndole al Estado.
Pero esto no es suficiente. Lo que sigue es lo que hay que construir para salir de este averno en el que estamos sumidos y poner fin a la pesadilla. Ya hay indicios de c贸mo hacerlo. Los nombramientos recientes, el desempe帽o de las instituciones con otra m铆stica y visi贸n son el principio del cambio. No permitamos que haya vuelta atr谩s.
Llamaba la atenci贸n que los contralores no detectaran las irregularidades o ilegalidades que han existido en la administraci贸n p煤blica y que antes se desvanec铆an con otras irregularidades.
En muchas entidades hay delegaciones de la Contralor铆a, pero como era usual, hab铆a complacencia, pasaba de todo y no pasaba nada. Entidades expertas en el tema lo se帽alaban, pero como el Ministerio P煤blico y los tribunales estaban asentados en la misma actitud, todos hac铆amos como que critic谩bamos y los corruptos hac铆an como que no era con ellos.
Hoy la situaci贸n sufri贸 una revoluci贸n, aunque sea solo para el manejo de la cosa p煤blica. Esperamos que despu茅s se avance a la b煤squeda de la justicia social.
Los tres poderes del Estado est谩n se帽alados, para verg眉enza nacional. Seguiremos estando en el ojo p煤blico internacional. El Congreso, despreciado por m茅rito propio, est谩 enfrentando una “depuraci贸n judicial” y aunque se empe帽en en decir que no son todos y en minimizarlo, la opini贸n ciudadana los tiene colocados en el s贸tano de la credibilidad.
Ojal谩 que no haya un doble rasero en las investigaciones y que todos aquellos que cometieron il铆citos, que cobraron sin trabajar, que contrataron contraviniendo la ley o que aprobaron convenios que perjudican las finanzas de esa entidad sean tambi茅n sometidos a la justicia y que los que recibieron dinero sin haberlo ganado lo reembolsen. El presupuesto es del Estado, no del Congreso; sus ahorros son incomprensibles e injustos cuando otras instituciones nobles como los hospitales carecen de lo elemental. Su actual pretensi贸n de que se les adjudiquen las expropiaciones de todos los inmuebles alrededor del Palacio Legislativo para que los diputados y sus cortes est茅n m谩s confortables resulta inoportuna.
En el Ejecutivo tuvimos a un nido de hampones apropi谩ndose de manera obscena de los recursos del Estado. Hicieron un verdadero pillaje, saquearon las arcas nacionales con todo el descaro del mundo, al grado de que los cabecillas est谩n detenidos y, con las revelaciones de ayer, el juicio ser谩 un puro tr谩mite. Seguramente no saldr谩n de su prisi贸n, lo que los salvar谩 de recibir de la poblaci贸n en forma directa el desprecio que se merecen.
El Sistema de Justicia est谩 tambi茅n en entredicho por algunos malos juristas y abogados. Tanto en el Organismo Judicial como en el Ministerio P煤blico se ha encontrado a personas se帽aladas de actos re帽idos con la ley, lo cual por una parte es positivo, pero por la otra genera una fundada desconfianza. Bien dicen que justos pagan por pecadores, que en el caso de la justicia, es totalmente imperdonable.
Pero por otro lado hay juzgadores probos y abnegados a quienes no se les reconocen los m茅ritos; es m谩s, siguen amenazados y no se les proporciona la seguridad que solicitan y necesitan.
Los resultados de las 煤ltimas investigaciones nos han impactado profundamente. La desverg眉enza y la rapacer铆a del anterior gobierno traspasaron el umbral de lo imaginable. Ahora colocan al Estado en otro problema, pues ya las c谩rceles VIP no se dan abasto, los corruptos est谩n hacinados, ya no pueden comprar la clase de privilegios y lujos a los que se habituaron, rob谩ndole al Estado.
Pero esto no es suficiente. Lo que sigue es lo que hay que construir para salir de este averno en el que estamos sumidos y poner fin a la pesadilla. Ya hay indicios de c贸mo hacerlo. Los nombramientos recientes, el desempe帽o de las instituciones con otra m铆stica y visi贸n son el principio del cambio. No permitamos que haya vuelta atr谩s.
