Naciones Unidas, la Unión Africana (UA) y el bloque regional IGAD pidieron el cese inmediato de las hostilidades en Sudán del Sur.
En un comunicado emitido el domingo luego de una reunión conjunta al margen de la Cumbre de la UA, las tres organizaciones expresaron su profunda preocupación por el aumento de los combates y la grave situación humanitaria en el país.
El Secretario General António Guterres se reunió con el presidente de Sudán del Sur Salva Kiir en Addis Ababa, Etiopía. Foto: ONU/Antonio Fiorente
En la declaración conjunta también instaron a las partes a promover un dialogo inclusivo y a respetar el acuerdo de paz firmado en 2015, así como reafirmaron su compromiso continuo de trabajar por la paz, seguridad y estabilidad de la nación más joven del mundo.
El secretario general de la ONU, António Guterres, asistió al encuentro liderado por el presidente de Etiopía, Hailemariam Desalegn.
Sudán del Sur obtuvo su independencia en julio de 2011, pero fuerzas leales al presidente Salva Kiir y al ex vicepresidente Riek Machar han estado luchando por más de tres años a pesar del acuerdo firmado para poner fin a la guerra. La crisis ha producido una de las peores situaciones de desplazamiento del mundo
En un comunicado emitido el domingo luego de una reunión conjunta al margen de la Cumbre de la UA, las tres organizaciones expresaron su profunda preocupación por el aumento de los combates y la grave situación humanitaria en el país.
El Secretario General António Guterres se reunió con el presidente de Sudán del Sur Salva Kiir en Addis Ababa, Etiopía. Foto: ONU/Antonio Fiorente
En la declaración conjunta también instaron a las partes a promover un dialogo inclusivo y a respetar el acuerdo de paz firmado en 2015, así como reafirmaron su compromiso continuo de trabajar por la paz, seguridad y estabilidad de la nación más joven del mundo.
El secretario general de la ONU, António Guterres, asistió al encuentro liderado por el presidente de Etiopía, Hailemariam Desalegn.
Sudán del Sur obtuvo su independencia en julio de 2011, pero fuerzas leales al presidente Salva Kiir y al ex vicepresidente Riek Machar han estado luchando por más de tres años a pesar del acuerdo firmado para poner fin a la guerra. La crisis ha producido una de las peores situaciones de desplazamiento del mundo
