OPINI脫N de Ileana Alamilla, Guatemala.- Guatemala, junto a El Salvador, Honduras y M茅xico est谩n entre los diez pa铆ses m谩s violentos del mundo, seg煤n entidades internacionales. Vivir en medio de criminales es una anormalidad. Estamos, valga la contradicci贸n, presos en libertad. No sabemos en qu茅 momento estaremos colocados en el lugar inadecuado. Y para las personas que viven en las llamadas “zonas rojas” o quienes desempe帽an oficios de alto riesgo, como los pilotos y los ayudantes de camionetas, v铆ctimas de los extorsionistas, esta vulnerabilidad es exponencial.

Pancarta con el lema “no se mata la verdad matando periodistas”
Las y los periodistas estamos expuestos a esos riesgos. Trabajamos con informaci贸n y an谩lisis que afecta directamente al crimen organizado y a la narcoactividad, pero tambi茅n a funcionarios corruptos, a autoridades coludidas con asesinos y a bur贸cratas inescrupulosos. Nuestro trabajo provoca la ira de aquellos a quienes afecta que se conozcan los il铆citos que cometen.
Hablo del periodismo como una profesi贸n y a los y las periodistas y comunicadores como los intermediarios profesionales entre la realidad que observan y aquellos a quienes dirigen su trabajo. No me estoy refiriendo a lo que se hace circular de manera an贸nima, lo que se difunde en las redes sociales sin fuente confiable ni autor铆a reconocida que muchas veces resulta falso, da帽a la honorabilidad de las personas, estimula reacciones da帽inas y busca generar estados de opini贸n con intereses espurios. Eso no es periodismo.
Debido a los peligros que enfrentan los periodistas y comunicadores sociales, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha hecho reiteradas recomendaciones a los pa铆ses para que adopten programas de protecci贸n a dichos profesionales. En Guatemala a煤n estamos esperando que el presidente honre su palabra cuando aval贸 la propuesta que le presentamos y que, debido a la consabida burocracia, falta de inter茅s y de voluntad del aparato estatal, a nueve meses de asumido este compromiso, no hay modo de que inicie el proceso de su construcci贸n.
De enero del 2003 a octubre del 2016, el Observatorio de los Periodistas de Cerigua report贸 741 violaciones a la libertad de expresi贸n y libertad de prensa. Entre 2015 y 2016, m谩s de 20 hechos fueron en contra de mujeres periodistas y aclaramos que hay un subregistro, debido a que no son presentadas las denuncias por diversas razones.
Teniendo conciencia de la importancia de las alianzas nacionales, m谩s de 16 asociaciones y c谩maras de periodistas, locutores y comunicadores nos unimos en Guatemala en un hecho hist贸rico. No hablamos de nuestras diferencias, vimos los intereses de nuestros agremiados y hemos avanzado en la construcci贸n de confianza.
Pero dimos un paso m谩s que ha sido elogiado y ampliamente reconocido a nivel internacional. Las asociaciones de periodistas de El Salvador y Guatemala, APES y APG, respectivamente, emitieron un informe integrado, en el que analizan la situaci贸n que enfrentaron los trabajadores de la informaci贸n durante el 2016, en sus respectivos pa铆ses.
El documento hace ver la creciente situaci贸n de riesgo que registra el ejercicio period铆stico en El Salvador, enmarcada en agresiones que terminan hasta con la vida de periodistas, lo que ha obligado a directivos, editores y reporteros a modificar sus rutinas de trabajo y abordar su profesi贸n bajo nuevas estrategias.
Guatemala enfrent贸 durante el 煤ltimo a帽o uno de los per铆odos m谩s violentos en contra de la prensa, per铆odo en el cual fueron asesinados nueve comunicadores en ocho departamentos y cuatro m谩s fueron v铆ctimas de atentados. Este a帽o dos comunicadores perdieron la vida de forma violenta.
La APES y la APG concluyeron que esta es la primera entrega de un esfuerzo conjunto e in茅dito.
PD: mi solidaridad y reconocimiento a la Agente Fiscal de Jutiapa, Carmen Maldonado, cobardemente atacada por criminales, y al comisionado Iv谩n Vel谩squez.
Las y los periodistas estamos expuestos a esos riesgos. Trabajamos con informaci贸n y an谩lisis que afecta directamente al crimen organizado y a la narcoactividad, pero tambi茅n a funcionarios corruptos, a autoridades coludidas con asesinos y a bur贸cratas inescrupulosos. Nuestro trabajo provoca la ira de aquellos a quienes afecta que se conozcan los il铆citos que cometen.
Hablo del periodismo como una profesi贸n y a los y las periodistas y comunicadores como los intermediarios profesionales entre la realidad que observan y aquellos a quienes dirigen su trabajo. No me estoy refiriendo a lo que se hace circular de manera an贸nima, lo que se difunde en las redes sociales sin fuente confiable ni autor铆a reconocida que muchas veces resulta falso, da帽a la honorabilidad de las personas, estimula reacciones da帽inas y busca generar estados de opini贸n con intereses espurios. Eso no es periodismo.
Debido a los peligros que enfrentan los periodistas y comunicadores sociales, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha hecho reiteradas recomendaciones a los pa铆ses para que adopten programas de protecci贸n a dichos profesionales. En Guatemala a煤n estamos esperando que el presidente honre su palabra cuando aval贸 la propuesta que le presentamos y que, debido a la consabida burocracia, falta de inter茅s y de voluntad del aparato estatal, a nueve meses de asumido este compromiso, no hay modo de que inicie el proceso de su construcci贸n.
De enero del 2003 a octubre del 2016, el Observatorio de los Periodistas de Cerigua report贸 741 violaciones a la libertad de expresi贸n y libertad de prensa. Entre 2015 y 2016, m谩s de 20 hechos fueron en contra de mujeres periodistas y aclaramos que hay un subregistro, debido a que no son presentadas las denuncias por diversas razones.
Teniendo conciencia de la importancia de las alianzas nacionales, m谩s de 16 asociaciones y c谩maras de periodistas, locutores y comunicadores nos unimos en Guatemala en un hecho hist贸rico. No hablamos de nuestras diferencias, vimos los intereses de nuestros agremiados y hemos avanzado en la construcci贸n de confianza.
Pero dimos un paso m谩s que ha sido elogiado y ampliamente reconocido a nivel internacional. Las asociaciones de periodistas de El Salvador y Guatemala, APES y APG, respectivamente, emitieron un informe integrado, en el que analizan la situaci贸n que enfrentaron los trabajadores de la informaci贸n durante el 2016, en sus respectivos pa铆ses.
El documento hace ver la creciente situaci贸n de riesgo que registra el ejercicio period铆stico en El Salvador, enmarcada en agresiones que terminan hasta con la vida de periodistas, lo que ha obligado a directivos, editores y reporteros a modificar sus rutinas de trabajo y abordar su profesi贸n bajo nuevas estrategias.
Guatemala enfrent贸 durante el 煤ltimo a帽o uno de los per铆odos m谩s violentos en contra de la prensa, per铆odo en el cual fueron asesinados nueve comunicadores en ocho departamentos y cuatro m谩s fueron v铆ctimas de atentados. Este a帽o dos comunicadores perdieron la vida de forma violenta.
La APES y la APG concluyeron que esta es la primera entrega de un esfuerzo conjunto e in茅dito.
PD: mi solidaridad y reconocimiento a la Agente Fiscal de Jutiapa, Carmen Maldonado, cobardemente atacada por criminales, y al comisionado Iv谩n Vel谩squez.