OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.- Ayer era Mahagonny; hoy, Tangentopoli, el nombre que se dio al proceso de Mani Pulite en los a帽os 90 en Italia en el que los jueces pusieron al descubierto una ingente trama de corrupci贸n en Italia que afectaba a todos los partidos y un buen pu帽ado de empresarios durante a帽os. Se llam贸 a declarar a unos 4.000 pol铆ticos y los procesos dejaron claro que el sistema italiano estaba podrido. Era algo que sab铆a todo el mundo, pero los tribunales aportaron las pruebas. De hecho, el comienzo fue la detenci贸n de un capitoste del Partido Socialista, Mario Chiesa, en el momento de recibir un soborno de siete millones de liras. As铆 se abri贸 una crisis de la Rep煤blica que en realidad dura hasta hoy.
Espa帽a, Madrid, sigue los mismos pasos. La G眉rtel, la P煤nica, agotar谩n los nombres de ciudades corrompidas y acabar谩n en Sodoma y Gomorra cosa que, seg煤n se sabe en qu茅 empleaban los gurt茅lidos y p煤nicos sus beneficios, es muy posible. Juego, bebidas, comilonas, putitas de confianza. Es raro que no haya ca铆do todav铆a una lluvia de azufre y fuego, o quiz谩 lo haga en diferido.
A lo largo de su vistosa carrera politica, Esperanza Aguirre que, a veces, se pone en plan pol茅mico sol铆a rechazar lo que ella supon铆a que era la pretensi贸n de la izquierda de poseer una superioridad moral. Ten铆a raz贸n. M谩s de la que ella supon铆a. No parece que la izquierda pierda el tiempo sosteniendo esa tonter铆a de la "superioridad moral", aunque siempre habr谩 alguno que lo haga. No existe la "superioridad moral". Existe la moral a secas. Y la inferioridad moral. El que miente, roba, abusa, despilfarra, soborna, falsea y, en general, delinque, est谩 por debajo de la moral. Lo suyo es inferioridad moral frente a la moral sin m谩s. As铆, Aguirre se enfurece frente a la inexistente pretensi贸n de superioridad moral de la izquierda porque ella tiene conciencia de su inferioridad. Es un punto de vista que la traiciona. Tanto como su modo de aparcar.
Durante su largo mandato, el gobierno de Aguirre no fue otra cosa que un patio de Monipodio de una corrupci贸n bestial y descarada con los episodios m谩s rocambolescos que quepa imaginar, como el caso de la Gestapillo o el del evanescente 谩tico de Ignacio Gonz谩lez, sucesor de Aguirre al frente de esta presunta banda organizada para delinquir. Hasta ahora y tras haber dimitido asegurando que se retiraba de la pol铆tica, Aguirre ha salido personalmente indemne de las acusaciones de la red corrupta en su entorno. Comenz贸 afirmando que solo un par de nombramientos suyos le hab铆an "salido rana" y un par de a帽os despu茅s resulta que su mandato fue una charca rebosante de batracios.
Pero los 煤ltimos descubrimientos en el proceso parecen involucrarla en la financiaci贸n ilegal de sus campa帽as electorales por cantidades abultadas. Millones de euros en dinero negro para que la lideresa obtuviera aquellas mayor铆as absolutas, como las de Rita Barber谩 en Valencia. Elecciones ganadas con trampa. Lo l贸gico ser铆a anularlas, como se anulan las victorias de los atletas que se dopan.
Sin embargo, aqu铆, salvo los que ya est谩n en la c谩rcel, no dimite nadie. Ni siquiera el presidente de Murcia. Tampoco Aguirre, literalmente hundida en la G眉rtel que sostiene haber destapado. Y mucho menos, Rajoy, responsable pol铆tico de este gatuperio.
Espa帽a, Madrid, sigue los mismos pasos. La G眉rtel, la P煤nica, agotar谩n los nombres de ciudades corrompidas y acabar谩n en Sodoma y Gomorra cosa que, seg煤n se sabe en qu茅 empleaban los gurt茅lidos y p煤nicos sus beneficios, es muy posible. Juego, bebidas, comilonas, putitas de confianza. Es raro que no haya ca铆do todav铆a una lluvia de azufre y fuego, o quiz谩 lo haga en diferido.
A lo largo de su vistosa carrera politica, Esperanza Aguirre que, a veces, se pone en plan pol茅mico sol铆a rechazar lo que ella supon铆a que era la pretensi贸n de la izquierda de poseer una superioridad moral. Ten铆a raz贸n. M谩s de la que ella supon铆a. No parece que la izquierda pierda el tiempo sosteniendo esa tonter铆a de la "superioridad moral", aunque siempre habr谩 alguno que lo haga. No existe la "superioridad moral". Existe la moral a secas. Y la inferioridad moral. El que miente, roba, abusa, despilfarra, soborna, falsea y, en general, delinque, est谩 por debajo de la moral. Lo suyo es inferioridad moral frente a la moral sin m谩s. As铆, Aguirre se enfurece frente a la inexistente pretensi贸n de superioridad moral de la izquierda porque ella tiene conciencia de su inferioridad. Es un punto de vista que la traiciona. Tanto como su modo de aparcar.
Durante su largo mandato, el gobierno de Aguirre no fue otra cosa que un patio de Monipodio de una corrupci贸n bestial y descarada con los episodios m谩s rocambolescos que quepa imaginar, como el caso de la Gestapillo o el del evanescente 谩tico de Ignacio Gonz谩lez, sucesor de Aguirre al frente de esta presunta banda organizada para delinquir. Hasta ahora y tras haber dimitido asegurando que se retiraba de la pol铆tica, Aguirre ha salido personalmente indemne de las acusaciones de la red corrupta en su entorno. Comenz贸 afirmando que solo un par de nombramientos suyos le hab铆an "salido rana" y un par de a帽os despu茅s resulta que su mandato fue una charca rebosante de batracios.
Pero los 煤ltimos descubrimientos en el proceso parecen involucrarla en la financiaci贸n ilegal de sus campa帽as electorales por cantidades abultadas. Millones de euros en dinero negro para que la lideresa obtuviera aquellas mayor铆as absolutas, como las de Rita Barber谩 en Valencia. Elecciones ganadas con trampa. Lo l贸gico ser铆a anularlas, como se anulan las victorias de los atletas que se dopan.
Sin embargo, aqu铆, salvo los que ya est谩n en la c谩rcel, no dimite nadie. Ni siquiera el presidente de Murcia. Tampoco Aguirre, literalmente hundida en la G眉rtel que sostiene haber destapado. Y mucho menos, Rajoy, responsable pol铆tico de este gatuperio.