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Preludio a las guerras donaldianas

OPINI脫N de Adri谩n Mac Liman.- ¿Cree usted que Donald Trump tendr谩 el gatillo f谩cil? preguntaba en la tarde del jueves un estudiante que asist铆a a un curso sobre las implicaciones pol铆ticas del inacabable conflicto de Oriente Medio. La respuesta lleg贸 unas horas m谩s tarde, cuando los destructores USS Porter y USS Ross de la armada estadounidense dispararon 59 misiles Tomahawk contra la base de Shayrat, un aeropuerto militar situado a cuarenta kil贸metros de Homs. Para los polit贸logos pro americanos, que son legi贸n en los pa铆ses de Europa oriental reci茅n integrados a la Alianza Atl谩ntica, se trata de una acci贸n de represalias firme, equilibrada y que no ha causado bajas humanas. Un punto de vista respetado y alabado por los atlantistas.

Poco antes del inicio de esa acci贸n b茅lica minuciosamente preparada, el Presidente Trump apareci贸 ante las c谩maras de televisi贸n para anunciar, en tono melodram谩tico, la decisi贸n de la Casa Blanca de castigar a quienes decidan cruzar las l铆neas rojas. La actuaci贸n fue aplaudida por los Gobiernos europeos, que coinciden en culpar al presidente sirio, Bashar Al Assad, por la p茅rdida de vidas humanas en el ataque con armas qu铆micas perpetrado el pasado martes contra la poblaci贸n civil de Jan Seyh煤n. Sin embargo, los rusos, valedores del hombre fuerte de Damasco, rechazaron las acusaciones de la oposici贸n siria, basadas en un informe elaborado por servicios de inteligencia militar turcos. Huelga decir que los soldados rusos acantonados en la base de Shayrat resultaron ilesos. Oficialmente, Washington les hab铆a informado sobre la inminencia del ataque.

La decisi贸n de Trump de vengar la muerte de los 86 civiles sirios sorprendi贸 a los analistas militares, poco propensos a imaginar una respuesta de esta envergadura durante las primeras semanas del mandato del Presidente. Pero, ¿de verdad se trataba de una venganza contra el r茅gimen de Al Assad? Hay quien estima que la acci贸n de Donald Trump tiene m煤ltiple lectura. Se insin煤a que el ataque debe interpretarse como una advertencia a las autoridades de Teher谩n o de Pyongyang, que no dudan de hacer alarde de su poder铆o militar.

Ir谩n, la bestia negra del Estado de Israel, no oculta la existencia de su arsenal b茅lico. Teher谩n exhibe sus misiles de corto y medio alcance, que se han convertido en una aut茅ntica pesadilla para los ej茅rcitos de la zona. Si bien es cierto que la destrucci贸n f铆sica de la llamada entidad sionista figuraba en el programa de Gobierno de la revoluci贸n isl谩mica liderada hace d茅cadas por el ayatol谩 Jomeyni, conviene recordar que los cohetes iran铆es pueden alcanzar cualquier objetivo situado en el Mediterr谩neo oriental y central, poniendo en jaque a los generales turcos, b煤lgaros, rumanos, serbios e… italianos. Sin embargo, los europeos conf铆an en la cordura de los iran铆es.

Distinto es el caso de Corea del Norte, cuyas provocaciones irritan tanto a sus vecinos inmediatos – Corea del Sur y Jap贸n – como a los estrategas de Washington. Corea propugna una guerra total contra el imperialismo yanqui, amenaza que el Pent谩gono parece haberse tomado en serio.

Por 煤ltimo, aunque no menos importante, es la advertencia lanzada al Kremlin. Aparentemente, Donald Trump no desea que Oriente Medio se convierta en el patio trasero de Mosc煤, que Rusia recupere protagonismo en una regi贸n cuyo control hab铆a perdido en los a帽os 90, tras el desmembramiento de la URSS. La vuelta de los rusos a la zona, en un momento en el que Damasco parec铆a haber perdido la iniciativa militar, convirti贸 a Siria en un campo de combate entre Oriente y Occidente. De hecho, la aviaci贸n rusa llev贸 a cabo desde el primer momento ataques contundentes contra las agrupaciones isl谩micas apoyadas por Arabia Saudita, Qatar y… los Estados Unidos. La precisi贸n del operativo b茅lico ruso irrit贸 sobremanera a los dirigentes de la alianza proccidental. Demasiado tarde…

Obviamente, los designios del Kremlin son distintos. ¿Qu茅 argumentos podr铆a emplear Donald Trump para frenar la ofensiva rusa en la zona? Ni que decir tienen que el ataque contra Shayrat no va a disuadir a Rusia; m谩s bien, todo lo contrario. La suspensi贸n de los contactos entre militares rusos y estadounidenses en la ofensiva contra el Estado Isl谩mico podr铆a redundar en una victoria para Mosc煤 e, directa o indirectamente, de su aliado Bashrar Al Assad. Conviene recordar que tanto la Casa Blanca como las autoridades de Ankara tienen inter茅s en defenestrar al Presidente sirio. Para Washington, ser铆a la culminaci贸n del proceso de las llamadas primaveras 谩rabes, obstaculizadas por la testarudez del dictador sirio. A su vez, los turcos ans铆an la marcha de Al Assad, enemigo poderoso, y su sustituci贸n por un pol铆tico m谩s d茅bil, l茅ase, d贸cil. Turqu铆a se juega mucho en la guerra de Siria. Se habla del control de los recursos acu铆feros, de la dif铆cil convivencia con la minor铆a kurda, del 茅xodo de poblaciones desplazadas…

¿Y Rusia? ¿Cu谩les son sus intereses en la zona? No hay que olvidar que la apuesta mezo oriental del Kremlin no obedece, sola y 煤nicamente, a posibles (aunque cada vez m谩s dudosas) consideraciones de 铆ndole ideol贸gica. Rusia cuenta con una sofisticada red de instalaciones militares en Siria, un n煤cleo t谩ctico dif铆cil de abandonar ante un posible recrudecimiento de los enfrentamientos entre grandes potencias.

El error cometido por Barack Obama fue creer que hab铆a logrado poner de rodillas a los gobernantes moscovitas. M谩s los kremlin贸logos de Washington se hab铆an equivocado. Vladimir Putin sigui贸 su camino, confiando en el renacer de la Madre Rusia.

Ser谩 este el mayor desaf铆o para Donald Trump. Un desaf铆o en el que los cacareados ataques cibern茅ticos apenas tendr谩n cabida.



Adri谩n Mac Liman

Analista pol铆tico internacional

Twitter: @AdrianMacLiman

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