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Rehenes de la locura

OPINI脫N de Carola Ch谩vez, Venezuela.- Esa ma帽ana, la se帽ora Fulana amaneci贸 pose铆da por el esp铆ritu libertario. Su inteligencia, tal como le pas贸 al nudista de Altamira, le dijo: “Marica, tienes que hacer algo”. Entonces ya no tuvo dudas.

La se帽ora Fulana, col贸 su caf茅 con determinaci贸n. El caf茅 siempre ayuda en estos casos. Bebi贸 la taza de un solo sorbo, sintiendo como el brebaje quemaba su garganta. ¡Qu茅 le importa el dolor a una guerrera! 

Activado el sistema digestivo por la cafe铆na, Fulana sab铆a que el tiempo no le sobraba. Apurada, busc贸 un rollito de papel toilet, sali贸 y apret贸 el bot贸n del ascensor mientras apretaba tambi茅n gl煤teos y ef铆nter. Ya en planta baja, cruz贸 las puertas del edificio y sali贸 a la calle. Sus vecinas de toda la vida la saludaban batiendo banderitas siete estrellas, pero la mente de Fulana, concentrada al m谩ximo en su misi贸n, no estaba para saluditos. 

Finalmente lleg贸 al medio de la calle, como la buena ciudadana que es, por el rayado peatonal. All铆, ante los ojos at贸nitos de sus vecinas, se baj贸 los pantalones dejando las nalgas expuestas a la vista de los cuatro gatos que hac铆an la barricada. “¿Qu茅 est谩 haciendo Fulana? ¡Ay, Dios, tiene el culo horrible!” -coment贸 Gladys a Mireya. “Nosotras que le llevamos un par de a帽os lo tenemos m谩s firme” -agreg贸 antes de quedarse muda porque ya la cosa no era mostrar unas nalgas colgantes, no: Fulana en cuclillas, en pleno plant贸n libertario, estaba poniendo un plast贸n al grito de “Me cago en la dictadura!”. “¡Est谩 haciendo pup煤!” -dijo Mireya. “¡Libertad, libertad!” -Core贸 Gladys.

La cagada de Fulana se reg贸 por las redes sociales. Entre asombro, burlas y rechazo la imagen de la gente decente y pensante de esta pa铆s quedaba en entredicho. Entonces la oposici贸n sac贸 su conejo comod铆n de la chistera: y fue as铆 como la Sra. Fulana se convirti贸 en “colectivo”. 

Al d铆a siguiente, cuando Fulana sali贸 a caminar por el bulevar de toda la vida, sus vecinas, de toda la 铆dem, le torcieron los ojos porque ellas, primero muertas que saludar a una infiltrada colectivo asesino narcochavista. 

Mientras se desarrollaba esta tragicomedia en El Cafetal, todas las urbanizaciones del Este estaban sitiadas por sus propios vecinos. Otra vez autosecuestrados para que cayera Nicol谩s. El nuevo l铆der de la MUD, Freddy “Audi” Guevara, entiende, porque a veces entiende alguna cosa, que su propia gente est谩 siendo instrumento ciego de su propia destrucci贸n. As铆, el l铆der sin liderazgo decidi贸 explicarle a la gente pensante, que esa pendejada de encerrarse a ellos mismos no serv铆a para nada. Le tom贸 una retah铆la de tuits para hacerlo, y bajo cada tuit, una chorrera de insultos de su propia gente decente, que como avispas furibundas, defend铆an su derecho a clavarse el aguij贸n ellas mismas “hasta que caiga la dictadura”.

En Lara, m谩s tardecito, un grupo de encapuchados secuestr贸 una gandola de gasolina. All铆, en la entrada de una zona clase media, decente y pensante, of course, amenazaban con hacerla explotar si el gobierno no liberaba a 141 compa帽eros de estos terroristas, perd贸n, estudiantes, hijos ejemplares, deportistas y manifestantes pac铆ficos que solo exig铆an justicia y libertad, seg煤n tuiteaba explicativo y solidario el gobernador Henri Falc贸n. 

Horas despu茅s, ya en la noche, ard铆a el cami贸n y volaba por las redes la informaci贸n de unos colectivos lo hab铆an incendiado. No, no fueron las decenas de encapuchados violentos que amenazaban con hacer volar medio Cabudare, no: Resulta que unos tipos, en una moto, se colaron entre los furibundos encapuchados, los mismos que hemos visto linchar a cualquiera que tenga el pelo medio chicharr贸n por ser sospechoso de ser chavista… Bueno, s铆, resulta que entre ese enjambre violento, se col贸 esta moto con unos chavistas malvados, que prendieron en llamas al cami贸n para “da帽ar la imagen de la protesta pac铆fica”. Fueron los colectivos, repiti贸 la gente pensante en coro.

Y uno se pregunta si en verdad toda la oposici贸n es tan bruta y tan loca, y m谩s cuando la mayor铆a de las encuestas dicen que la gente lo que quiere es di谩logo y paz. Entonces, aunque parezca poco cient铆fico y tal vez un poco tonto, en un grupo de whatsapp encontr茅 un indicio de respuesta: la oposici贸n est谩 emocionalmente secuestrada.

Una mam谩s opositoras tomaron el chat del colegio para hacer su parte en esta lucha libertaria. Alguna sugiri贸 dejar de llevar a los ni帽os al cole, “por su seguridad y por apoyar a los que luchan”. Una a una, las mam谩s se iban sumando en una especie de votaci贸n abierta donde la que no se sumara quedar铆a en evidencia. Una de ella quiso ser la voz de la raz贸n y dijo que llevar铆a a los ni帽os al cole para que no fueran a perder m谩s clases. Una lluvia de caritas bravas, de duda y de sospecha de esas que se usan en whatsapp dejaron clara la desaprobaci贸n del grupo. La voz de la raz贸n fue apagada de golpe, no fuera cosa de que la confundieran con una chavista y desde entonces, ella lidera el paro educativo en pro de la libertad.

Secuestrados los votantes por la violencia de unos pocos. Secuestrados los dirigentes por los mismos violentos. Aquellos, como Henri Falc贸n, que quisieron ser la “alternativa” terminan hundi茅ndose cobardemente en el chiquero de los violentos.

Mientras tanto, el presidente Maduro abre la ventana de la constituyente, que, entre otras cosas, sirve como v铆a de escape para quienes quieran dejar de ser rehenes de la violencia y la locura. Una vez m谩s se abre una puerta al di谩logo y al debate. Una vez m谩s, quienes no tienen m谩s argumento que el odio, se oponen con violencia. Una vez m谩s ser谩n vencidos, porque aunque algunos tengan que disimularlo, la mayor铆a de los venezolanos somos gente de paz.




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