OPINI脫N de Carola Ch谩vez, Venezuela.- Esta semana, siguiendo el conflicto catal谩n por los medios espa帽oles, me enter茅 de un mont贸n de cosas que no se pueden hacer en una democracia. Menos mal que en esta “dictadura bananera” uno puede ver tele de pa铆ses civilizados, y as铆 aprender qu茅 se puede y qu茅 no se puede hacer en una democracia verdadera.
F铆jense que lo primero que no se puede hacer es convocar a referendos que no salgan en la Constituci贸n, no se puede y punto. Tampoco se puede hacer propaganda de ese evento ilegal en los medios porque te llega la polic铆a y se acaba la rochelita. Hacer un refer茅ndum as铆, es un golpe de Estado, seg煤n el gobierno espa帽ol. ¡Mira t煤!
Tampoco se puede increpar, tocar, empujar, o lanzar objetos a la polic铆a, mira t煤. Hacerlo supone un grave delito que se paga con c谩rcel… Y pensar que en Catalunya nadie les ha lanzado morteros ni puputovs.
No se puede, bajo ning煤n concepto, usar a menores de edad para en las protestas, ni que sean ellos mismos los que salgan de su colegio a manifestar. ¡No, no y no! En una democracia verdadera, los menores de edad son sagrados. Y eso que en Catalunya nadie le paga a los ni帽os pobres para que fabriquen molotovs, ¿te imaginas semejante barbaridad?
No se puede -¡no, se帽or!- bloquear las v铆as p煤blicas. ¿Qu茅 desorden es ese? Y miren que los catalanes no bloquean las calles secuestrando autobuses y camiones y quem谩ndolos en medio de la v铆a.
En una democracia verdadera como la espa帽ola, los alcaldes son responsables de lo que ocurra en sus municipios y los que han promovido actividades ilegales en ellos, como el refer茅ndum catal谩n ese, ya se las han sido presentados ante el juez, para que sigan con la guachafita. Y que no vayan a salir con el cuentico de que son presos pol铆ticos, no, que los presos pol铆ticos est谩n aqu铆, en Venezuela, donde los alcaldes opositores y hicieron todo lo que est谩 prohibid铆simo en Espa帽a una feroz violencia a帽adida que dej贸 un reguero de muertos y heridos, pero es que, claro, aqu铆 lo hicieron, no para poder ser catalanes, sino para derrocar al presidente que, aunque fue electo por la mayor铆a de nosotros, es un dictador, seg煤n nos explican desde el gobierno espa帽ol.
Veremos si los catalanes terminan votando, peligrosamente, o si sus voces son apagadas a la fuerza, como se hace en las democracias verdaderas.
F铆jense que lo primero que no se puede hacer es convocar a referendos que no salgan en la Constituci贸n, no se puede y punto. Tampoco se puede hacer propaganda de ese evento ilegal en los medios porque te llega la polic铆a y se acaba la rochelita. Hacer un refer茅ndum as铆, es un golpe de Estado, seg煤n el gobierno espa帽ol. ¡Mira t煤!
Tampoco se puede increpar, tocar, empujar, o lanzar objetos a la polic铆a, mira t煤. Hacerlo supone un grave delito que se paga con c谩rcel… Y pensar que en Catalunya nadie les ha lanzado morteros ni puputovs.
No se puede, bajo ning煤n concepto, usar a menores de edad para en las protestas, ni que sean ellos mismos los que salgan de su colegio a manifestar. ¡No, no y no! En una democracia verdadera, los menores de edad son sagrados. Y eso que en Catalunya nadie le paga a los ni帽os pobres para que fabriquen molotovs, ¿te imaginas semejante barbaridad?
No se puede -¡no, se帽or!- bloquear las v铆as p煤blicas. ¿Qu茅 desorden es ese? Y miren que los catalanes no bloquean las calles secuestrando autobuses y camiones y quem谩ndolos en medio de la v铆a.
En una democracia verdadera como la espa帽ola, los alcaldes son responsables de lo que ocurra en sus municipios y los que han promovido actividades ilegales en ellos, como el refer茅ndum catal谩n ese, ya se las han sido presentados ante el juez, para que sigan con la guachafita. Y que no vayan a salir con el cuentico de que son presos pol铆ticos, no, que los presos pol铆ticos est谩n aqu铆, en Venezuela, donde los alcaldes opositores y hicieron todo lo que est谩 prohibid铆simo en Espa帽a una feroz violencia a帽adida que dej贸 un reguero de muertos y heridos, pero es que, claro, aqu铆 lo hicieron, no para poder ser catalanes, sino para derrocar al presidente que, aunque fue electo por la mayor铆a de nosotros, es un dictador, seg煤n nos explican desde el gobierno espa帽ol.
Veremos si los catalanes terminan votando, peligrosamente, o si sus voces son apagadas a la fuerza, como se hace en las democracias verdaderas.
