COMUNICADO de Izquierda Revolucionaria
La proclamaci贸n de la rep煤blica catalana por el Parlament de Catalunya ha desatado una reacci贸n inmediata y furiosa por parte del Estado, el gobierno del PP, Ciudadanos (Cs) y PSOE. Utilizando el art铆culo 155 de la Constituci贸n, las medidas adoptadas suspenden la autonom铆a de Catalunya y atacan de forma brutal los derechos democr谩ticos del pueblo.
Pero esta agresi贸n se cierne tambi茅n contra todos los territorios del Estado. Las querellas presentadas desde la Fiscal铆a General del Estado, en la que se acusa a Puigdemont y otros miembros del Govern del delito de “rebeli贸n” y “sedici贸n”, representan el mayor ataque contra la democracia visto en cuarenta a帽os. El intento de aplastar con medidas represivas salvajes lo que ha sido un movimiento popular masivo en defensa del derecho a decidir, cuestiona por completo al r茅gimen del 78 y subraya sus taras autoritarias heredadas directamente de la dictadura franquista.
No pretendemos exagerar nada. Basta analizar lo que propone el Fiscal General del Estado, Jos茅 Manuel Maza, para hacerse una idea cabal de las pretensiones del Estado, del gobierno del PP y de sus aliados pol铆ticos. La querella considera que la jornada del 1 de octubre, y los d铆as previos y posteriores “constituyeron una insurrecci贸n, un levantamiento violento, en el que el sector de la poblaci贸n partidario de la secesi贸n, enardecida por sus dirigentes, desobedeci贸 p煤blicamente y mostr贸 su resistencia colectiva a la autoridad leg铆tima del Estado (…) Los momentos de violencia vividos en gran parte de los centros destinados a llevar a cabo la il铆cita votaci贸n fueron el resultado de la pertinaz actitud de los querellados de celebrar a toda costa el inconstitucional refer茅ndum imponi茅ndolo por la fuerza de los hechos consumados y de la multitud movilizada”.
Es decir, que millones de ciudadanos pac铆ficos tuvieran que hacer frente a una represi贸n feroz para ejercer su leg铆timo derecho a votar, se considera por el m谩ximo fiscal del Estado, puesto a dedo por el PP, como un “levantamiento violento”. ¡Y todos los pol铆ticos que respaldan esta querella, incluidos los dirigentes del PSOE, afirman que as铆 se defiende la “democracia”!
La jornada de huelga del 3 de octubre tambi茅n es calificada por el Fiscal General: “La huelga no fue convocada en defensa de los derechos de los trabajadores, sino como un acto m谩s de fuerza”. La Fiscal铆a sostiene que “los hechos dirigidos a la proclamaci贸n de Catalu帽a como un estado independiente en forma de rep煤blica, ponen en objetivo peligro los fundamentos del Estado de Derecho (…) que se fundamenta en la indisoluble unidad de la Naci贸n espa帽ola, patria com煤n e indivisible de todos los espa帽oles…”.
El delito de rebeli贸n, que en el c贸digo penal supone la utilizaci贸n de la violencia, puede acarrear una condena de 30 a帽os de c谩rcel. Para fundamentar su querella infumable, el Fiscal General se帽ala ahora que tal delito “no exige que se esgriman armas, ni combate, ni violencias graves contra las personas”, y cita como jurisprudencia la sentencia del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, donde el Tribunal Supremo lleg贸 a estimar que la rebeli贸n se puede llevar a cabo “de modo incruento”.
Esta querella demuestra de manera fehaciente el prop贸sito del bloque mon谩rquico reaccionario. No s贸lo se trata de infringir una derrota severa al pueblo catal谩n que ha osado desafiar las leyes injustas de un Estado que les niega el derecho de autodeterminaci贸n. Es una advertencia clara a toda la clase trabajadora del Estado espa帽ol de hasta d贸nde est谩 dispuesta a llegar la burgues铆a, espa帽ola, catalana y de cualquier nacionalidad, en la defensa de su sistema y sus intereses.
Un ejercicio extraordinario de soberan铆a popular y democracia
Lo ocurrido estos meses en Catalunya encierra grandes lecciones. Una lucha de clases tan abierta y descarnada, inducida en este caso por la opresi贸n nacional, y donde todas las ideas y las organizaciones pol铆ticas est谩n siendo puestas a prueba, no es algo habitual en la historia.
Dice el refr谩n que no hay m谩s ciego que el que no quiere ver, y en la izquierda parlamentaria la ceguera ha llegado a un punto grotesco. Cuando hay un golpe autoritario en marcha y conquistas democr谩ticas fundamentales del movimiento obrero est谩n siendo socavadas, s贸lo se pueden distinguir dos posiciones: los que respaldan el 155 y se manifiestan de la mano de la derecha blandiendo la bandera rojigualda y apelando a la Espa帽a una, grande y libre, como han hecho Pedro S谩nchez, Iceta y los dirigentes del PSC; o aquellos que hablan de “dialogo” pero afirman que el 155 y la declaraci贸n de la rep煤blica catalana son las dos caras de la misma moneda, equiparando la actuaci贸n del gobierno del PP y del Estado con la de un pueblo que lucha contra la opresi贸n nacional y desnuda el car谩cter reaccionario del r茅gimen del 78.
La idea de que el resultado del refer茅ndum del 1-O no puede ser proclamado porque no es leg铆timo significa un desprecio absoluto a la voluntad popular. M谩s de 2.200.000 personas defendieron e impusieron su derecho a votar enfrent谩ndose a las porras y pelotas de goma de decenas de miles de polic铆as y guardias civiles. El porcentaje de participaci贸n de este refer茅ndum fue mayor al de las elecciones europeas de 2014. El n煤mero de votantes a favor de la rep煤blica catalana fue claramente superior al de votos afirmativos al Estatut de Autonomia, la norma que regula la relaci贸n de Catalunya con el Estado espa帽ol. ¡Qu茅 elecci贸n podr铆a tener m谩s legitimidad que 茅sta, conquistada mediante la lucha, la movilizaci贸n y la resistencia frente a toda la maquinaria represiva del Estado!
Los capitalistas, ya sean catalanes, espa帽oles o europeos, han comprendido mejor que los dirigentes de la izquierda reformista el significado pol铆tico de estos acontecimientos. El pueblo catal谩n, con la juventud a la vanguardia, demostr贸 con la movilizaci贸n en la calle que s铆 se puede derrotar el poder represivo del Estado, y al votar en el refer茅ndum gracias a su acci贸n directa y paralizar Catalunya con la impresionante huelga general del 3 de octubre, abri贸 una crisis revolucionaria. El objetivo de todos los sectores de la clase dominante es cerrar esta crisis cuanto antes, imponiendo una severa derrota al movimiento para que sirva de lecci贸n al resto de pueblos en lucha y a todos los explotados.
El bloque mon谩rquico reaccionario
Conscientes de lo que hay en juego, y debido a la enorme fuerza del movimiento a favor de la rep煤blica catalana, el gobierno de Rajoy, el aparato del Estado, la Corona, el Ej茅rcito y los partidos del r茅gimen —destacando el PSOE de Pedro S谩nchez— han trazado una estrategia clara: mantener la represi贸n en Catalunya y al mismo tiempo combinarla con la convocatoria de elecciones para el 21 de diciembre. Con esta decisi贸n demuestran que temen una explosi贸n revolucionaria, y que prefieren basarse en las incoherencias y los graves errores de los pol铆ticos burgueses del PDeCAT para resolver esta situaci贸n y ensanchar su base de apoyo en Catalunya y fuera de ella. Al mismo tiempo, y para reforzar su posici贸n, endurecen la campa帽a del miedo y siembran la divisi贸n y el enfrentamiento en el seno de los trabajadores y del pueblo de Catalunya.
Esta campa帽a ya lleva muchas semanas en marcha, y cuenta con el apoyo entusiasta de la burgues铆a y la oligarqu铆a catalana. Alrededor de 1.700 empresas han anunciado desde el 3-O su salida de Catalunya, trasladando un mensaje muy concreto: la rep煤blica catalana puede suponer la destrucci贸n de miles o decenas de miles de puestos de trabajo. Y hay que reconocer que esta campa帽a est谩 teniendo efectos porque desde la direcci贸n del movimiento de liberaci贸n nacional catal谩n, en manos mayoritariamente de los pol铆ticos burgueses del PEDeCAT, pero tambi茅n de ERC y de la CUP, no se ha contestado con hechos concretos, y la 煤nica manera de hacerlo era se帽alando que la rep煤blica catalana significar铆a la toma de decisiones inmediatas contra los recortes, en defensa de la sanidad y la educaci贸n p煤blicas, y contra el sabotaje de los capitalistas asegurando la nacionalizaci贸n de la banca y de las grandes empresas para defender el empleo, los salarios y mejorar las condiciones de vida del pueblo y los trabajadores.
Pero nada de esto se ha hecho. Desde el 3 de octubre la iniciativa la ha tomado la reacci贸n y el r茅gimen del 78. Es m谩s, ante la aplicaci贸n del 155, desde el Govern y los partidos que lo sustentan el espect谩culo no ha podido ser m谩s bochornoso. Una aceptaci贸n de todas las medidas represivas sin plantear ninguna respuesta seria basada en la movilizaci贸n, lo que trasmite la venalidad y la cobard铆a de unos dirigentes que no s贸lo no est谩n a la altura del pueblo catal谩n, sino que no creen en la causa de la rep煤blica por que no quieren romper con el sistema capitalista.
La reacci贸n ha concentrado toda su potencia de fuego en el terreno pol铆tico y judicial, pero tambi茅n en el intento de ganar un espacio en la calle que hab铆a perdido. En este sentido, la movilizaci贸n del 29 de octubre en Barcelona en defensa de la unidad de Espa帽a, y a la que asistieron m谩s de 300.000 personas, es muy significativa. Fomentando el miedo a la p茅rdida de puestos de trabajo y diseminando la cr铆tica al nacionalismo catal谩n como s铆 s贸lo fuera un movimiento de las 茅lites explotadoras, racistas y contrarias a la poblaci贸n inmigrante de Catalunya, la clase dominante espa帽ola est谩 apoy谩ndose en un sector de la izquierda, socialista y estalinista, para meter una cu帽a entre los trabajadores catalanes a favor de sus intereses.
La actuaci贸n de Borell, jaleando con su verbo encendido a miles de reaccionarios, o de Paco Frutos, ex dirigente del PCE y CCOO, atacando la huelga convocada por el Sindicat d’ Estudiants y a la juventud que se ha movilizado contra la represi贸n franquista, no son ninguna casualidad. El papel de comparsa de todos ellos, entusiasmados con las medidas franquistas del PP y dispuestos a propagar el chovinismo espa帽olista en los barrios obreros, es un crimen.
La izquierda equidistante
Si el bloque reaccionario est谩 avanzando sembrando la confusi贸n y los prejuicios espa帽olistas en sectores de los trabajadores, no s贸lo es por la responsabilidad del PSOE o por el papel de los dirigentes de CCOO y UGT, que en la pr谩ctica colaboran con la burgues铆a espa帽ola y catalana cuando justifican la aplicaci贸n del 155. Los dirigentes de organizaciones que cuentan con un gran apoyo parlamentario y en teor铆a est谩n a la izquierda de la socialdemocracia, como Podemos o Izquierda Unida, tambi茅n est谩n aportando su grano de arena a esta confusi贸n. Cuando defienden la equidistancia entre el r茅gimen del 78 y el movimiento desatado en Catalunya, o cuando hablan de que la rep煤blica catalana no es “legal” ni “leg铆tima”, lejos de ayudar a la causa de los trabajadores y la juventud catalana, lejos de contribuir a la lucha contra todo tipo de opresi贸n nacional y de clase, refuerzan muchos de los argumentos de la burgues铆a espa帽ola.
En una coyuntura hist贸rica como la actual todas las organizaciones se retratan. Seguir insistiendo en que el 155 y la proclamaci贸n de la rep煤blica catalana son el resultado de la falta de “di谩logo” y de “responsabilidad” pol铆tica, es no querer ver el fondo del asunto. Es como si estos dirigentes nunca hubieran o铆do hablar de la lucha de clases, y no entendieran que si hemos llegado a este punto es por que el Estado centralista y el r茅gimen del 78 jam谩s aceptar谩 un refer茅ndum pactado y legal en Catalunya sobre el derecho de autodeterminaci贸n. Y no lo aceptar谩 por que la burgues铆a espa帽ola no va a renunciar a un mercado como el catal谩n, que representa casi un tercio del PIB espa帽ol, y por que la “voluntad popular” les trae al pairo. Jam谩s consentir谩n que la proclamaci贸n de la rep煤blica se lleve a cabo “legalmente”, por que eso abrir铆a las compuertas —como ya est谩 sucediendo— a un movimiento de masas que m谩s tarde o temprano se contagiar铆a al resto del Estado y podr铆a acabar con su r茅gimen.
De todos estos dirigentes, Alberto Garz贸n, coordinador de Izquierda Unida, es el que con m谩s virulencia se ha posicionado contra las aspiraciones democr谩tico-nacionales de millones de catalanes, despreciando un movimiento de masas que se ha enfrentado al PP y al Estado. Un dirigente que siempre ha hecho gala de republicanismo, se ha opuesto con toda vehemencia a la rep煤blica catalana, y lo ha hecho esgrimiendo como argumento que rompe con la legalidad del Estado y de la burgues铆a espa帽ola. Y lo peor es que pretende justificar su postura haciendo referencia a los grandes pensadores marxistas, cuando en realidad falsifica de forma grosera el marxismo y se acerca a las posturas del chovinismo espa帽olista, facilitando al bloque reaccionario su objetivo de meter una cu帽a dentro del movimiento obrero y extender los prejuicios del espa帽olismo.
Garz贸n dice que es marxista. Pero el principio de la dial茅ctica marxista se帽ala que la verdad es siempre concreta. No han sido Puigdemont ni el PDeCAT quienes han desafiado al r茅gimen del 78, sino el movimiento revolucionario de las masas catalanas. Por supuesto que las diferentes formaciones pol铆ticas de la burgues铆a catalana, Convergencia y sus sucesoras, han sostenido siempre la estabilidad capitalista, apoyando a los gobiernos de Felipe Gonz谩lez y Aznar, defendiendo de manera clara los intereses de la oligarqu铆a catalana. El viraje hacia el independentismo de Mas, Puigdemont y el PDeCAT represent贸, en su momento, una maniobra pol铆tica para desviar la atenci贸n sobre sus pol铆ticas de recortes, y neutralizar la gran contestaci贸n social que se hab铆a desatado contra ellos en las calles de Catalunya. Est谩 claro tambi茅n que la posici贸n de los compa帽eros de la CUP, dando apoyo parlamentario al PDeCAT para aplicar su agenda neoliberal a cambio de que se mantuviesen dentro del bloque independentista, ha sido un completo error.
Pero igual de err贸neo, o m谩s a煤n por lo que est谩 en juego, es que cuando Puigdemont y el PDeCAT est谩n completamente superados por un movimiento de masas que abre una crisis revolucionaria, Garz贸n y muchos otros nieguen apoyo a este movimiento, tach谩ndolo de reaccionario, y se dediquen a implorar a Rajoy y Puigdemont que arreglen el problema negociando. Pero, ¿negociar el qu茅 y con qui茅n? ¿Un refer茅ndum “pactado y legal” con el mismo Estado y el mismo gobierno que blande la porra y aplica medidas de excepci贸n antidemocr谩ticas al pueblo de Catalunya?
Alberto Garz贸n ha dicho que “s贸lo con que Rajoy y Puigdemont se sentaran a dialogar ya se solucionar铆a parte de la tensi贸n” que se vive en Catalunya. ¿Qu茅 tiene esto que ver con la posici贸n de Marx y Lenin ante la opresi贸n nacional y la revoluci贸n? Nada, no tiene nada que ver, pero s铆 mucho con la posici贸n de Carrillo en 1976-1978, cuando la direcci贸n del PCE —entonces el partido de masas de la clase obrera— llamaba al di谩logo y al consenso con la burgues铆a espa帽ola y los herederos de la dictadura para abortar una situaci贸n revolucionaria que se les escapaba de las manos.
Carrillo y el PCE, junto a Felipe Gonz谩lez y el PSOE, fueron los principales art铆fices del r茅gimen del 78. La direcci贸n del PCE sacrific贸 la lucha heroica de millones en aras de “consolidar la democracia”, esto es, permitir a la burgues铆a retomar el control de la situaci贸n, apoyando la monarqu铆a y oponi茅ndose al derecho de autodeterminaci贸n de Catalunya, Euskal Herria y Galiza. El resultado fue quedar reducido a la insignificancia pol铆tica en estos territorios. ¿Por qu茅 Garz贸n no saca las conclusiones de estos hechos?
Hace m谩s de 100 a帽os que Lenin escribi贸 un magn铆fico texto, El derecho de las naciones a la autodeterminaci贸n, fijando la posici贸n de los marxistas revolucionarios en este terreno. Lenin no era nacionalista, ni Marx, ni Engels. Eran internacionalistas, pero entend铆an que la defensa del derecho a la autodeterminaci贸n de las naciones oprimidas, como hoy es el caso de Catalunya, era algo prioritario en la batalla por el socialismo. Luchar contra la opresi贸n nacional es igual de importante que luchar contra la opresi贸n de clase. Por supuesto, en el movimiento de liberaci贸n nacional los marxistas nunca nos subordinamos a la burgues铆a de la naci贸n oprimida, en este caso a la burgues铆a catalana, ni a su representaci贸n pol铆tica hasta el momento, el PDeCAT, sino que, al mismo tiempo que abogamos por el derecho de autodeterminaci贸n — que significa obviamente el derecho a la independencia— lo ligamos a la lucha por un programa revolucionario y la transformaci贸n socialista de la sociedad.
La crisis actual en Catalunya, como en otras 茅pocas de la historia, ha abierto la posibilidad de conquistar la rep煤blica catalana por m茅todos revolucionarios, basados en la acci贸n directa del pueblo, la juventud y los trabajadores. Eso es lo que aterroriza a la burgues铆a catalana, que r谩pidamente ha dictado un ultim谩tum a las masas: abandonad vuestras pretensiones revolucionarias o desataremos el caos econ贸mico y os hundiremos en la miseria. ¡Es lo mismo que hizo la burgues铆a griega y europea contra el pueblo griego!
¿Qu茅 conclusi贸n se puede sacar de la alianza entre la burgues铆a catalana y la espa帽ola para evitar la proclamaci贸n de la rep煤blica catalana? Garz贸n y otros dirigentes de Podemos como Pablo Iglesias, defienden como estrategia pol铆tica “un proceso constituyente”, para alcanzar la “Rep煤blica Federal”. No aclaran qu茅 orientaci贸n de clase, capitalista o socialista, deber铆a tener ese proceso constituyente o esa rep煤blica federal. Pero m谩s all谩 de eso, ¿c贸mo pretenden imponer ese proceso constituyente o esa rep煤blica? ¿Mediante el acuerdo con el Estado franquista y el PP? ¿Alcanzando un consenso con la burgues铆a espa帽ola?
La proclamaci贸n de la Segunda Rep煤blica el 14 de abril de 1931 fue el resultado de la acci贸n revolucionaria de las masas, de la ciudad y del campo, que echaron abajo la dictadura de Primo de Rivera, y con sus huelgas y movilizaciones masivas a lo largo de 1930 y 1931 pusieron a Alfonso XIII rumbo al exilio. La proclamaci贸n de la rep煤blica, que fue aceptada a rega帽adientes por los capitalistas y la burgues铆a como un mal menor, no pudo contener el movimiento de los trabajadores, los campesinos sin tierra y la juventud hacia la revoluci贸n socialista.
La analog铆a hist贸rica tiene su importancia, pues una rep煤blica catalana ganada mediante la acci贸n revolucionaria implicar铆a necesariamente un combate frontal contra el PDeCAT y Puigdemont, contra toda esta oligarqu铆a pol铆tica y econ贸mica que ha gobernado Catalunya con las mismas recetas neoliberales que el PP, y abrir铆a las puertas a un gobierno de la izquierda que cuestionar铆a los recortes y la austeridad. Los capitalistas catalanes, espa帽oles, franceses y europeos lo saben perfectamente, y por eso intentan aplastar el movimiento con todos los medios de que disponen. Juan Luis Cebr铆an lo sabe tambi茅n, como se帽ala en sus incendiarios art铆culos. Pero Garz贸n y otros dirigentes de la izquierda, lamentablemente, se limitan a decir que la osad铆a del pueblo catal谩n en su lucha por la rep煤blica “solo” beneficia a la reacci贸n.
Las tareas del momento
Los pol铆ticos burgueses del PDeCAT fueron mucho m谩s lejos de lo que quer铆an tras ser empujados por la impresionante movilizaci贸n del 1 y 3 de octubre (de ah铆 sus caras de funeral cuando el Parlament proclam贸 la rep煤blica). Pero desde que la burgues铆a catalana comprendi贸 que se hab铆a abierto una crisis revolucionaria y exigieron a Puigdemont y los suyos que recularan, todo lo vivido desde el 3 de octubre han sido maniobras constantes para retroceder y ceder ante el PP y el Estado espa帽ol. Ahora hay una desbandada completa del Govern, y especulaciones de que Puigdemont y cinco consellers podr铆an pedir refugio en B茅lgica ante las querellas de la Fiscal铆a.
Los dirigentes del PDeCAT est谩n traicionando, una vez m谩s, la causa de Catalunya y la rep煤blica. En lugar de llamar a la movilizaci贸n masiva contra el 155 y las querellas, y pasar por la misma experiencia que cientos y miles de luchadores cuando son v铆ctimas de la represi贸n del Estado, estos pol铆ticos burgueses se preparan para huir “heroicamente” y convertirse en figuras simb贸licas en el exilio. ¡Esto no sirve a la lucha del pueblo, s贸lo quieren salvar su imagen y su prestigio personal!
La correlaci贸n de fuerzas en Catalunya todav铆a permitir铆a revertir los planes de la burgues铆a y su intento de cerrar la crisis revolucionaria dividiendo en l铆neas nacionales a la clase trabajadora. Pero para ello ser铆a necesario que la izquierda catalana y estatal rompiera con su pol铆tica actual, llamando a la movilizaci贸n masiva con un programa de reivindicaciones econ贸micas y sociales. Este programa debe tener ejes claros: poner fin a los desahucios y los recortes, defender la educaci贸n y sanidad p煤blicas, y nacionalizar la banca y las grandes empresas bajo control democr谩tico de la poblaci贸n para crear millones de puestos de trabajo con salarios dignos. La obligaci贸n de la izquierda que lucha es demostrar al conjunto de la clase trabajadora catalana, especialmente a los que emigraron en los duros a帽os de la postguerra y cuyas familias sufrieron el desprecio clasista, racista y humillante de la burgues铆a catalana, que la rep煤blica catalana que queremos no es la de la oligarqu铆a sino la del pueblo y la de los oprimidos.
Las proclamaciones y declaraciones en abstracto de la rep煤blica, como han pretendido hacer Puigdemont y Oriol Junqueras, sirven de poco frente a la actual ofensiva del bloque reaccionario mon谩rquico y su Estado. Lo que falta no es fuerza, sino decisi贸n por parte de los dirigentes de la izquierda para basarse en la inmensa capacidad de lucha mostrada por las masas y organizar la huelga general contra el 155, imponer un gobierno de izquierdas que haga realidad una rep煤blica socialista, y desalojar a Puigdemont y a los pol铆ticos burgueses del PDeCAT de la direcci贸n de un movimiento de liberaci贸n nacional al que est谩n traicionando descaradamente. Esta es la tarea de las CUP, de Catalunya en Com煤, y de Unidos Podemos.
Cientos de miles de luchadores consideran las elecciones del 21D como una estrategia para liquidar el movimiento que ha llevado a proclamar la rep煤blica. Y no les falta raz贸n: la burgues铆a espa帽ola y los partidos del r茅gimen quieren dar a su pol铆tica represiva y espa帽olista un barniz democr谩tico. Pero es evidente que las elecciones se van a celebrar, como el PDeCAT y ERC se han apresurado a reconocer comprometiendo su participaci贸n. Por eso mismo, es necesario entender que la movilizaci贸n de masas y la defensa de una pol铆tica socialista es el mejor camino para derrotar a la derecha espa帽olista y sus aliados, ahora y en las elecciones del 21 de diciembre, y asegurar que la perspectiva de una republica catalana se mantiene con fuerza como una alternativa viable.
En este proceso es absolutamente imprescindible dirigirse a los trabajadores catalanes, volcarse hacia las f谩bricas y empresas. La clase obrera debe ser la protagonista fundamental en el combate contra la represi贸n, y para eso es necesario demostrar que una rep煤blica socialista es una opci贸n mejor que una monarqu铆a capitalista que defiende los intereses de la oligarqu铆a financiera, de los corruptos y los franquistas.
La 煤nica manera de acabar con la confusi贸n, y neutralizar la campa帽a del nacionalismo espa帽olista, es uniendo a los trabajadores y la juventud del resto del Estado con sus hermanos de clase en Catalunya a trav茅s de la movilizaci贸n masiva contra el gobierno del PP. Desde Izquierda Revolucionaria lo decimos claro: esta es la tarea que tiene por delante la direcci贸n de Unidos Podemos, que tienen Pablo Iglesias y Ada Colau.
Vivimos acontecimientos decisivos. La clase dominante espa帽ola y catalana ve con terror y odio la consolidaci贸n de la rep煤blica catalana. La raz贸n no es s贸lo porque quebrar铆a la idea de Espa帽a, una, grande y libre. Saben que esta conquista ser铆a el preludio a una lucha a煤n m谩s intensa y trascendental a favor de los oprimidos, contra la dominaci贸n de los capitalistas, contra el orden social establecido y por una rep煤blica socialista en Catalunya y una rep煤blica socialista federal, basada en la uni贸n libre y voluntaria de los pueblos y naciones que componen actualmente el Estado espa帽ol. Una lucha que ya est谩 ganando la solidaridad activa de las masas oprimidas de Europa y de todo el mundo.
¡Af铆liate a Izquierda Revolucionaria para luchar por la rep煤blica socialista!
La proclamaci贸n de la rep煤blica catalana por el Parlament de Catalunya ha desatado una reacci贸n inmediata y furiosa por parte del Estado, el gobierno del PP, Ciudadanos (Cs) y PSOE. Utilizando el art铆culo 155 de la Constituci贸n, las medidas adoptadas suspenden la autonom铆a de Catalunya y atacan de forma brutal los derechos democr谩ticos del pueblo.
Pero esta agresi贸n se cierne tambi茅n contra todos los territorios del Estado. Las querellas presentadas desde la Fiscal铆a General del Estado, en la que se acusa a Puigdemont y otros miembros del Govern del delito de “rebeli贸n” y “sedici贸n”, representan el mayor ataque contra la democracia visto en cuarenta a帽os. El intento de aplastar con medidas represivas salvajes lo que ha sido un movimiento popular masivo en defensa del derecho a decidir, cuestiona por completo al r茅gimen del 78 y subraya sus taras autoritarias heredadas directamente de la dictadura franquista.
No pretendemos exagerar nada. Basta analizar lo que propone el Fiscal General del Estado, Jos茅 Manuel Maza, para hacerse una idea cabal de las pretensiones del Estado, del gobierno del PP y de sus aliados pol铆ticos. La querella considera que la jornada del 1 de octubre, y los d铆as previos y posteriores “constituyeron una insurrecci贸n, un levantamiento violento, en el que el sector de la poblaci贸n partidario de la secesi贸n, enardecida por sus dirigentes, desobedeci贸 p煤blicamente y mostr贸 su resistencia colectiva a la autoridad leg铆tima del Estado (…) Los momentos de violencia vividos en gran parte de los centros destinados a llevar a cabo la il铆cita votaci贸n fueron el resultado de la pertinaz actitud de los querellados de celebrar a toda costa el inconstitucional refer茅ndum imponi茅ndolo por la fuerza de los hechos consumados y de la multitud movilizada”.
Es decir, que millones de ciudadanos pac铆ficos tuvieran que hacer frente a una represi贸n feroz para ejercer su leg铆timo derecho a votar, se considera por el m谩ximo fiscal del Estado, puesto a dedo por el PP, como un “levantamiento violento”. ¡Y todos los pol铆ticos que respaldan esta querella, incluidos los dirigentes del PSOE, afirman que as铆 se defiende la “democracia”!
La jornada de huelga del 3 de octubre tambi茅n es calificada por el Fiscal General: “La huelga no fue convocada en defensa de los derechos de los trabajadores, sino como un acto m谩s de fuerza”. La Fiscal铆a sostiene que “los hechos dirigidos a la proclamaci贸n de Catalu帽a como un estado independiente en forma de rep煤blica, ponen en objetivo peligro los fundamentos del Estado de Derecho (…) que se fundamenta en la indisoluble unidad de la Naci贸n espa帽ola, patria com煤n e indivisible de todos los espa帽oles…”.
El delito de rebeli贸n, que en el c贸digo penal supone la utilizaci贸n de la violencia, puede acarrear una condena de 30 a帽os de c谩rcel. Para fundamentar su querella infumable, el Fiscal General se帽ala ahora que tal delito “no exige que se esgriman armas, ni combate, ni violencias graves contra las personas”, y cita como jurisprudencia la sentencia del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, donde el Tribunal Supremo lleg贸 a estimar que la rebeli贸n se puede llevar a cabo “de modo incruento”.
Esta querella demuestra de manera fehaciente el prop贸sito del bloque mon谩rquico reaccionario. No s贸lo se trata de infringir una derrota severa al pueblo catal谩n que ha osado desafiar las leyes injustas de un Estado que les niega el derecho de autodeterminaci贸n. Es una advertencia clara a toda la clase trabajadora del Estado espa帽ol de hasta d贸nde est谩 dispuesta a llegar la burgues铆a, espa帽ola, catalana y de cualquier nacionalidad, en la defensa de su sistema y sus intereses.
Un ejercicio extraordinario de soberan铆a popular y democracia
Lo ocurrido estos meses en Catalunya encierra grandes lecciones. Una lucha de clases tan abierta y descarnada, inducida en este caso por la opresi贸n nacional, y donde todas las ideas y las organizaciones pol铆ticas est谩n siendo puestas a prueba, no es algo habitual en la historia.
Dice el refr谩n que no hay m谩s ciego que el que no quiere ver, y en la izquierda parlamentaria la ceguera ha llegado a un punto grotesco. Cuando hay un golpe autoritario en marcha y conquistas democr谩ticas fundamentales del movimiento obrero est谩n siendo socavadas, s贸lo se pueden distinguir dos posiciones: los que respaldan el 155 y se manifiestan de la mano de la derecha blandiendo la bandera rojigualda y apelando a la Espa帽a una, grande y libre, como han hecho Pedro S谩nchez, Iceta y los dirigentes del PSC; o aquellos que hablan de “dialogo” pero afirman que el 155 y la declaraci贸n de la rep煤blica catalana son las dos caras de la misma moneda, equiparando la actuaci贸n del gobierno del PP y del Estado con la de un pueblo que lucha contra la opresi贸n nacional y desnuda el car谩cter reaccionario del r茅gimen del 78.
La idea de que el resultado del refer茅ndum del 1-O no puede ser proclamado porque no es leg铆timo significa un desprecio absoluto a la voluntad popular. M谩s de 2.200.000 personas defendieron e impusieron su derecho a votar enfrent谩ndose a las porras y pelotas de goma de decenas de miles de polic铆as y guardias civiles. El porcentaje de participaci贸n de este refer茅ndum fue mayor al de las elecciones europeas de 2014. El n煤mero de votantes a favor de la rep煤blica catalana fue claramente superior al de votos afirmativos al Estatut de Autonomia, la norma que regula la relaci贸n de Catalunya con el Estado espa帽ol. ¡Qu茅 elecci贸n podr铆a tener m谩s legitimidad que 茅sta, conquistada mediante la lucha, la movilizaci贸n y la resistencia frente a toda la maquinaria represiva del Estado!
Los capitalistas, ya sean catalanes, espa帽oles o europeos, han comprendido mejor que los dirigentes de la izquierda reformista el significado pol铆tico de estos acontecimientos. El pueblo catal谩n, con la juventud a la vanguardia, demostr贸 con la movilizaci贸n en la calle que s铆 se puede derrotar el poder represivo del Estado, y al votar en el refer茅ndum gracias a su acci贸n directa y paralizar Catalunya con la impresionante huelga general del 3 de octubre, abri贸 una crisis revolucionaria. El objetivo de todos los sectores de la clase dominante es cerrar esta crisis cuanto antes, imponiendo una severa derrota al movimiento para que sirva de lecci贸n al resto de pueblos en lucha y a todos los explotados.
El bloque mon谩rquico reaccionario
Conscientes de lo que hay en juego, y debido a la enorme fuerza del movimiento a favor de la rep煤blica catalana, el gobierno de Rajoy, el aparato del Estado, la Corona, el Ej茅rcito y los partidos del r茅gimen —destacando el PSOE de Pedro S谩nchez— han trazado una estrategia clara: mantener la represi贸n en Catalunya y al mismo tiempo combinarla con la convocatoria de elecciones para el 21 de diciembre. Con esta decisi贸n demuestran que temen una explosi贸n revolucionaria, y que prefieren basarse en las incoherencias y los graves errores de los pol铆ticos burgueses del PDeCAT para resolver esta situaci贸n y ensanchar su base de apoyo en Catalunya y fuera de ella. Al mismo tiempo, y para reforzar su posici贸n, endurecen la campa帽a del miedo y siembran la divisi贸n y el enfrentamiento en el seno de los trabajadores y del pueblo de Catalunya.
Esta campa帽a ya lleva muchas semanas en marcha, y cuenta con el apoyo entusiasta de la burgues铆a y la oligarqu铆a catalana. Alrededor de 1.700 empresas han anunciado desde el 3-O su salida de Catalunya, trasladando un mensaje muy concreto: la rep煤blica catalana puede suponer la destrucci贸n de miles o decenas de miles de puestos de trabajo. Y hay que reconocer que esta campa帽a est谩 teniendo efectos porque desde la direcci贸n del movimiento de liberaci贸n nacional catal谩n, en manos mayoritariamente de los pol铆ticos burgueses del PEDeCAT, pero tambi茅n de ERC y de la CUP, no se ha contestado con hechos concretos, y la 煤nica manera de hacerlo era se帽alando que la rep煤blica catalana significar铆a la toma de decisiones inmediatas contra los recortes, en defensa de la sanidad y la educaci贸n p煤blicas, y contra el sabotaje de los capitalistas asegurando la nacionalizaci贸n de la banca y de las grandes empresas para defender el empleo, los salarios y mejorar las condiciones de vida del pueblo y los trabajadores.
Pero nada de esto se ha hecho. Desde el 3 de octubre la iniciativa la ha tomado la reacci贸n y el r茅gimen del 78. Es m谩s, ante la aplicaci贸n del 155, desde el Govern y los partidos que lo sustentan el espect谩culo no ha podido ser m谩s bochornoso. Una aceptaci贸n de todas las medidas represivas sin plantear ninguna respuesta seria basada en la movilizaci贸n, lo que trasmite la venalidad y la cobard铆a de unos dirigentes que no s贸lo no est谩n a la altura del pueblo catal谩n, sino que no creen en la causa de la rep煤blica por que no quieren romper con el sistema capitalista.
La reacci贸n ha concentrado toda su potencia de fuego en el terreno pol铆tico y judicial, pero tambi茅n en el intento de ganar un espacio en la calle que hab铆a perdido. En este sentido, la movilizaci贸n del 29 de octubre en Barcelona en defensa de la unidad de Espa帽a, y a la que asistieron m谩s de 300.000 personas, es muy significativa. Fomentando el miedo a la p茅rdida de puestos de trabajo y diseminando la cr铆tica al nacionalismo catal谩n como s铆 s贸lo fuera un movimiento de las 茅lites explotadoras, racistas y contrarias a la poblaci贸n inmigrante de Catalunya, la clase dominante espa帽ola est谩 apoy谩ndose en un sector de la izquierda, socialista y estalinista, para meter una cu帽a entre los trabajadores catalanes a favor de sus intereses.
La actuaci贸n de Borell, jaleando con su verbo encendido a miles de reaccionarios, o de Paco Frutos, ex dirigente del PCE y CCOO, atacando la huelga convocada por el Sindicat d’ Estudiants y a la juventud que se ha movilizado contra la represi贸n franquista, no son ninguna casualidad. El papel de comparsa de todos ellos, entusiasmados con las medidas franquistas del PP y dispuestos a propagar el chovinismo espa帽olista en los barrios obreros, es un crimen.
La izquierda equidistante
Si el bloque reaccionario est谩 avanzando sembrando la confusi贸n y los prejuicios espa帽olistas en sectores de los trabajadores, no s贸lo es por la responsabilidad del PSOE o por el papel de los dirigentes de CCOO y UGT, que en la pr谩ctica colaboran con la burgues铆a espa帽ola y catalana cuando justifican la aplicaci贸n del 155. Los dirigentes de organizaciones que cuentan con un gran apoyo parlamentario y en teor铆a est谩n a la izquierda de la socialdemocracia, como Podemos o Izquierda Unida, tambi茅n est谩n aportando su grano de arena a esta confusi贸n. Cuando defienden la equidistancia entre el r茅gimen del 78 y el movimiento desatado en Catalunya, o cuando hablan de que la rep煤blica catalana no es “legal” ni “leg铆tima”, lejos de ayudar a la causa de los trabajadores y la juventud catalana, lejos de contribuir a la lucha contra todo tipo de opresi贸n nacional y de clase, refuerzan muchos de los argumentos de la burgues铆a espa帽ola.
En una coyuntura hist贸rica como la actual todas las organizaciones se retratan. Seguir insistiendo en que el 155 y la proclamaci贸n de la rep煤blica catalana son el resultado de la falta de “di谩logo” y de “responsabilidad” pol铆tica, es no querer ver el fondo del asunto. Es como si estos dirigentes nunca hubieran o铆do hablar de la lucha de clases, y no entendieran que si hemos llegado a este punto es por que el Estado centralista y el r茅gimen del 78 jam谩s aceptar谩 un refer茅ndum pactado y legal en Catalunya sobre el derecho de autodeterminaci贸n. Y no lo aceptar谩 por que la burgues铆a espa帽ola no va a renunciar a un mercado como el catal谩n, que representa casi un tercio del PIB espa帽ol, y por que la “voluntad popular” les trae al pairo. Jam谩s consentir谩n que la proclamaci贸n de la rep煤blica se lleve a cabo “legalmente”, por que eso abrir铆a las compuertas —como ya est谩 sucediendo— a un movimiento de masas que m谩s tarde o temprano se contagiar铆a al resto del Estado y podr铆a acabar con su r茅gimen.
De todos estos dirigentes, Alberto Garz贸n, coordinador de Izquierda Unida, es el que con m谩s virulencia se ha posicionado contra las aspiraciones democr谩tico-nacionales de millones de catalanes, despreciando un movimiento de masas que se ha enfrentado al PP y al Estado. Un dirigente que siempre ha hecho gala de republicanismo, se ha opuesto con toda vehemencia a la rep煤blica catalana, y lo ha hecho esgrimiendo como argumento que rompe con la legalidad del Estado y de la burgues铆a espa帽ola. Y lo peor es que pretende justificar su postura haciendo referencia a los grandes pensadores marxistas, cuando en realidad falsifica de forma grosera el marxismo y se acerca a las posturas del chovinismo espa帽olista, facilitando al bloque reaccionario su objetivo de meter una cu帽a dentro del movimiento obrero y extender los prejuicios del espa帽olismo.
Garz贸n dice que es marxista. Pero el principio de la dial茅ctica marxista se帽ala que la verdad es siempre concreta. No han sido Puigdemont ni el PDeCAT quienes han desafiado al r茅gimen del 78, sino el movimiento revolucionario de las masas catalanas. Por supuesto que las diferentes formaciones pol铆ticas de la burgues铆a catalana, Convergencia y sus sucesoras, han sostenido siempre la estabilidad capitalista, apoyando a los gobiernos de Felipe Gonz谩lez y Aznar, defendiendo de manera clara los intereses de la oligarqu铆a catalana. El viraje hacia el independentismo de Mas, Puigdemont y el PDeCAT represent贸, en su momento, una maniobra pol铆tica para desviar la atenci贸n sobre sus pol铆ticas de recortes, y neutralizar la gran contestaci贸n social que se hab铆a desatado contra ellos en las calles de Catalunya. Est谩 claro tambi茅n que la posici贸n de los compa帽eros de la CUP, dando apoyo parlamentario al PDeCAT para aplicar su agenda neoliberal a cambio de que se mantuviesen dentro del bloque independentista, ha sido un completo error.
Pero igual de err贸neo, o m谩s a煤n por lo que est谩 en juego, es que cuando Puigdemont y el PDeCAT est谩n completamente superados por un movimiento de masas que abre una crisis revolucionaria, Garz贸n y muchos otros nieguen apoyo a este movimiento, tach谩ndolo de reaccionario, y se dediquen a implorar a Rajoy y Puigdemont que arreglen el problema negociando. Pero, ¿negociar el qu茅 y con qui茅n? ¿Un refer茅ndum “pactado y legal” con el mismo Estado y el mismo gobierno que blande la porra y aplica medidas de excepci贸n antidemocr谩ticas al pueblo de Catalunya?
Alberto Garz贸n ha dicho que “s贸lo con que Rajoy y Puigdemont se sentaran a dialogar ya se solucionar铆a parte de la tensi贸n” que se vive en Catalunya. ¿Qu茅 tiene esto que ver con la posici贸n de Marx y Lenin ante la opresi贸n nacional y la revoluci贸n? Nada, no tiene nada que ver, pero s铆 mucho con la posici贸n de Carrillo en 1976-1978, cuando la direcci贸n del PCE —entonces el partido de masas de la clase obrera— llamaba al di谩logo y al consenso con la burgues铆a espa帽ola y los herederos de la dictadura para abortar una situaci贸n revolucionaria que se les escapaba de las manos.
Carrillo y el PCE, junto a Felipe Gonz谩lez y el PSOE, fueron los principales art铆fices del r茅gimen del 78. La direcci贸n del PCE sacrific贸 la lucha heroica de millones en aras de “consolidar la democracia”, esto es, permitir a la burgues铆a retomar el control de la situaci贸n, apoyando la monarqu铆a y oponi茅ndose al derecho de autodeterminaci贸n de Catalunya, Euskal Herria y Galiza. El resultado fue quedar reducido a la insignificancia pol铆tica en estos territorios. ¿Por qu茅 Garz贸n no saca las conclusiones de estos hechos?
Hace m谩s de 100 a帽os que Lenin escribi贸 un magn铆fico texto, El derecho de las naciones a la autodeterminaci贸n, fijando la posici贸n de los marxistas revolucionarios en este terreno. Lenin no era nacionalista, ni Marx, ni Engels. Eran internacionalistas, pero entend铆an que la defensa del derecho a la autodeterminaci贸n de las naciones oprimidas, como hoy es el caso de Catalunya, era algo prioritario en la batalla por el socialismo. Luchar contra la opresi贸n nacional es igual de importante que luchar contra la opresi贸n de clase. Por supuesto, en el movimiento de liberaci贸n nacional los marxistas nunca nos subordinamos a la burgues铆a de la naci贸n oprimida, en este caso a la burgues铆a catalana, ni a su representaci贸n pol铆tica hasta el momento, el PDeCAT, sino que, al mismo tiempo que abogamos por el derecho de autodeterminaci贸n — que significa obviamente el derecho a la independencia— lo ligamos a la lucha por un programa revolucionario y la transformaci贸n socialista de la sociedad.
La crisis actual en Catalunya, como en otras 茅pocas de la historia, ha abierto la posibilidad de conquistar la rep煤blica catalana por m茅todos revolucionarios, basados en la acci贸n directa del pueblo, la juventud y los trabajadores. Eso es lo que aterroriza a la burgues铆a catalana, que r谩pidamente ha dictado un ultim谩tum a las masas: abandonad vuestras pretensiones revolucionarias o desataremos el caos econ贸mico y os hundiremos en la miseria. ¡Es lo mismo que hizo la burgues铆a griega y europea contra el pueblo griego!
¿Qu茅 conclusi贸n se puede sacar de la alianza entre la burgues铆a catalana y la espa帽ola para evitar la proclamaci贸n de la rep煤blica catalana? Garz贸n y otros dirigentes de Podemos como Pablo Iglesias, defienden como estrategia pol铆tica “un proceso constituyente”, para alcanzar la “Rep煤blica Federal”. No aclaran qu茅 orientaci贸n de clase, capitalista o socialista, deber铆a tener ese proceso constituyente o esa rep煤blica federal. Pero m谩s all谩 de eso, ¿c贸mo pretenden imponer ese proceso constituyente o esa rep煤blica? ¿Mediante el acuerdo con el Estado franquista y el PP? ¿Alcanzando un consenso con la burgues铆a espa帽ola?
La proclamaci贸n de la Segunda Rep煤blica el 14 de abril de 1931 fue el resultado de la acci贸n revolucionaria de las masas, de la ciudad y del campo, que echaron abajo la dictadura de Primo de Rivera, y con sus huelgas y movilizaciones masivas a lo largo de 1930 y 1931 pusieron a Alfonso XIII rumbo al exilio. La proclamaci贸n de la rep煤blica, que fue aceptada a rega帽adientes por los capitalistas y la burgues铆a como un mal menor, no pudo contener el movimiento de los trabajadores, los campesinos sin tierra y la juventud hacia la revoluci贸n socialista.
La analog铆a hist贸rica tiene su importancia, pues una rep煤blica catalana ganada mediante la acci贸n revolucionaria implicar铆a necesariamente un combate frontal contra el PDeCAT y Puigdemont, contra toda esta oligarqu铆a pol铆tica y econ贸mica que ha gobernado Catalunya con las mismas recetas neoliberales que el PP, y abrir铆a las puertas a un gobierno de la izquierda que cuestionar铆a los recortes y la austeridad. Los capitalistas catalanes, espa帽oles, franceses y europeos lo saben perfectamente, y por eso intentan aplastar el movimiento con todos los medios de que disponen. Juan Luis Cebr铆an lo sabe tambi茅n, como se帽ala en sus incendiarios art铆culos. Pero Garz贸n y otros dirigentes de la izquierda, lamentablemente, se limitan a decir que la osad铆a del pueblo catal谩n en su lucha por la rep煤blica “solo” beneficia a la reacci贸n.
Las tareas del momento
Los pol铆ticos burgueses del PDeCAT fueron mucho m谩s lejos de lo que quer铆an tras ser empujados por la impresionante movilizaci贸n del 1 y 3 de octubre (de ah铆 sus caras de funeral cuando el Parlament proclam贸 la rep煤blica). Pero desde que la burgues铆a catalana comprendi贸 que se hab铆a abierto una crisis revolucionaria y exigieron a Puigdemont y los suyos que recularan, todo lo vivido desde el 3 de octubre han sido maniobras constantes para retroceder y ceder ante el PP y el Estado espa帽ol. Ahora hay una desbandada completa del Govern, y especulaciones de que Puigdemont y cinco consellers podr铆an pedir refugio en B茅lgica ante las querellas de la Fiscal铆a.
Los dirigentes del PDeCAT est谩n traicionando, una vez m谩s, la causa de Catalunya y la rep煤blica. En lugar de llamar a la movilizaci贸n masiva contra el 155 y las querellas, y pasar por la misma experiencia que cientos y miles de luchadores cuando son v铆ctimas de la represi贸n del Estado, estos pol铆ticos burgueses se preparan para huir “heroicamente” y convertirse en figuras simb贸licas en el exilio. ¡Esto no sirve a la lucha del pueblo, s贸lo quieren salvar su imagen y su prestigio personal!
La correlaci贸n de fuerzas en Catalunya todav铆a permitir铆a revertir los planes de la burgues铆a y su intento de cerrar la crisis revolucionaria dividiendo en l铆neas nacionales a la clase trabajadora. Pero para ello ser铆a necesario que la izquierda catalana y estatal rompiera con su pol铆tica actual, llamando a la movilizaci贸n masiva con un programa de reivindicaciones econ贸micas y sociales. Este programa debe tener ejes claros: poner fin a los desahucios y los recortes, defender la educaci贸n y sanidad p煤blicas, y nacionalizar la banca y las grandes empresas bajo control democr谩tico de la poblaci贸n para crear millones de puestos de trabajo con salarios dignos. La obligaci贸n de la izquierda que lucha es demostrar al conjunto de la clase trabajadora catalana, especialmente a los que emigraron en los duros a帽os de la postguerra y cuyas familias sufrieron el desprecio clasista, racista y humillante de la burgues铆a catalana, que la rep煤blica catalana que queremos no es la de la oligarqu铆a sino la del pueblo y la de los oprimidos.
Las proclamaciones y declaraciones en abstracto de la rep煤blica, como han pretendido hacer Puigdemont y Oriol Junqueras, sirven de poco frente a la actual ofensiva del bloque reaccionario mon谩rquico y su Estado. Lo que falta no es fuerza, sino decisi贸n por parte de los dirigentes de la izquierda para basarse en la inmensa capacidad de lucha mostrada por las masas y organizar la huelga general contra el 155, imponer un gobierno de izquierdas que haga realidad una rep煤blica socialista, y desalojar a Puigdemont y a los pol铆ticos burgueses del PDeCAT de la direcci贸n de un movimiento de liberaci贸n nacional al que est谩n traicionando descaradamente. Esta es la tarea de las CUP, de Catalunya en Com煤, y de Unidos Podemos.
Cientos de miles de luchadores consideran las elecciones del 21D como una estrategia para liquidar el movimiento que ha llevado a proclamar la rep煤blica. Y no les falta raz贸n: la burgues铆a espa帽ola y los partidos del r茅gimen quieren dar a su pol铆tica represiva y espa帽olista un barniz democr谩tico. Pero es evidente que las elecciones se van a celebrar, como el PDeCAT y ERC se han apresurado a reconocer comprometiendo su participaci贸n. Por eso mismo, es necesario entender que la movilizaci贸n de masas y la defensa de una pol铆tica socialista es el mejor camino para derrotar a la derecha espa帽olista y sus aliados, ahora y en las elecciones del 21 de diciembre, y asegurar que la perspectiva de una republica catalana se mantiene con fuerza como una alternativa viable.
En este proceso es absolutamente imprescindible dirigirse a los trabajadores catalanes, volcarse hacia las f谩bricas y empresas. La clase obrera debe ser la protagonista fundamental en el combate contra la represi贸n, y para eso es necesario demostrar que una rep煤blica socialista es una opci贸n mejor que una monarqu铆a capitalista que defiende los intereses de la oligarqu铆a financiera, de los corruptos y los franquistas.
La 煤nica manera de acabar con la confusi贸n, y neutralizar la campa帽a del nacionalismo espa帽olista, es uniendo a los trabajadores y la juventud del resto del Estado con sus hermanos de clase en Catalunya a trav茅s de la movilizaci贸n masiva contra el gobierno del PP. Desde Izquierda Revolucionaria lo decimos claro: esta es la tarea que tiene por delante la direcci贸n de Unidos Podemos, que tienen Pablo Iglesias y Ada Colau.
Vivimos acontecimientos decisivos. La clase dominante espa帽ola y catalana ve con terror y odio la consolidaci贸n de la rep煤blica catalana. La raz贸n no es s贸lo porque quebrar铆a la idea de Espa帽a, una, grande y libre. Saben que esta conquista ser铆a el preludio a una lucha a煤n m谩s intensa y trascendental a favor de los oprimidos, contra la dominaci贸n de los capitalistas, contra el orden social establecido y por una rep煤blica socialista en Catalunya y una rep煤blica socialista federal, basada en la uni贸n libre y voluntaria de los pueblos y naciones que componen actualmente el Estado espa帽ol. Una lucha que ya est谩 ganando la solidaridad activa de las masas oprimidas de Europa y de todo el mundo.
¡Af铆liate a Izquierda Revolucionaria para luchar por la rep煤blica socialista!