OPINI脫N de Ilka Oliva Corado.- Pocas cosas han cambiado en Guatemala desde la 茅poca de la dictadura de R铆os Montt, las estructuras de fondo siguen siendo las mismas; por ende el ej茅rcito, las oligarqu铆as y los injerencistas siguen maniobrando como bandas de criminales que hacen del Estado una madriguera de delincuentes que tienen a Guatemala en los puros huesos.
Un sistema de justicia corro铆do da paso libre a corruptos y genocidas que bajo el amparo de la impunidad, caminan libres por las calles de la Guatemala ensangrentada que contra todo pron贸stico se resiste a olvidar la memoria de sus m谩rtires.
Una sociedad de doble moral, calla, fingiendo no ver y se recula en su burbuja de aparente comodidad para no involucrarse en la lucha constante de quienes no se dan por vencidos en sus m煤ltiples intentos en la b煤squeda de justicia y; de la reconstrucci贸n del tejido social de un pa铆s ultrajado al que cada d铆a hunden m谩s las turbas de oportunistas y lacayos.
En un terreno minado, la justicia avanza lentamente, paciente, esperanzada y con la certeza de cimentar la verdad en el n煤cleo celular de la memoria generacional del pueblo guatemalteco. Y es una lucha de d茅cadas, con dolores a cuestas, con heridas abiertas, porque han sido miles los torturados, los asesinados y los desaparecidos. Son miles las familias rotas, son generaciones mutiladas a las que siguen intentando secar para lanzarlas al olvido, sin ra铆z alguna y que sean bald铆os y lastre; sin la capacidad de raciocinio, an谩lisis y cuestionamiento alguno. Sin la capacidad de reacci贸n.
Y en esa mara帽a, en la turbulencia, en la oscuridad de un sistema impune, la familia Molina Theissen se neg贸 a darse por vencida y sigui贸 empujando la gran muralla; picando piedra, alzando la voz, aunque a veces le toc贸 arar en el mar, como le sucede a todos los so帽adores. Aunque hubo puertas que se les cerraron de golpe en la cara, aunque fue empujada al abismo desde la boca del acantilado, por manos de perversos que buscaron silenciarla, desaparecerla completa para que no trajera del pasado la llama viva de la memoria y su sed de justicia: su integridad y las agallas que finalmente han derrumbado la gran muralla de la impunidad de un sistema mis贸gino, patriarcal, corrupto y genocida.
Las 4 mujeres de la familia Molina Theissen, madre y hermanas de Marco Antonio Molina Theissen, ( Emma, madre y sus hijas Mar铆a Eugenia, Ana Lucrecia y Emma Guadalupe) desparecido a los 14 a帽os de edad en 1982 por parte del ej茅rcito, han sentado un precedente en el sistema de justicia guatemalteco; con su persistencia, su dignidad y por la fuerza inquebrantable que las mantuvo en pie, hasta que lleg贸 la sentencia por parte del tribunal contra los militares que pensaron que la justicia jam谩s los har铆a pagar por la desaparici贸n de Marco Antonio y el secuestro, violaci贸n y tortura de Emma Molina Theissen, su hermana.
La sentencia: 58 a帽os para Benedicto Lucas Garc铆a, ex jefe del Estado Mayor del Ej茅rcito de Guatemala; Manuel Callejas y Callejas, ex jefe de inteligencia militar y ex oficial de inteligencia Hugo Zalda帽a; 33 a帽os para Gordillo Mart铆nez.
Con esta sentencia, viene un respiro no solo para la familia Molina Theissen pero tambi茅n para el pueblo guatemalteco que tiene heridas abiertas como una sociedad mancillada por la violencia de unos criminales que instalaron el terror en los tiempos de las dictaduras militares que intentaron destruir Latinoam茅rica.
Nadie puede escapar a la justicia, es el mensaje de esta sentencia, por mucho tiempo que pase, por m谩s que se escondan los criminales y genocidas del Estado, ser谩n juzgados y encerrados en mazmorras y morir谩n podridos. Guatemala puede respirar y saber que la justicia llega.
S铆 hubo Genocidio, s铆 hubo torturas, s铆 hubo violencia sexual, s铆 hubo desapariciones forzadas, s铆 hubo cr铆menes de lesa humanidad y s铆, fue el Estado.
Es un nuevo amanecer para Guatemala y viene con la dignidad de la familia Molina Theissen.
Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com
Ilka Oliva Corado @ilkaolivacorado
23 de mayo de 2018, Estados Unidos.
Un sistema de justicia corro铆do da paso libre a corruptos y genocidas que bajo el amparo de la impunidad, caminan libres por las calles de la Guatemala ensangrentada que contra todo pron贸stico se resiste a olvidar la memoria de sus m谩rtires.
Una sociedad de doble moral, calla, fingiendo no ver y se recula en su burbuja de aparente comodidad para no involucrarse en la lucha constante de quienes no se dan por vencidos en sus m煤ltiples intentos en la b煤squeda de justicia y; de la reconstrucci贸n del tejido social de un pa铆s ultrajado al que cada d铆a hunden m谩s las turbas de oportunistas y lacayos.
En un terreno minado, la justicia avanza lentamente, paciente, esperanzada y con la certeza de cimentar la verdad en el n煤cleo celular de la memoria generacional del pueblo guatemalteco. Y es una lucha de d茅cadas, con dolores a cuestas, con heridas abiertas, porque han sido miles los torturados, los asesinados y los desaparecidos. Son miles las familias rotas, son generaciones mutiladas a las que siguen intentando secar para lanzarlas al olvido, sin ra铆z alguna y que sean bald铆os y lastre; sin la capacidad de raciocinio, an谩lisis y cuestionamiento alguno. Sin la capacidad de reacci贸n.
Y en esa mara帽a, en la turbulencia, en la oscuridad de un sistema impune, la familia Molina Theissen se neg贸 a darse por vencida y sigui贸 empujando la gran muralla; picando piedra, alzando la voz, aunque a veces le toc贸 arar en el mar, como le sucede a todos los so帽adores. Aunque hubo puertas que se les cerraron de golpe en la cara, aunque fue empujada al abismo desde la boca del acantilado, por manos de perversos que buscaron silenciarla, desaparecerla completa para que no trajera del pasado la llama viva de la memoria y su sed de justicia: su integridad y las agallas que finalmente han derrumbado la gran muralla de la impunidad de un sistema mis贸gino, patriarcal, corrupto y genocida.
Las 4 mujeres de la familia Molina Theissen, madre y hermanas de Marco Antonio Molina Theissen, ( Emma, madre y sus hijas Mar铆a Eugenia, Ana Lucrecia y Emma Guadalupe) desparecido a los 14 a帽os de edad en 1982 por parte del ej茅rcito, han sentado un precedente en el sistema de justicia guatemalteco; con su persistencia, su dignidad y por la fuerza inquebrantable que las mantuvo en pie, hasta que lleg贸 la sentencia por parte del tribunal contra los militares que pensaron que la justicia jam谩s los har铆a pagar por la desaparici贸n de Marco Antonio y el secuestro, violaci贸n y tortura de Emma Molina Theissen, su hermana.
La sentencia: 58 a帽os para Benedicto Lucas Garc铆a, ex jefe del Estado Mayor del Ej茅rcito de Guatemala; Manuel Callejas y Callejas, ex jefe de inteligencia militar y ex oficial de inteligencia Hugo Zalda帽a; 33 a帽os para Gordillo Mart铆nez.
Con esta sentencia, viene un respiro no solo para la familia Molina Theissen pero tambi茅n para el pueblo guatemalteco que tiene heridas abiertas como una sociedad mancillada por la violencia de unos criminales que instalaron el terror en los tiempos de las dictaduras militares que intentaron destruir Latinoam茅rica.
Nadie puede escapar a la justicia, es el mensaje de esta sentencia, por mucho tiempo que pase, por m谩s que se escondan los criminales y genocidas del Estado, ser谩n juzgados y encerrados en mazmorras y morir谩n podridos. Guatemala puede respirar y saber que la justicia llega.
S铆 hubo Genocidio, s铆 hubo torturas, s铆 hubo violencia sexual, s铆 hubo desapariciones forzadas, s铆 hubo cr铆menes de lesa humanidad y s铆, fue el Estado.
Es un nuevo amanecer para Guatemala y viene con la dignidad de la familia Molina Theissen.
Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com
Ilka Oliva Corado @ilkaolivacorado
23 de mayo de 2018, Estados Unidos.