OPINIÓN de José Luis Ibáñez Salas.- El Reino de España es un Estado de Derecho, democrático y social, es una monarquía parlamentaria con capital en Madrid, situado (casi todo él) en el suroeste europeo, que se extiende a lo largo de unos 506 000 km² ocupando el 85% de la península Ibérica, así como diversas islas, entre las que destacan las Baleares en el Mediterráneo y las Canarias en el Atlántico, y dos ciudades norteafricanas, Ceuta y Melilla.
Perteneciente a la Unión Europea, a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y, por supuesto, a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), su unidad monetaria es el euro y fue hace siglos una de las principales potencias europeas.
Sus habitantes, algo más de 46 millones, se distribuyen en diecisiete comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, y las principales lenguas que hablan habitualmente son el castellano (español), idioma oficial, el euskera, el gallego, el catalán y el valenciano.
Es el número doce de entre los países más ricos del mundo, con más de un millón de millones de euros de Producto Interior Bruto (PIB), 23 200 euros anuales per capita, si bien el 10 % de la población más acomodada posee el 52,8 % de la riqueza y el 25 % más pobre carga con más deudas que activos. La mayoría de la gente que trabaja lo hace en el sector terciario, el cual general el 74,9 % del PIB, de tal forma que es la segunda potencia mundial en ingresos económicos allegados por el turismo.
Desde 2008, la crisis internacional ahonda aún más en el ya tradicional alto desempleo español: casi cuatro millones de sus habitantes están desempleados, un 18 % de la población activa.
El jefe del Estado es un rey hereditario, Felipe VI, miembro de la Casa de Borbón. El poder ejecutivo recae en un presidente del Gobierno, propuesto por el monarca pero elegido por el Congreso de los Diputados, elegidos sus miembros a su vez por los ciudadanos con derecho a voto. El presidente nombra a los miembros del Consejo de Ministros, con el que forma el Gobierno. El poder legislativo, que elabora las principales leyes y controla al Gobierno, se posa en un Parlamento bicameral formado por el Congreso de los Diputados y un Senado que quiere ser una cámara federal. El poder judicial está regido por el Consejo General del Poder Judicial, el más alto tribunal es el Tribunal Supremo de Justicia y el Tribunal Constitucional se ocupa de dirimir los asuntos en que pueda dudarse del cumplimiento de la Constitución.
Desde el retorno a la democracia en la segunda mitad de los años 70 del siglo XX, los dos partidos políticos mayoritarios españoles han sido el Partido Popular (PP), conservador, liderado principalmente por democristianos y liberales, dueño durante décadas del centro-derecha, y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), socialdemócrata. Recientemente, el centro-derecha lo ha de compartir el PP con los recién llegados miembros de Ciudadanos y la izquierda política es ahora asunto tanto del muy reciente Podemos como del histórico PSOE.
Perteneciente a la Unión Europea, a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y, por supuesto, a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), su unidad monetaria es el euro y fue hace siglos una de las principales potencias europeas.
Sus habitantes, algo más de 46 millones, se distribuyen en diecisiete comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, y las principales lenguas que hablan habitualmente son el castellano (español), idioma oficial, el euskera, el gallego, el catalán y el valenciano.
Es el número doce de entre los países más ricos del mundo, con más de un millón de millones de euros de Producto Interior Bruto (PIB), 23 200 euros anuales per capita, si bien el 10 % de la población más acomodada posee el 52,8 % de la riqueza y el 25 % más pobre carga con más deudas que activos. La mayoría de la gente que trabaja lo hace en el sector terciario, el cual general el 74,9 % del PIB, de tal forma que es la segunda potencia mundial en ingresos económicos allegados por el turismo.
Desde 2008, la crisis internacional ahonda aún más en el ya tradicional alto desempleo español: casi cuatro millones de sus habitantes están desempleados, un 18 % de la población activa.
El jefe del Estado es un rey hereditario, Felipe VI, miembro de la Casa de Borbón. El poder ejecutivo recae en un presidente del Gobierno, propuesto por el monarca pero elegido por el Congreso de los Diputados, elegidos sus miembros a su vez por los ciudadanos con derecho a voto. El presidente nombra a los miembros del Consejo de Ministros, con el que forma el Gobierno. El poder legislativo, que elabora las principales leyes y controla al Gobierno, se posa en un Parlamento bicameral formado por el Congreso de los Diputados y un Senado que quiere ser una cámara federal. El poder judicial está regido por el Consejo General del Poder Judicial, el más alto tribunal es el Tribunal Supremo de Justicia y el Tribunal Constitucional se ocupa de dirimir los asuntos en que pueda dudarse del cumplimiento de la Constitución.
Desde el retorno a la democracia en la segunda mitad de los años 70 del siglo XX, los dos partidos políticos mayoritarios españoles han sido el Partido Popular (PP), conservador, liderado principalmente por democristianos y liberales, dueño durante décadas del centro-derecha, y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), socialdemócrata. Recientemente, el centro-derecha lo ha de compartir el PP con los recién llegados miembros de Ciudadanos y la izquierda política es ahora asunto tanto del muy reciente Podemos como del histórico PSOE.
