OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave, México.- El actual huésped de la Casa Blanca, Donald Trump ha sufrido su peor derrota desde su sorprendente triunfo en las elecciones presidenciales de hace dos años, precisamente en los comicios de medio mandato, sin embargo prestidigitador como es, trata de convertir el fracaso en una “gran victoria”.
Así textual lo ha declarado y además lo festeja; para explicarnos tal posición del magnate, en términos más que coloquiales, estamos ante un caso extremo del llamado autococowash.
Hurgando en la redes me encuentro una buena explicación sobre esta fenomenología de la persona: “Literalmente la traducción significa lavado de cabeza, es cuando en términos mexicanos te aplican psicología barata para hacerte cambiar de opinión.
Lo más grave, agregaríamos, es cuando tu mismo te haces tu propio cocowash y te lo crees y los proclamas. Es un caso extremo de personalidad, puesto que se ha caído en envanecimiento, la arrogancia, el engreimiento, en la autocomplacencia.
El golpe a Trump, se sintetiza en que los estadounidenses decidieron en la urnas devolverle a los demócratas el control de la Cámara de Representantes. En enero próximo la líder Nancy Pelosi, asumirá la presidencia al sustituir al republicano Paul Ryan, lo que la convierte en automático en el segundo lugar en la línea de sucesión del Presidente de Estados Unidos.
Para entender mejor lo que expresaron los votantes es traducirlo a un claro repudio a las políticas xenófobas, aislacionistas y bélicas del presidente magnate, Donald Trump. La nueva conformación de la Cámara de representantes, que durante ocho años fue de los republicanos, da 220 escaños a los demócratas por 194 a sus contrincantes políticos.
En otras palabras, Donald Trump ya no podrá sacar adelante sus proyectos de ley, los demócratas en la Cámara de Representantes, dicen los cables, bloqueará cualquier iniciativa de la Casa Blanca para que Trump cumpla sus promesas de ley en materia electoral, como los fondos requeridos para amurallar la frontera con México, criminalizar a la inmigración indocumentada, reducir los impuestos a los ricos, aumentar los gastos al departamento de Defensa, sancionar con aranceles a aliados comerciales, eliminar proyectos de asistencia social en materia de salud e incluso negar la realidad del calentamiento de la tierra.
Todo lo anterior también beneficiará a México y a su futuro presidente, Andrés Manuel López Obrador, ante la nueva correlación de fuerzas.
En conclusión es de preguntarse: ¿Cuál victoria de Trump? ¿Qué Celebra Donald?
La contestación es clara y precisa: Nada. Simple: Es el cocowash de Donald Trump.
Así textual lo ha declarado y además lo festeja; para explicarnos tal posición del magnate, en términos más que coloquiales, estamos ante un caso extremo del llamado autococowash.
Hurgando en la redes me encuentro una buena explicación sobre esta fenomenología de la persona: “Literalmente la traducción significa lavado de cabeza, es cuando en términos mexicanos te aplican psicología barata para hacerte cambiar de opinión.
Lo más grave, agregaríamos, es cuando tu mismo te haces tu propio cocowash y te lo crees y los proclamas. Es un caso extremo de personalidad, puesto que se ha caído en envanecimiento, la arrogancia, el engreimiento, en la autocomplacencia.
El golpe a Trump, se sintetiza en que los estadounidenses decidieron en la urnas devolverle a los demócratas el control de la Cámara de Representantes. En enero próximo la líder Nancy Pelosi, asumirá la presidencia al sustituir al republicano Paul Ryan, lo que la convierte en automático en el segundo lugar en la línea de sucesión del Presidente de Estados Unidos.
Para entender mejor lo que expresaron los votantes es traducirlo a un claro repudio a las políticas xenófobas, aislacionistas y bélicas del presidente magnate, Donald Trump. La nueva conformación de la Cámara de representantes, que durante ocho años fue de los republicanos, da 220 escaños a los demócratas por 194 a sus contrincantes políticos.
En otras palabras, Donald Trump ya no podrá sacar adelante sus proyectos de ley, los demócratas en la Cámara de Representantes, dicen los cables, bloqueará cualquier iniciativa de la Casa Blanca para que Trump cumpla sus promesas de ley en materia electoral, como los fondos requeridos para amurallar la frontera con México, criminalizar a la inmigración indocumentada, reducir los impuestos a los ricos, aumentar los gastos al departamento de Defensa, sancionar con aranceles a aliados comerciales, eliminar proyectos de asistencia social en materia de salud e incluso negar la realidad del calentamiento de la tierra.
Todo lo anterior también beneficiará a México y a su futuro presidente, Andrés Manuel López Obrador, ante la nueva correlación de fuerzas.
En conclusión es de preguntarse: ¿Cuál victoria de Trump? ¿Qué Celebra Donald?
La contestación es clara y precisa: Nada. Simple: Es el cocowash de Donald Trump.
