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La dictadura de Amazon

OPINI脫N de Amy Goodman y Denis Moynihan.- Amazon emiti贸 esta semana su tan esperado anuncio: la revelaci贸n de d贸nde estar谩 ubicada su segunda sede central, llamada HQ2 (por su sigla en ingl茅s). El proceso de selecci贸n enfrent贸 a m谩s de 200 ciudades que compitieron por la posibilidad de albergar el nuevo campus de la empresa, que tra铆a de la mano la promesa de crear 50.000 empleos bien remunerados. En su competencia para ofrecerle a la empresa el mayor n煤mero posible de tentadores subsidios p煤blicos y atractivas exenciones tributarias, los pol铆ticos se postraron ante el gigante de la venta por Internet y su fundador y director ejecutivo, Jeff Bezos, el hombre m谩s rico del mundo. Cada una de estas autoridades locales ten铆a la esperanza de que la ciudad ganadora prosperara con el aumento de los ingresos fiscales y el surgimiento de un pujante polo tecnol贸gico que podr铆a competir con el mism铆simo Silicon Valley. Finalmente, Amazon anunci贸 que la nueva sede se iba a dividir en dos ubicaciones m谩s peque帽as: una en Queens, Nueva York y la otra en Crystal City, Virginia. Si bien los detalles de los subsidios financiados con fondos p煤blicos que se le otorgar谩n a Amazon siguen sin revelarse, lo que se sabe hasta ahora es suficiente para confirmar los peores temores de los numerosos cr铆ticos de Amazon: la licitaci贸n de la HQ2 fue, en el mejor de los casos, un derroche. Otro ejemplo m谩s de bienestar corporativo, donde se transfiere el dinero de los contribuyentes de la clase trabajadora a un gigante empresarial y su due帽o multimillonario.

Al d铆a siguiente de que el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dieran a conocer los detalles de la oferta ganadora de la ciudad para la sede reducida de Amazon, Ron Kim, miembro de la Asamblea Legislativa del estado de Nueva York y un dem贸crata progresista, dijo en una entrevista para Democracy Now!: “Me produce una gran indignaci贸n que Nueva York, bajo el gobierno de Cuomo, est茅 dispuesto a conceder hasta 3.000 millones de d贸lares del dinero de los contribuyentes sin consultar a nadie. ¿Cu谩l es el punto de tener un Senado con mayor铆a dem贸crata progresista, por el que trabajamos tan duro en el estado de Nueva York, si no podemos evitar que un hombre transfiera 3.000 millones de d贸lares del dinero de los contribuyentes al hombre m谩s rico de este planeta?”. El representante Kim est谩 haciendo referencia a la victoria del Partido Dem贸crata en el estado de Nueva York en las elecciones de la semana pasada, que le han permitido tomar el control del Senado del estado por tercera vez en los 煤ltimos 50 a帽os. Kim se muestra optimista y considera que, entre la nueva composici贸n del Senado y la Asamblea estatal —de la que 茅l forma parte y que es ampliamente controlada por los dem贸cratas—, los generosos subsidios se podr谩n rescindir.

La revista Time calcul贸 que a Jeff Bezos, director ejecutivo de Amazon, le lleva solo nueve segundos ganar 28.000 d贸lares, lo que el trabajador promedio de Amazon gana en un a帽o. Greg LeRoy, de la organizaci贸n defensora de la responsabilidad empresarial y gubernamental en el desarrollo econ贸mico de las familias trabajadoras, “Good Jobs First” (“Buenos empleos primero”, en espa帽ol), ha monitoreado durante mucho tiempo lo que 茅l llama “megatransacciones persistentes”, como el cortejo que le hicieron Nueva York y Virginia a la sede HQ2 de Amazon. En una entrevista para Democracy Now!, LeRoy explic贸: “Este es un nuevo ejemplo de Amazon recibiendo un pago por hacer lo que hubiera hecho de todos modos. Quer铆a estar en la capital financiera del mundo, del pa铆s y en la capital pol铆tica del pa铆s, por lo que no hay ninguna sorpresa en la ubicaci贸n elegida. Una vez m谩s, estamos subsidiando enormemente a una empresa para que haga lo que de todos modos quer铆a hacer”.

El alcalde Bill de Blasio celebr贸 la decisi贸n de Amazon de ubicar la sede en Long Island City, Queens: “Aqu铆 vamos a tener una oportunidad para decenas de miles de neoyorquinos de a pie, ni帽os que asisten a nuestras escuelas p煤blicas, j贸venes que asisten a nuestras universidades comunitarias y las de cuatro a帽os”. Ante estos dichos, Greg LeRoy respondi贸: “Sabemos que, por lo general, cuatro de cada cinco de los nuevos trabajadores en un proyecto como este no ser谩n residentes actuales de Nueva York o Arlington [Virginia]. Ser谩n personas que se trasladen al 谩rea desde afuera. Y eso significa que se produce una gran expansi贸n, que se deben ampliar muchas escuelas y construir infraestructura y servicios p煤blicos”. Todo esto lo pagan los contribuyentes, no Amazon.

LeRoy tambi茅n sostuvo: “La mayor铆a de las ganancias, lo que incluye todas las ganancias durante algunos a帽os, vienen de sus servicios inform谩ticos en la nube, de los servicios en internet de Amazon. Es la mayor empresa inform谩tica de servicios en l铆nea del mundo. Su cuota de mercado es de aproximadamente un 40%. Y entre sus clientes m谩s lucrativos en ese espacio se encuentran el Pent谩gono, la CIA y otras agencias federales estadounidenses. Amazon est谩 ejerciendo presi贸n agresivamente para obtener un mayor control sobre las l铆neas de adquisiciones federales y las l铆neas de adquisiciones estatales y locales. La gente no se da cuenta de que la ubicaci贸n de la sede HQ2 en Crystal City, Virginia est谩 muy cerca, literalmente, a unos metros, del Pent谩gono”.

“Amazon no solo quiere dominar el mercado; quiere convertirse en el mercado”, reza el titular de un art铆culo del semanario The Nation escrito por Stacy Mitchell, del Instituto para la Autosuficiencia Local. En una entrevista para Democracy Now!, Mitchell expres贸: “En la actualidad, Amazon est谩 capturando uno de cada dos d贸lares que los estadounidenses gastan en internet”. Adem谩s, elimina a los peque帽os comercios. “Estamos perdiendo alrededor de dos trabajos minoristas por cada trabajo generado en un dep贸sito de Amazon. Pero yo pienso que, en lugar de considerar a Amazon como el actor predominante en estos mercados, la forma de comprender qu茅 implica realmente esta empresa es que Amazon procura el control de la infraestructura esencial que otras empresas necesitan usar para llegar al mercado. Con su plataforma en l铆nea, m谩s de la mitad de todas las b煤squedas de productos en internet ahora comienzan en el sitio web de Amazon. Y lo que eso implica es que para una empresa que produce o vende al por menor, si desea poder llegar a los consumidores deber谩 cada vez m谩s recurrir a vender en la plataforma de Amazon. Y eso significa que Amazon pasa a controlar esos negocios”.

En un principio, Jeff Bezos hab铆a llamado a su empresa “Cadabra”, como en “abracadabra”. Sin embargo, seg煤n la leyenda, su abogado le dijo que sonaba muy parecido a “cad谩ver”. Est谩 por verse si este nuevo cuartel general de Amazon va a desatar una m谩gica era de alta tecnolog铆a en Queens, o si va a eliminar a los peque帽os comercios, disparar los alquileres por las nubes y no dejar m谩s nada que el cad谩ver de este vecindario de clase trabajadora.

© 2018 Amy Goodman

Traducci贸n al espa帽ol del texto en ingl茅s: In茅s Coira. Edici贸n: Mar铆a Eva Blotta y Democracy Now! en espa帽ol, spanish@democracynow.org

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