OPINIÓN de Mercedes Arancibia.- Luciana Lamorgese es la nueva ministra de Interior italiana. Sin etiqueta política, tiene ante sí la tarea de llenar de sentido la normativa italiana en materia de migraciones en el recién nombrado gobierno de coalición proeuropea de izquierda dirigido por Giuseppe Conte, y la no menos ingente tarea de hacer que nos olvidemos de la política represiva de Matteo Salvini, el ultraderechista y xenófobo dirigente de la Liga Norte.
Luciana Lamorgese
Abogada de 66 años, licenciada en Jurisprudencia, exprefecta de Venecia y de Milán, Consejera de Estado desde noviembre de 2018, Lucia Lamorgese tiene tras de sí una larga carrera administrativa de 38 años en el Ministerio que ahora ocupa, donde fue durante cinco años jefa del gabinete de los ministros Angelino Alfano (derecha) y Marco Minniti (centro izquierda). En los últimos años se ha encargado de la planificación de los centros de acogida de refugiados y migrantes en el norte de Italia y, según el diario británico The Guardian, es conocida por promover políticas de integración.
“Emocionada y feliz”, las prioridades de la nueva ministra italiana de Interior son “devolver el Vimiale (la sede del ministerio) a la normalidad” y gestionar los flujos migratorios. “El proceso de integración es necesario para evitar fenómenos de radicalización”, declaraba en una entrevista el 8 de junio de 2017. “La acogida debe ser equilibrada y durable, y si todos cumplen con su parte no tiene por qué haber problemas”. En Caritas, donde la conocen bien porque han colaborado, la describen como una persona equilibrada, con un perfecto conocimiento de la maquinaria administrativa, capaz de gestionar los problemas y de resolverlos, sin slogans y sin forzar nada.
¿Equilibrada o equilibrista? Se pregunta la redactora de un periódico italiano. “Será la crónica quien lo dirá, pero hasta ahora nadie ha hablado mal de Lucia Lamorgese. Y quizá esta sea la característica que la convierte en la perfecta sucesora de Salvini. Dialogante, capaz de adaptarse, de conjugar firmeza e integración y de poner de acuerdo a todos”.
Abogada de 66 años, licenciada en Jurisprudencia, exprefecta de Venecia y de Milán, Consejera de Estado desde noviembre de 2018, Lucia Lamorgese tiene tras de sí una larga carrera administrativa de 38 años en el Ministerio que ahora ocupa, donde fue durante cinco años jefa del gabinete de los ministros Angelino Alfano (derecha) y Marco Minniti (centro izquierda). En los últimos años se ha encargado de la planificación de los centros de acogida de refugiados y migrantes en el norte de Italia y, según el diario británico The Guardian, es conocida por promover políticas de integración.
“Emocionada y feliz”, las prioridades de la nueva ministra italiana de Interior son “devolver el Vimiale (la sede del ministerio) a la normalidad” y gestionar los flujos migratorios. “El proceso de integración es necesario para evitar fenómenos de radicalización”, declaraba en una entrevista el 8 de junio de 2017. “La acogida debe ser equilibrada y durable, y si todos cumplen con su parte no tiene por qué haber problemas”. En Caritas, donde la conocen bien porque han colaborado, la describen como una persona equilibrada, con un perfecto conocimiento de la maquinaria administrativa, capaz de gestionar los problemas y de resolverlos, sin slogans y sin forzar nada.
¿Equilibrada o equilibrista? Se pregunta la redactora de un periódico italiano. “Será la crónica quien lo dirá, pero hasta ahora nadie ha hablado mal de Lucia Lamorgese. Y quizá esta sea la característica que la convierte en la perfecta sucesora de Salvini. Dialogante, capaz de adaptarse, de conjugar firmeza e integración y de poner de acuerdo a todos”.
