El Tribunal de Derechos Humanos respalda las 'devoluciones en caliente'.
Organizaciones de derechos humanos condenan unánimemente el fallo de Estrasburgo.
"Decepción y tristeza. Hoy es un día nefasto para los derechos humanos". Comunicado de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
"Es difícil encontrar palabras. Es más difícil confrontar un texto jurídico escrito sin memoria histórica, sin imaginación y sin empatía". Wolfgang Kaleck, fundador del Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR)
La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha avalado las devoluciones en caliente en la frontera española y con ello anula su condena a España de 2017 por estas prácticas. El Tribunal considera que los migrantes denunciantes "se pusieron ellos mismos en una situación de ilegalidad al intentar entrar deliberadamente en España por la valla de Melilla".
Así, según el tribunal, España no violó la convención de los derechos humanos por la devolución en caliente de inmigrantes en 2014. El Tribunal de Estrasburgo ha aceptado el recurso presentado por el Gobierno español a una sentencia de 2017 que consideraba que España había violado el convenio al devolver inmediatamente a Marruecos a dos inmigrantes subsaharianos que lograron saltar la valla de Melilla en 2014.
17 jueces de la corte han votado por unanimidad la aceptación del recurso considerando que los migrantes entraron en el país por un lugar no autorizado, aprovechando el gran número de personas y utilizando la fuerza.
El Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR), que intervino en la demanda como "tercera parte", cree que la sentencia es "desalentadora", pero advirtió que en ningún caso "debe entenderse como un respaldo legal general a las expulsiones colectivas".
CEAR realiza esa reflexión subrayando que el reproche a los migrantes por no recurrir a las vías legales habituales no tiene en cuenta lo complicado que resulta acceder a ellas.
"La Gran Sala justifica su decisión en que estas personas podrían haber solicitado asilo en el puesto fronterizo de Melilla, pese a que ninguna persona de origen subsahariano ha podido acceder a este puesto desde su creación", señala CEAR en un comunicado.
La organización destaca que "es de sobra conocida la imposibilidad de solicitar asilo en una embajada para ser trasladado a territorio español" y recuerda que "las autoridades españolas no garantizan una política de visados efectiva en materia laboral, tal y como justifica la Gran Sala, lo que supone un preocupante desconocimiento de la realidad migratoria en la frontera sur europea".
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) también lamentó la sentencia de Estrasburgo, señalando que supone "un duro golpe para los derechos de las personas migrantes y refugiadas".
"Esos dos hombres fueron devueltos a Marruecos tan pronto como entraron en España, sin posibilidad de explicar sus circunstancias, pedir asilo o apelar su expulsión", lamentó Anna Shea, encargada del área de derechos de los migrantes en AI.
"Las personas deben tener acceso a los procedimientos de asilo sin importar cómo entraron en el país en el que buscan refugio", añadió.
Otro de los actores que cargaron contra el fallo fue el ECCHR (European Center for Constitutional and Human Rights), que se encarga de la defensa legal de los dos migrantes a los que se refiere el fallo.
"La decisión ignora por completo la realidad en las fronteras europeas, y particularmente la situación de los africanos subsaharianos en la frontera hispano-marroquí", señaló Wolfgang Kaleck, secretario general de ECCHR.
Wolfgang Kaleck criticó de forma especial que "en lugar de condenar a España por incumplir sus obligaciones" el TEDH haya tomado una decisión que "niega los derechos de los refugiados y personas migrantes".
El secretario general de ECCHR alertó sobre el riesgo que supone esta decisión, que puede ser percibida por las autoridades como "una carta blanca para las devoluciones violentas en todas partes de Europa".
Organizaciones de derechos humanos condenan unánimemente el fallo de Estrasburgo.
"Decepción y tristeza. Hoy es un día nefasto para los derechos humanos". Comunicado de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
"Es difícil encontrar palabras. Es más difícil confrontar un texto jurídico escrito sin memoria histórica, sin imaginación y sin empatía". Wolfgang Kaleck, fundador del Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR)
© CC BY 4.0 / Wikimedia Commons/ Raymond Gelow
Así, según el tribunal, España no violó la convención de los derechos humanos por la devolución en caliente de inmigrantes en 2014. El Tribunal de Estrasburgo ha aceptado el recurso presentado por el Gobierno español a una sentencia de 2017 que consideraba que España había violado el convenio al devolver inmediatamente a Marruecos a dos inmigrantes subsaharianos que lograron saltar la valla de Melilla en 2014.
17 jueces de la corte han votado por unanimidad la aceptación del recurso considerando que los migrantes entraron en el país por un lugar no autorizado, aprovechando el gran número de personas y utilizando la fuerza.
El Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR), que intervino en la demanda como "tercera parte", cree que la sentencia es "desalentadora", pero advirtió que en ningún caso "debe entenderse como un respaldo legal general a las expulsiones colectivas".
CEAR realiza esa reflexión subrayando que el reproche a los migrantes por no recurrir a las vías legales habituales no tiene en cuenta lo complicado que resulta acceder a ellas.
"La Gran Sala justifica su decisión en que estas personas podrían haber solicitado asilo en el puesto fronterizo de Melilla, pese a que ninguna persona de origen subsahariano ha podido acceder a este puesto desde su creación", señala CEAR en un comunicado.
La organización destaca que "es de sobra conocida la imposibilidad de solicitar asilo en una embajada para ser trasladado a territorio español" y recuerda que "las autoridades españolas no garantizan una política de visados efectiva en materia laboral, tal y como justifica la Gran Sala, lo que supone un preocupante desconocimiento de la realidad migratoria en la frontera sur europea".
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) también lamentó la sentencia de Estrasburgo, señalando que supone "un duro golpe para los derechos de las personas migrantes y refugiadas".
"Esos dos hombres fueron devueltos a Marruecos tan pronto como entraron en España, sin posibilidad de explicar sus circunstancias, pedir asilo o apelar su expulsión", lamentó Anna Shea, encargada del área de derechos de los migrantes en AI.
"Las personas deben tener acceso a los procedimientos de asilo sin importar cómo entraron en el país en el que buscan refugio", añadió.
Otro de los actores que cargaron contra el fallo fue el ECCHR (European Center for Constitutional and Human Rights), que se encarga de la defensa legal de los dos migrantes a los que se refiere el fallo.
"La decisión ignora por completo la realidad en las fronteras europeas, y particularmente la situación de los africanos subsaharianos en la frontera hispano-marroquí", señaló Wolfgang Kaleck, secretario general de ECCHR.
Wolfgang Kaleck criticó de forma especial que "en lugar de condenar a España por incumplir sus obligaciones" el TEDH haya tomado una decisión que "niega los derechos de los refugiados y personas migrantes".
El secretario general de ECCHR alertó sobre el riesgo que supone esta decisión, que puede ser percibida por las autoridades como "una carta blanca para las devoluciones violentas en todas partes de Europa".
