OPINI脫N de Ana Maria Mahjserdjian
Hoy ya hace 32 d铆as de este ataque atroz de Azerbaiy谩n y Turqu铆a contra Armenia.
Tres ceses al fuego humanitario que se han violado sistem谩ticamente.
Vidas diezmadas de j贸venes que permanecen all铆, sus cuerpos tirados sin poder ser entregados a sus familias.
Y mientras tanto … ¿porqu茅 pelean? Un lado por poder, por extender el nefasto plan sult谩nico del Panturquismo.
El otro… el otro defiende sus fronteras, sus tierras, el derecho de sus familias a vivir en paz en su hogar, el derecho de sus hijos a crecer donde nacieron, tierras ancestrales. Seguramente la contraparte no esperaba tal resistencia, y es que como dijo la madre de un soldado que perdi贸 su vida: «la vida de nuestros hijos no merece haber sido ofrendada sin sentido». Las madres claman “no ceder ni un mil铆metro”.
Mientras tanto… los armenios siguen apostando por la vida, se celebran bodas en la iglesia bombardeada de Shushi, con novios vestidos con ropa de batalla, con unos d铆as de licencia, para casarse y volver al frente.
Mientras tanto, en los pueblos, los habitantes siguen saliendo de sus escondites y junt谩ndose para ayudar, vendiendo sus cosechas, sus productos y destinar todo a la ayuda de los soldados, del frente.
As铆 resiste un pueblo con dignidad, que ha ido perdiendo territorio y que ahora se juega su existencia. ¿Por qu茅? Porque las hordas salvajes quieren m谩s y m谩s poder.
As铆, los ni帽os sonr铆en despu茅s de asustarse despu茅s de un bombardeo, con sus padres en el frente. Y el mundo… el mundo permanece imp谩vido, otra vez m谩s, frente a la injusticia, frente a la falta total de humanidad.
El mundo una vez m谩s con sus s煤per organizaciones escapa por la tangente…
¡Pido paz, paz y cordura!
¡Paz, fuerza y muchas alegr铆as! como la de estos ni帽os.