Decenas de miles de italianos responden a la provocación de la extrema derecha. La manifestación que se ha celebrado en Roma este sábado tenía como objetivo mostrar la oposición a la creciente ola de fascismo. Se produce una semana después de que radicales próximos a esta ideología asaltasen la sede del principal sindicato del país ante la obligatoriedad del certificado covid para acceder al lugar de trabajo.
"Lo que ocurrió la semana pasada es inaceptable, no tanto por el lugar que fue asaltado y la forma en que fue tomado, sino por la idea misma de ir en contra de las libertades civiles, la libertad de expresión, la libertad de pensar y de actuar", subraya un estudiante de políticas.
Otro ciudadano que participó en la protesta considera que "es necesario reiterar que el país no está representado por unos pocos alborotadores fascistas, sino por una multitud de personas que se han enfrentado al fascismo y han querido superarlo claramente".
El responsable del sindicato damnificado acusó al partido de extrema derecha Forza Nouva del ataque y pidió su disolución. Italia, cuya Constitución prohíbe la reconstrucción del pa tido de Mussolini, ya ha frenado en el pasado el avance de algunas formaciones próximas al fascismo.
