Ir al contenido principal

La Itinerancia del Minero

OPINI脫N de Mauricio Casta帽o H


Foto: Miner铆a ilegal en el r铆o Bebaram谩 en el Choc贸
 
El minero es duro. Se rompe el lomo para llevar un bocado a su mesa. La mina lo ha hecho fuerte. Romper la mina exige fuerza y brusquedad. La mina ha moldeado al minero. La mina hoy est谩 aqu铆, ma帽ana estar谩 m谩s all谩, por eso la itinerancia del minero, su casa es de paso, no piensa echar ra铆ces en la tierra, su morada apenas sirve para protegerse de las inclemencias del clima, apenas cuatro palos, algunas tablas o pl谩sticos laterales, otras tantas hojas de zinc para techar. Pero hay m谩s, la miner铆a ilegal o informal hace otro tanto en la configuraci贸n espiritual del minero, en el socav贸n cada d铆a es una batalla ganada a la muerte. Y por eso en su solaz se vive intensamente como si fuera el 煤ltimo d铆a, c贸mo si fuera el 煤ltimo minuto de su vida, se vive a todo dar, la dureza se ablanda en la cantina con el relax del licor, la m煤sica y las meretrices. “El hoy es ma帽ana y es ayer.” Borges.

La dureza del minero est谩 de regreso a casa, la mujer reclama comida para su prole y 茅l responde con golpizas. La relaci贸n se resquebraja. Ella se pone en marcha, lejos de 茅l har谩 su propia vida, un tiempo m谩s, incluso d铆as, horas, y ambos encontrar谩n otra pareja. La miner铆a deviene itinerancia tambi茅n sobre los c贸nyuges. Por lo dem谩s, ya los matrimonios no son hasta que la muerte los separe, son hasta que dure la llama del amor terrenal. Las parejas all谩 en la mina, en el campo, lo m谩s frecuente, duran un a帽o, las mujeres tienen autonom铆a para tomar sus propias decisiones, bueno, toda esta din谩mica tecnoecon贸mica ha hecho posible est谩s transacciones del amor libre y no sometido que soporte la dureza de las golpizas, es una amor flexibilizado al de otrora r铆gido  de la cristiandad que hac铆a del sufrimiento virtud para la salvaci贸n eterna.


Otro tanto sucede en la econom铆a cocalera, el raspachin depende de los grandes circuitos de la econom铆a ilegal, de los ej茅rcitos que obligan obediencia. Y la muerte es la moneda corriente para quienes no acatan y olvidan la autorregulaci贸n. El miedo y el asesinato es el mecanismo m谩s efectivo del poder ilegal para propagarse. El propio territorio, la tierra es un activo indispensable para est谩s econom铆as ilegales e informales. Cuando se requiera de tomar un pedazo de tierra basta tan s贸lo la fuerza o la propia muerte para desplazar a los habitantes. La itinerancia tambi茅n es forzada. Por eso si el oro se acaba ac谩, nos vamos para all谩, al otro lado, a otro territorio. Igual pasa con los cultivos de coca, se necesita otra tierra, simplemente se toma. ¿Y si el territorio est谩 ocupado? Lo hacen desocupar, los ej茅rcitos amenazan. No es gratuito que la mayor铆a de los pobladores sean desplazados. 


El minero, el cocalero, toda la din谩mica poblacional y territorial es comandada por las econom铆as ilegales e informales, sus ej茅rcitos paramilitares de izquierda o derecha bien sirven a sus causas. Nada es de nadie dicen los moradores, estos se帽ores feudales son los que ordenan todo: haga esto, aquello, esto s铆, esto no. Son la ley, son la autoridad. Para todo hay que pedirles permiso. Es un gran formato mafioso. Por eso es tan dif铆cil intentar cualquier empresa de formalizaci贸n de las tierras, de la propiedad, ya le hemos dicho, ellos son los que ordenan todo, desde la econom铆a estructural hasta los asuntos privados. Cuando m谩s permiten una carta compraventa por all谩 en un terreno abandonado en medio de la nada. De all铆 que sea tan dif铆cil implementar pol铆ticas estatales de formalizaci贸n de la propiedad sin que se tenga en cuenta aquel gran formato feudal ilegal, el mismo que formatea todo lo que encuentre a su paso empezando por el territorio mismo y sus pobladores. 



El campesino es cosa del pasado. Despojado, expulsado de sus tierras ya no tiene donde echar arraigo material y espiritual. Las pocas tierras que existen aptas para el cultivo, muy pocos o nadie quiere trabajarlas por su poca rentabilidad frente a la Miner铆a. A manera de ilustraci贸n, mientras un campesino recibe una paga de aproximadamente $35 mil pesos por d铆a por labrar el campo, en la industria miner铆a esa misma mano de obra se paga de $45 mil a $100 mil pesos por esa misma jornada, adicionalmente gratis recibe alimentaci贸n de las tres comidas diarias. Esta desproporci贸n desestimula el trabajo campesino o la labranza de la tierra. Por lo dem谩s, enmarca bien todo este contexto una expresi贸n popular recordada por un gestor campesino que dice que no hay pueblo minero que sea rico, la extracci贸n no s贸lo aplica al radio de acci贸n inmediato de vereda o corregimiento, sino a todo el pueblo, es decir, el oro o las riquezas se extraen del propio municipio y son llevadas a las grandes ciudades capitales en donde viven los grandes empresarios mineros. Pero una cosa s铆 sucede: la inflaci贸n en el propio territorio. Contrario a la realidad descrita por la pobreza de los pueblos en donde se explota la miner铆a, se hace creer que hay riqueza aur铆fera, entonces se da la inflaci贸n, todo dobla o triplica los precios a los regulares o normales. Por ejemplo, un refresco o gaseosa puede llegar a costar $5 mil pesos. Otro aspecto cr铆tico es lo que puede denominarse como la itinerancia, desarraigo o desapego del minero, hoy puede estar aqu铆, ma帽ana muy lejos, incluso desprendido de sus familias y mucho m谩s de cualquier unidad territorial llamada vereda o barrio. El desarraigo lo define bien, as铆 como no verse estimulado para construir Tejido Social como s铆 sucede en las organizaciones ind铆genas, afros y en lo que queda del mundo campesino.



La ilegalidad comanda la configuraci贸n material del territorio y espiritual de sus habitantes. El ni帽o en la escuela quiere ser pillo, habla duro al profesor, intimida a sus compa帽eros. Es pupilo del paraco, quiere ser como 茅l, con armas, plata y mujeres. El estudio sirve para poco, apenas entre a las filas de los ej茅rcitos de muerte, entonces ya no rendir谩 cuantas a pap谩 y mam谩 que lo joden tanto, ya no volver谩 a perder tiempo en la escuela. Todo all铆 es aburrido con la maestra cantaletosa que parece la t铆a solterona. Existe el minero y el cocalero, y por el contario el campo y el campesino es cosa del pasado. El territorio es m煤ltiple y complejo.

Colombiakr铆tica

ARCHIVOS

Mostrar m谩s


OTRA INFORMACI脫N ES POSIBLE

Informaci贸n internacional, derechos humanos, cultura, minor铆as, mujer, infancia, ecolog铆a, ciencia y comunicaci贸n

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de Espa帽a bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra informaci贸n es posible