OPINI脫N de Eduardo Madro帽al Pedraza
“There’s a law, there’s an arm, there’s a hand.” Leonard Cohen.
“Tengo una mala noticia. No fue de casualidad. (…) Nada fue un error. Los errores nos eligen, para bien o para mal. (…) Aprend铆 la diferencia entre el juego y el azar. (…) Y tengo una mala noticia. No fue de casualidad. (…) Nada de esto fue un error.” Coti Sorokin.
El pasado 7 de noviembre una operaci贸n judicial contra la corrupci贸n provoc贸 la ca铆da del Gobierno socialista portugu茅s. La Fiscal铆a llevaba a cabo 40 registros policiales, incluida la residencia del primer ministro. Sin la menor dilaci贸n ni duda, Ant贸nio Costa dimite de forma inmediata despu茅s de que la Fiscal铆a haga p煤blico que ser谩 investigado por supuesta corrupci贸n.
Pero lo que parec铆a tan “obvio” se desmorona en apenas 4 d铆as. El juez desinfla el caso, libera a los principales detenidos y declara da帽ada la investigaci贸n por varios errores. Lo 煤nico obvio son los hechos consumados. La dimisi贸n tumba al gobierno socialista de mayor铆a absoluta y Portugal se encamina hacia unas elecciones anticipadas en marzo.
Mediante la “precipitaci贸n” en la operaci贸n sin haber justificado la gravedad de los delitos investigados, la “imprudencia” al no evaluar la proporcionalidad entre los indicios y el impacto causado, poniendo en duda la presunci贸n de inocencia, y su “conversi贸n” en un espect谩culo p煤blico con filtraci贸n a la prensa y la r谩pida salida a la luz de los detalles significativos de la investigaci贸n, se ha dado un golpe bajo.
La l铆nea Trump golpea en Europa
Las elecciones europeas est谩n a la vuelta de la esquina y ser谩n decisivas para los socialistas europeos. M谩s pr贸ximo e inminente est谩 el cierre de los acuerdos para la 煤ltima entrega y condiciones de los Fondos Europeos en cada estado miembro. Junto con S谩nchez en Espa帽a, Portugal era parte del cada vez m谩s reducido grupo de gobiernos europeos encabezados por socialistas. Con el empuj贸n -que no ca铆da- del gobierno portugu茅s -referencia clave por ser el 煤nico que gobernaba con mayor铆a absoluta- se potencia la extrema derecha trumpista en Europa.
Apelativos para degradar pol铆ticamente
A los dirigentes pol铆ticos de Holanda -conocida colonia estadounidense en el seno de la Uni贸n Europea (UE)- les gusta jugar con los calificativos degradantes para atacar a los pa铆ses ib茅ricos. Cuando Ant贸nio Costa y Pedro S谩nchez consiguieron la excepci贸n ib茅rica para el mercado el茅ctrico, los representantes pol铆ticos de Holanda -que se opuso con extrema dureza a la medida- los llamaron “Don Quijote y Sancho”.
Tambi茅n durante las dif铆ciles negociaciones para sacar adelante el fondo de recuperaci贸n espa帽ol, y en los peores momentos de la pandemia, el ministro de Finanzas holand茅s (W. Hoekstra) atac贸 exigiendo la investigaci贸n de las cuentas p煤blicas espa帽olas con el venenoso argumento de que Espa帽a no ten铆a suficiente margen presupuestario. Ante tal ataque, Costa tom贸 partido calificando sus declaraciones de “repugnantes, mezquinas y una amenaza para el proyecto comunitario”.
Recientemente ambos l铆deres defendieron en el Consejo Europeo que la resoluci贸n final de la UE incluyese la petici贸n a Israel de un “alto el fuego humanitario”.
Avances en Portugal
Porque el avance para la mayor铆a social portuguesa ha sido innegable. En unas recientes declaraciones, Francisco Lou莽茫 (uno de los fundadores del Bloque de Izquierda, coordinador y diputado entre 2005 y 2012) ha valorado que el acuerdo “funcion贸, interrumpi贸 la pol铆tica de austeridad. Permiti贸 subir los salarios, crear empleo y evitar el chantaje social, que era la pol铆tica de austeridad. Hubo avances importantes en 谩reas como educaci贸n, el aumento de los salarios m铆nimos y medidas para enfrentar la precariedad de los empleos para los j贸venes. Naturalmente, hubo tensiones en torno a c贸mo administrar el sistema financiero, por ejemplo. Pero, en conjunto, estos cuatro a帽os representaron un cambio pol铆tico importante en Portugal”.
Eduardo Madro帽al Pedraza
“There’s a law, there’s an arm, there’s a hand.” Leonard Cohen.
“Tengo una mala noticia. No fue de casualidad. (…) Nada fue un error. Los errores nos eligen, para bien o para mal. (…) Aprend铆 la diferencia entre el juego y el azar. (…) Y tengo una mala noticia. No fue de casualidad. (…) Nada de esto fue un error.” Coti Sorokin.
El pasado 7 de noviembre una operaci贸n judicial contra la corrupci贸n provoc贸 la ca铆da del Gobierno socialista portugu茅s. La Fiscal铆a llevaba a cabo 40 registros policiales, incluida la residencia del primer ministro. Sin la menor dilaci贸n ni duda, Ant贸nio Costa dimite de forma inmediata despu茅s de que la Fiscal铆a haga p煤blico que ser谩 investigado por supuesta corrupci贸n.
Pero lo que parec铆a tan “obvio” se desmorona en apenas 4 d铆as. El juez desinfla el caso, libera a los principales detenidos y declara da帽ada la investigaci贸n por varios errores. Lo 煤nico obvio son los hechos consumados. La dimisi贸n tumba al gobierno socialista de mayor铆a absoluta y Portugal se encamina hacia unas elecciones anticipadas en marzo.
Lo que se califica con la palabra inglesa lawfare -la utilizaci贸n de la judicatura y la polic铆a con objetivos pol铆ticos inmediatos- parece aplicable a este caso de corrupci贸n que se revela tan chapucero, pero cuyo verdadero objetivo est谩 conseguido -conociendo a Antonio Costa- obligarle a dimitir.
¿Todo esto fue un error?
Nada de esto fue un error. La investigaci贸n de la Fiscal铆a hace aguas -confunde el nombre del primer ministro con el titular de Econom铆a, Ant贸nio Costa Silva; el juez instructor considera desproporcionada la prisi贸n preventiva; y ni hay pruebas para la acusaci贸n de corrupci贸n, ni de prevaricaci贸n en la concesi贸n de los proyectos energ茅ticos del hidr贸geno verde y la explotaci贸n de litio, s贸lo “indicios de tr谩fico de influencias”- por lo que todos los detenidos est谩n libres.
Corrupci贸n para una dimisi贸n
Se ha conseguido la renuncia de un primer ministro en activo por primera vez en medio siglo de democracia en Portugal. Adem谩s de hacer a帽icos la hist贸rica mayor铆a absoluta del gobierno socialista, elegido hace menos de dos a帽os, y quebrar la estabilidad asociada desde 2015 a Ant贸nio Costa. Su ciclo pol铆tico ha sido sin贸nimo, hasta ahora, de seguridad institucional y respeto internacional. Una trayectoria que lo situaba en todas las apuestas para ocupar puestos de relevancia en la Uni贸n Europea.
¿Todo esto fue un error?
Nada de esto fue un error. La investigaci贸n de la Fiscal铆a hace aguas -confunde el nombre del primer ministro con el titular de Econom铆a, Ant贸nio Costa Silva; el juez instructor considera desproporcionada la prisi贸n preventiva; y ni hay pruebas para la acusaci贸n de corrupci贸n, ni de prevaricaci贸n en la concesi贸n de los proyectos energ茅ticos del hidr贸geno verde y la explotaci贸n de litio, s贸lo “indicios de tr谩fico de influencias”- por lo que todos los detenidos est谩n libres.
Corrupci贸n para una dimisi贸n
Se ha conseguido la renuncia de un primer ministro en activo por primera vez en medio siglo de democracia en Portugal. Adem谩s de hacer a帽icos la hist贸rica mayor铆a absoluta del gobierno socialista, elegido hace menos de dos a帽os, y quebrar la estabilidad asociada desde 2015 a Ant贸nio Costa. Su ciclo pol铆tico ha sido sin贸nimo, hasta ahora, de seguridad institucional y respeto internacional. Una trayectoria que lo situaba en todas las apuestas para ocupar puestos de relevancia en la Uni贸n Europea.
Mediante la “precipitaci贸n” en la operaci贸n sin haber justificado la gravedad de los delitos investigados, la “imprudencia” al no evaluar la proporcionalidad entre los indicios y el impacto causado, poniendo en duda la presunci贸n de inocencia, y su “conversi贸n” en un espect谩culo p煤blico con filtraci贸n a la prensa y la r谩pida salida a la luz de los detalles significativos de la investigaci贸n, se ha dado un golpe bajo.
La l铆nea Trump golpea en Europa
Las elecciones europeas est谩n a la vuelta de la esquina y ser谩n decisivas para los socialistas europeos. M谩s pr贸ximo e inminente est谩 el cierre de los acuerdos para la 煤ltima entrega y condiciones de los Fondos Europeos en cada estado miembro. Junto con S谩nchez en Espa帽a, Portugal era parte del cada vez m谩s reducido grupo de gobiernos europeos encabezados por socialistas. Con el empuj贸n -que no ca铆da- del gobierno portugu茅s -referencia clave por ser el 煤nico que gobernaba con mayor铆a absoluta- se potencia la extrema derecha trumpista en Europa.
Apelativos para degradar pol铆ticamente
A los dirigentes pol铆ticos de Holanda -conocida colonia estadounidense en el seno de la Uni贸n Europea (UE)- les gusta jugar con los calificativos degradantes para atacar a los pa铆ses ib茅ricos. Cuando Ant贸nio Costa y Pedro S谩nchez consiguieron la excepci贸n ib茅rica para el mercado el茅ctrico, los representantes pol铆ticos de Holanda -que se opuso con extrema dureza a la medida- los llamaron “Don Quijote y Sancho”.
Tambi茅n durante las dif铆ciles negociaciones para sacar adelante el fondo de recuperaci贸n espa帽ol, y en los peores momentos de la pandemia, el ministro de Finanzas holand茅s (W. Hoekstra) atac贸 exigiendo la investigaci贸n de las cuentas p煤blicas espa帽olas con el venenoso argumento de que Espa帽a no ten铆a suficiente margen presupuestario. Ante tal ataque, Costa tom贸 partido calificando sus declaraciones de “repugnantes, mezquinas y una amenaza para el proyecto comunitario”.
Recientemente ambos l铆deres defendieron en el Consejo Europeo que la resoluci贸n final de la UE incluyese la petici贸n a Israel de un “alto el fuego humanitario”.
Avances en Portugal
Porque el avance para la mayor铆a social portuguesa ha sido innegable. En unas recientes declaraciones, Francisco Lou莽茫 (uno de los fundadores del Bloque de Izquierda, coordinador y diputado entre 2005 y 2012) ha valorado que el acuerdo “funcion贸, interrumpi贸 la pol铆tica de austeridad. Permiti贸 subir los salarios, crear empleo y evitar el chantaje social, que era la pol铆tica de austeridad. Hubo avances importantes en 谩reas como educaci贸n, el aumento de los salarios m铆nimos y medidas para enfrentar la precariedad de los empleos para los j贸venes. Naturalmente, hubo tensiones en torno a c贸mo administrar el sistema financiero, por ejemplo. Pero, en conjunto, estos cuatro a帽os representaron un cambio pol铆tico importante en Portugal”.
En estos cuatro a帽os, el Gobierno portugu茅s ha logrado reducir el paro -situado en el 6,7%, un m铆nimo hist贸rico- y ha aprobado adem谩s otras medidas progresistas. Tambi茅n ha aprovechado los fondos generados por el boom del turismo y del sector inmobiliario para cuadrar las cuentas del Estado, cuyo d茅ficit se ha reducido del 4,4% al 0,8%.
Sin cuestionar las l铆neas rojas
Aunque se han impulsado medidas para reducir las dificultades econ贸micas de la mayor铆a de la poblaci贸n, se ha continuado con las inyecciones de dinero p煤blico a la banca, la toma de control del capital extranjero de importantes industrias, y evidentemente la participaci贸n de Portugal en las operaciones de la OTAN. Todas ellas fuera del debate pol铆tico.
Sin cuestionar las l铆neas rojas
Aunque se han impulsado medidas para reducir las dificultades econ贸micas de la mayor铆a de la poblaci贸n, se ha continuado con las inyecciones de dinero p煤blico a la banca, la toma de control del capital extranjero de importantes industrias, y evidentemente la participaci贸n de Portugal en las operaciones de la OTAN. Todas ellas fuera del debate pol铆tico.
Eduardo Madro帽al Pedraza