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El colapso del puente de Baltimore expone otros derrumbes de puentes en EE.UU.



Amy Goodman 

La poblaci贸n migrante ha contribuido a construir lo que hoy es Estados Unidos, una realidad que ninguna expresi贸n de racismo o xenofobia puede borrar. Las personas migrantes, entre ellas migrantes menores de edad, trabajan en los campos y en las f谩bricas estadounidenses y con su trabajo le dan impulso a la econom铆a del pa铆s. El martes, bien entrada la noche, un grupo de trabajadores migrantes estaba reparando baches en el puente Francis Scott Key de la ciudad de Baltimore. A la 1:27 de la madrugada, el Dal铆 —un enorme buque de carga de 948 pies de eslora, cargado con aproximadamente 4700 pesados contenedores— experiment贸 una p茅rdida de energ铆a y choc贸 contra la estructura del puente, lo que provoc贸 su colapso. Dos de los trabajadores sobrevivieron al desastre y seis murieron. Solo dos de los cuerpos de las v铆ctimas han sido recuperados de las fr铆as y turbias aguas del r铆o Patapsco.

Las tr谩gicas muertes ocurrieron en un momento en el que Donald Trump y sus aliados de extrema derecha est谩n utilizando el aumento de la migraci贸n hacia Estados Unidos para avivar las divisiones e impulsar la campa帽a presidencial del exmandatario. Apenas unas horas despu茅s del derrumbe del puente, durante una entrevista con el senador republicano del estado de Florida Rick Scott, la presentadora del canal Fox News Mar铆a Bartiromo intent贸 establecer un v铆nculo entre el desastre mar铆timo y la llegada de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos. Bartiromo dijo:

“Me gustar铆a comprender las amenazas o potenciales amenazas que Estados Unidos enfrenta actualmente debido a la pol铆tica de fronteras abiertas y al hecho de que desconocemos qui茅nes est谩n dentro del pa铆s. […] El FBI est谩 investigando […] para asegurarse de que no haya habido ning煤n acto delictivo”.

Este es el mismo tipo de racismo solapado que Trump invoc贸 en 2015 al lanzar su primera campa帽a presidencial, cuando dijo: “Cuando M茅xico nos env铆a a su gente […], esa gente trae drogas, trae cr铆menes. Son violadores”. En un acto de campa帽a que se llev贸 a cabo hace pocos d铆as en el estado de Ohio, Trump continu贸 con su diatriba supremacista. El expresidente se refiri贸 as铆 a las personas migrantes: “No s茅 si ustedes los consideran personas. […] Son animales, y tenemos que detener esto”.

El periodista Maximillian 脕lvarez, editor en jefe del Real News Network, un medio con sede en Baltimore, entrevist贸 a compa帽eros de trabajo de las personas fallecidas. En conversaci贸n con Democracy Now!, 脕lvarez expres贸: “En un momento en el que se habla de nosotros como una horda invasora que viene a destruir el pa铆s, ¿qu茅 nos muestra realmente esta historia? Que los inmigrantes est谩n trabajando por la noche para reparar nuestros baches de modo que encontremos el camino en buen estado para ir al trabajo en la ma帽ana”.

Los seis hombres que murieron mientras realizaban tareas en el puente Francis Scott Key eran trabajadores procedentes de M茅xico, Guatemala, Honduras y El Salvador.

Miguel Luna ten铆a 49 a帽os, trabajaba como soldador y era padre y abuelo. Hab铆a nacido en el departamento de Usulut谩n, El Salvador, una regi贸n que en la d茅cada de 1980 result贸 devastada por las acciones perpetradas por grupos paramilitares y por las Fuerzas Armadas salvadore帽as, que contaban con el respaldo de Estados Unidos. Luna integr贸 el equipo de f煤tbol profesional de Berl铆n, una localidad ubicada en su regi贸n natal. La viuda de Luna, Mar铆a del Carmen, es propietaria de un carro de venta de comida.

Miguel era muy apreciado por su comunidad. Tanto 茅l como otra de las v铆ctimas del derrumbe, Maynor Suazo Sandoval, eran miembros de CASA, una organizaci贸n sin fines de lucro que aboga por los derechos de los migrantes. La organizaci贸n fue fundada en 1986 con el prop贸sito de crear lazos de solidaridad con las personas afectadas por la violencia, respaldada por Estados Unidos, que estaba teniendo lugar en ese entonces en diversos pa铆ses de Centroam茅rica. Luego del accidente, la organizaci贸n CASA escribi贸: “Maynor emigr贸 de Honduras hace m谩s de 17 a帽os, y junto a su hermano Carlos fueron miembros activos del comit茅 activista de Owings Mills. […] Carlos dijo [acerca de su hermano]: 'Siempre estaba lleno de alegr铆a y trajo mucho humor a nuestra familia'. [Maynor] estaba casado y era padre de dos hijos”.

A煤n no se conocen detalles de las otras v铆ctimas que fueron identificadas: Alejandro Hern谩ndez Fuentes, de 35 a帽os, originario de M茅xico; y Dorlian Ronial Castillo Cabrera, un joven de 26 a帽os procedente de Guatemala. Los cuerpos de ambos fueron hallados en el interior de una camioneta que qued贸 sumergida en el r铆o. Otras dos v铆ctimas, que, seg煤n se informa, son tambi茅n de M茅xico y Guatemala, siguen sin ser identificadas por los Gobiernos de sus respectivos pa铆ses.

Millones de personas esclavizadas tambi茅n ayudaron a construir Estados Unidos, un aspecto que vale la pena recordar mientras lloramos la muerte de los migrantes que trabajaban en el puente de Baltimore. El puente lleva el nombre del abogado y poeta aficionado Francis Scott Key. En 1814, mientras observaba c贸mo la Marina brit谩nica bombardeaba el fuerte McHenry, una fortificaci贸n ubicada cerca del lugar donde se construy贸 el puente en la d茅cada de 1970, Key escribi贸 el poema que posteriormente se convertir铆a en el himno nacional de Estados Unidos. El poema consta de cuatro estrofas; la primera de ellas es reconocida mundialmente como el himno nacional estadounidense, titulado “The Star-Spangled Banner” (La bandera tachonada de estrellas). Key era propietario de personas esclavizadas y delat贸 a quienes escaparon de la esclavitud en 1814 para luchar contra Estados Unidos en las filas de las Fuerzas Armadas brit谩nicas, que les promet铆an la libertad a cambio.

“Ning煤n refugio podr谩 salvar al mercenario y al esclavo del terror de la huida o de la oscuridad de la tumba”, escribi贸 Key en su poema. Estas palabras fueron omitidas del himno nacional, a pesar de que, en la versi贸n en ingl茅s, riman perfectamente con la frase “Tierra de los libres y hogar de los valientes”. Quienes tengan la tarea de elegir un nombre para el nuevo puente deber铆an tener en cuenta todo esto.

Las vidas de Miguel y de los otros cinco trabajadores se han visto truncadas, pero el odio hacia las personas migrantes est谩, lamentablemente, m谩s vivo que nunca en Estados Unidos en este a帽o electoral. Las promesas del presidente Biden de abrir r谩pidamente el puerto de Baltimore al comercio contrastan con la ret贸rica de campa帽a, tanto de dem贸cratas como de republicanos, que aboga por “cerrar” la frontera sur a las personas que buscan asilo en Estados Unidos.

“Inmigrantes como Miguel construyen puentes para conectar comunidades, no muros para dividirlas”, escribi贸 la organizaci贸n CASA en honor a Miguel Luna. Ojal谩 que estas palabras inspiren un abrazo de acogida a las comunidades inmigrantes y se conviertan en un himno en torno al cual todos podamos unirnos.

© 2024 Amy Goodman

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