Recientemente me invitaron a un programa de unos supuestos “infulences” muy famosos. He conversado con un par de ellos y me han agotado con sus “WTF (what the fuck) bro”. No saben más de diez palabras en inglés, pero te atomizan con un castellano acribillado de anglicismos. Incluso, cuando no usan palabras en inglés, como “está empoderado”, es “muy resiliente”…
Estoy muy viejo para esas cosas. Les dije que no y quedaron bien cabreados (por usar un peninsularimso). ¿Por qué?
He aceptado conversar antes con gente del mismo género (por un complejo de demócrata, por respeto y obligación a discutir ideas con cualquiera) y debo decir que es una verdadera pérdida de tiempo. Muchos son muchachos que todavía no han salido de la casa de sus padres y se creen con la autoridad moral de darte consejos de cómo ser “exitoso” solo porque saben manejar un teléfono celular y un micrófono enorme que compraron sobrevalorado en alguna góndola de supermercado.
No, ya no más. Empiezo a pensar que a veces hay que dejar de ser amable. Ellos afirman que la Tierra es plana y vos te desgastas explicando por qué crees que no es plana, citando desde los antiguos egipcios hasta Carl Sagan.
―¿Car Sangran?
Craso error. Ese diálogo no sirve para nada. Te hacen perder el tiempo y no hay ningún avance. Estoy pensando ponerme arrogante y empezar a decirles la verdad:
―No muchachos, primero pónganse a estudiar, como alguno de sus vecinos cultos, alguno de esos que ustedes llaman “loser” (perdedor), gente que puede estar tan equiviada como cualquiera de nosotros pero que son un tesoro de conocimiento, no perfectos idiotas ignotrantes buscando desesperadametne ser “Ricos & Famosos”.
Claro que la respuesta no es difícil de imaginar:
―Andá, viejo pelotudo, y vos ¿cuántos seguidores tenés en Instagram?
Hasta aquí que llegué.
―No, muchachos. Primero pónganse a estudiar un poco y luego hablamos. Son jóvenes. Tienen tiempo. No malgasten sus vidas y, sobre todo, no le hagan perder el tiempo gente como yo, a quienes no nos queda mucho tiempo para andar peridiéndolo con pelotudeces.
jorge Majfud, abril 2024
