Por Mauricio Casta帽o H
Historiador
Colombiakr铆tica
La felicidad todos la quieren, todos la buscan, pero ¿porqu茅 tan huidiza, tan esquiva? Muchos dir谩n que el problema no est谩 en quererla si no en que se desea mal, mucho, hasta lo inalcanzable y con ello sobreviene la frustraci贸n. En parte el deseo como b煤squeda o carencia, pero tambi茅n como m煤ltiples devenires. Unos ser谩n afortunados por sus 茅xitos alcanzados, otros por el contrario estar谩n agobiados, abrumados por sus desgracias cosechadas.
Fueron los epic煤reos quienes recomendaron evitar los dolores causados por desear mal y procurarse de los placeres m谩s simples y m谩s puros, los naturales y necesarios a su decir. S贸lo un vaso de agua y algunos higos son los necesarios para el bienestar, huir de la desmesura, de los excesos del glot贸n. Casi que preferir lo m谩s m铆nimo rayando con lo casi nada, ir ligeros de maletas, la levedad se presenta como valor superior.
De por s铆 la existencia conlleva una serie de miserias como la enfermedad y la vejez que disminuye la existencia, hay males evitables, otros no. Es la ataraxia, la ausencia del dolor, adem谩s de la medicina que les procura alivio, est谩n los del esp铆ritu que buscan en la meditaci贸n remediar angustias y tristezas.
Existencia quiere decir estar por fuera, el ser exteriorizado, el yo entregado al afuera, el esp铆ritu sale para reflejarse en la obra realizada con la mano y la herramienta que la auxilia, el pintor, el escultor son algunos ejemplos. El existir es una din谩mica de llenado y vac铆o, uno se procura de cosas deseadas, pero ese vac铆o es permanente, no se sacia. Y mejor es definir la vida como un movimiento perpetuo en sociedad, porque la quietud y el aislamiento matan.
Por ac谩 mismo nos viene la palabra fetiche que es la miniatura simb贸lica que concentra una potencia, un poder de la cosa representada como el amuleto o lo sagrado venerado por sus fieles, es un fabricado que fascina al punto tal de una alucinaci贸n neur贸tica por el objeto deseado y de identificarse con el producto, es una conducta irracional, se trata de sustituir lo imperceptible, lo invisible por un equivalente concreto (Dagognet: Cien Palabras para filosofar, Ed. Piedrarrosetta). El fetiche por su potencia y su miniatura transportable nos tranquiliza. Felicidad y fetiche son dos palabras comunes a la existencia, todo estar谩 en la justa proporci贸n de lo que se desea.

