OPINI脫N
Nuria Su谩rez Hern谩ndez
¿Trump est谩 loco? Esta pregunta recorre cada d铆a los debates ante cada medida del presidente de Estados Unidos. Pero pensar que lo que sucede es fruto del car谩cter de algunos mandatarios nos impide analizar la realidad. En pol铆tica es importante leer cada hecho, gesto o palabra de los gobernantes, como la expresi贸n de un plan, un proyecto y una l铆nea de actuaci贸n programada.
Par茅monos un momento en un hecho reciente: la visita de Meloni a la Casa Blanca. Y valoremos la foto que ha sido portada en los medios en los 煤ltimos d铆as, as铆 como las palabras de Trump sobre la presidenta italiana.
La recepci贸n, aparentemente muy c谩lida, ha estado llena de sonrisas; pero en la imagen que se ha difundido se observa a Meloni por debajo de Trump, no porque tenga menor estatura, sino porque est谩 situada en un plano inferior y en desequilibrio; mientras el presidente de EEUU con un mano la se帽ala con el dedo de forma m谩s bien grosera y con la otra la atrae hacia 茅l como si estuviera saludando a su sobrina y no a una jefa de gobierno. En las declaraciones posteriores Trump dijo “est谩 haciendo un fant谩stico trabajo en Italia y estamos muy orgullosos de ella”, un comentario que la coloca como una persona tutelada.
Esta es la relaci贸n degradante que la actual administraci贸n norteamericana establece con un pa铆s que se ofrece como aliado.
No hace mucho dio la vuelta al mundo la “recepci贸n”, m谩s bien bronca, en la Casa Blanca al presidente Zelensky. En este caso el l铆der de un pa铆s que no se pliega a los planes que para Ucrania han trazado entre Rusia y EEUU. Trump intent贸 humillarlo, criticando incluso su vestuario y hacerle una “encerrona” en el Despacho Oval retransmitida a todo el mundo. No lo consigui贸, Zelensky no baj贸 la cabeza en ning煤n momento.
Estos dos ejemplos expresan el tipo de hegemon铆a que la administraci贸n Trump intenta imponer. Quieren establecer una “dictadura mundial”, en la que EEUU no tenga que reconocer ninguna legalidad, ni a ning煤n organismo internacional. Para el actual gobierno yanqui no debe haber relaciones de alianza entre pa铆ses, s贸lo hay vasallos.
En coherencia con este camino Trump ha elegido jugar sus cartas, con dos criminales de guerra: Putin y Netanyahu. Israel juega un papel fundamental como su gendarme en Oriente Medio y perpetra un genocidio en Gaza. Rusia aumenta la presi贸n sobre Europa, empezando por la invasi贸n de Ucrania. Dif铆cil encontrar un tr铆o que despierte tanta aversi贸n.
Pero una cosa es cu谩les son los objetivos del gobierno de Estados Unidos y otra es la realidad. Quieren someter el comercio mundial con sus aranceles, pero ya un 70% de las mercanc铆as en nuestro planeta se intercambian sin la participaci贸n de Estados Unidos. Quieren dominar la econom铆a mundial, pero representan s贸lo el 25% del PIB global, mientras los BRICS suponen el 36%. Quieren dividir a los pueblos para imponer sus intereses, pero cada vez son m谩s los pa铆ses que no aceptan sus imposiciones. Hasta el presidente de Canad谩, hace poco un socio muy cercano, ha declarado que su relaci贸n hist贸rica con EEUU “se acab贸”, mientras el Reino Unido tambi茅n se acerca a la Uni贸n Europa.
Aunque la pol铆tica de Trump sea extremadamente contraria a la paz y a los intereses de los pueblos (como vemos en Palestina y Ucrania), sea enemiga de los derechos humanos, y da帽ina para el comercio mundial, esta agresividad es un signo de debilidad. Cuando se necesita imponer una dictadura es porque el poder est谩 puesto en cuesti贸n. A esto responde la pol铆tica de Trump.
Nuria Su谩rez Hern谩ndez. Portavoz de Recortes Cero
![]() |
El presidente de EEUU, Donald Trump recibe a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el 17 de abril en la Casa Blanca. Will Oliver. EFE / EPA |
Par茅monos un momento en un hecho reciente: la visita de Meloni a la Casa Blanca. Y valoremos la foto que ha sido portada en los medios en los 煤ltimos d铆as, as铆 como las palabras de Trump sobre la presidenta italiana.
La recepci贸n, aparentemente muy c谩lida, ha estado llena de sonrisas; pero en la imagen que se ha difundido se observa a Meloni por debajo de Trump, no porque tenga menor estatura, sino porque est谩 situada en un plano inferior y en desequilibrio; mientras el presidente de EEUU con un mano la se帽ala con el dedo de forma m谩s bien grosera y con la otra la atrae hacia 茅l como si estuviera saludando a su sobrina y no a una jefa de gobierno. En las declaraciones posteriores Trump dijo “est谩 haciendo un fant谩stico trabajo en Italia y estamos muy orgullosos de ella”, un comentario que la coloca como una persona tutelada.
Esta es la relaci贸n degradante que la actual administraci贸n norteamericana establece con un pa铆s que se ofrece como aliado.
No hace mucho dio la vuelta al mundo la “recepci贸n”, m谩s bien bronca, en la Casa Blanca al presidente Zelensky. En este caso el l铆der de un pa铆s que no se pliega a los planes que para Ucrania han trazado entre Rusia y EEUU. Trump intent贸 humillarlo, criticando incluso su vestuario y hacerle una “encerrona” en el Despacho Oval retransmitida a todo el mundo. No lo consigui贸, Zelensky no baj贸 la cabeza en ning煤n momento.
Estos dos ejemplos expresan el tipo de hegemon铆a que la administraci贸n Trump intenta imponer. Quieren establecer una “dictadura mundial”, en la que EEUU no tenga que reconocer ninguna legalidad, ni a ning煤n organismo internacional. Para el actual gobierno yanqui no debe haber relaciones de alianza entre pa铆ses, s贸lo hay vasallos.
En coherencia con este camino Trump ha elegido jugar sus cartas, con dos criminales de guerra: Putin y Netanyahu. Israel juega un papel fundamental como su gendarme en Oriente Medio y perpetra un genocidio en Gaza. Rusia aumenta la presi贸n sobre Europa, empezando por la invasi贸n de Ucrania. Dif铆cil encontrar un tr铆o que despierte tanta aversi贸n.
Pero una cosa es cu谩les son los objetivos del gobierno de Estados Unidos y otra es la realidad. Quieren someter el comercio mundial con sus aranceles, pero ya un 70% de las mercanc铆as en nuestro planeta se intercambian sin la participaci贸n de Estados Unidos. Quieren dominar la econom铆a mundial, pero representan s贸lo el 25% del PIB global, mientras los BRICS suponen el 36%. Quieren dividir a los pueblos para imponer sus intereses, pero cada vez son m谩s los pa铆ses que no aceptan sus imposiciones. Hasta el presidente de Canad谩, hace poco un socio muy cercano, ha declarado que su relaci贸n hist贸rica con EEUU “se acab贸”, mientras el Reino Unido tambi茅n se acerca a la Uni贸n Europa.
Aunque la pol铆tica de Trump sea extremadamente contraria a la paz y a los intereses de los pueblos (como vemos en Palestina y Ucrania), sea enemiga de los derechos humanos, y da帽ina para el comercio mundial, esta agresividad es un signo de debilidad. Cuando se necesita imponer una dictadura es porque el poder est谩 puesto en cuesti贸n. A esto responde la pol铆tica de Trump.
Nuria Su谩rez Hern谩ndez. Portavoz de Recortes Cero