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Putin y las mujeres

Mujeres sabias y brujas

Teresa Moll谩 Castells 

Hace unos d铆as nos enteramos de las pretensiones de Putin con respecto a las mujeres. Por lo visto y seg煤n las informaciones que escuch茅 “no le salen los n煤meros con respecto a la natalidad” y, por tanto, no le salen los n煤meros para futuros combatientes.

Una de sus primeras medidas para combatir este “problema” ha sido la prohibici贸n de las pel铆culas y las series en donde las mujeres hablen de la posibilidad de no tener hijos. As铆, sin m谩s. O sea, y de nuevo a las mujeres se nos reduce al papel de madres y, supongo, que de esposas sin otra aspiraci贸n en la vida que la de reproductiva y la crianza. Y en la fase reproductiva, cu谩ntos m谩s hijos se traigan al mundo mejor.

Es una caracter铆stica propia de las dictaduras del siglo XX y por lo que se puede comprobar, tambi茅n en las del XXI.

Tanto Hitler, como Franco o Stalin promovieron las familias numerosas dentro de su pol铆tica de natalidad con diferentes fines, pero desde el mismo punto de partida: las mujeres en casa y dedicadas a parir y criar.

Como es obvio, al impedir a las mujeres el trabajo extrafamiliar y que fuera el var贸n el 煤nico sustentador de las familias, la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres aumenta exponencialmente, puesto que se priva a las mujeres de la posibilidad del acceso a un puesto de trabajo asalariado, y por tanto de su crecimiento profesional.

Esto influye, por supuesto en los valores de protecci贸n a la familia en el del papel de las mujeres dentro del orden social: se las “invita” a ser madres por encima de personas libres. Y dentro de ese papel a quedarse en casa criando a ser profesionales en los distintos campos.

Lo mismo hizo el dictador Franco cuando en su “Fuero del trabajo” mandat贸 que las mujeres se quedaran en los hogares “liber谩ndolas del taller y de la f谩brica” y, por tanto, oblig谩ndolas a parir “tantos hijos como Dios mandara” para dar m谩s mano de obra barata para el capital.

Putin, adem谩s ha declarado (como era imaginable) la guerra a los anticonceptivos, eliminando de un plumazo la libertad de las mujeres sobre su propio cuerpo y su placer libre de maternidades no deseadas. Patriarcado en estado puro: El jefe del Estado o pater imponiendo a las mujeres c贸mo han de vivir y comportarse para ser aceptadas por el mismo.


         Adem谩s “invita” a las m谩s j贸venes a adelantar la maternidad con el fin de que su edad f茅rtil sea mejor aprovechada y de ese modo puedan tener m谩s hijos. Todo un dechado de medidas para que las mujeres no puedan no ser libres, ni puedan tener ingresos propios por lo que pasan a ser dependientes econ贸micamente de los padres de sus criaturas.

Como vemos, los dirigentes de los estados autoritarios intentando a trav茅s del control de la natalidad, mandatar sobre los cuerpos de las mujeres. O, ¿Acaso se nos han olvidado las pol铆ticas de esterilizaciones forzosas de la etapa de Fujimori en Per煤? O ¿las de China con la de hijo 煤nico a ser posible var贸n y que tuvo como consecuencia el asesinato de millones de ni帽as al nacer, solo por haber nacido ni帽as? O ¿Las de Israel y Palestina fomentando la natalidad a todas horas para tener m谩s combatientes disponibles para su eterna guerra? Aunque en este 煤ltimo caso en la actualidad se trata de un claro genocidio.      

En todos los casos nombrados se podr铆a definir como el cuerpo de las mujeres como campo de batalla, porque en definitiva se trata de eso, de conquistar los cuerpos de las mujeres para utilizarlos como vasijas en las que engendrar m谩s hijos para combatir en los campos de batalla, O para ser violentados por los vencedores y, de ese modo, humillar a los vencidos.

En cualquier caso y volviendo al caso de Putin, las medidas que ha adoptado y sigue adoptando con el objetivo de fomentar la natalidad consiguen como segundo objetivo expropiar a las mujeres de su libertad al acceso a su propio cuerpo para decidir una maternidad (o no) con libertad expresa. Como cualquier r茅gimen autoritario que se precie de serlo. Y, de paso, hacer evidente que, para 茅l, las mujeres son personas de segunda categor铆a, por mucho que se empe帽e en ensalzar lo contrario.

Cordialmente,

Teresa





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