OPINIÓN de Katarzyna Bielińska-Kowalewska .- En Polonia, la ley del aborto es una de las más restrictivas de la Unión Europea, la educación sexual no existe y la contracepción es cara y difícil de obtener porque en muchos casos se precisa receta médica. Según una ley de 1993, el aborto solo está permitido en tres supuestos: si el embarazo pone en peligro la vida o la salud de la madre; si hay un alto grado de probabilidad de malformación o enfermedad graves del feto, confirmada por un examen prenatal; o si el embarazo es resultado de un delito (violación, incesto o pedofilia). Si no concurre uno de estos supuestos, el aborto se considera un delito. Un médico o cualquier persona que ayude a una mujer a abortar, aunque sea su pareja, un familiar o un amigo, podrá ser condenada a tres años de cárcel. La mujer que ha abortado no es procesada. Durante más de 20 años, esta ley sumamente restrictiva ha sido calificada de “compromiso” por parte de políticos conservadores, liberales y socialdem...