OPINIÓN de Rosa María Artal.- Es la noticia del día: la defenestración de Pedro J. Ramírez de la dirección del periódico El Mundo. Casi cada español tiene opinión sobre el caso. La mía atiende a dos vertientes: él como periodista y las razones de su destitución. Creo que Pedro J. ama el periodismo y sabe qué hacer con él, la pena es que su personalidad le inclinara en muchas ocasiones más a usar el periodismo que a practicarlo. Para mí, una sola vez que eso ocurre invalida todo. Haber manipulado a un sector poco avezado de la opinión pública para vender periódicos y apoyar las mentiras de Aznar en el 11M le restó toda credibilidad. Es tan sensible la credibilidad que puede costar una vida construirla y luego se rompe como el cristal, a la mínima. Ahora bien, puestos a elegir entre los mamporreros que devastan hoy los medios, al menos Pedro J. es inteligente y sabe qué es una noticia. En el caso de algunos de sus colegas que permanecen, lo dudo. Enfrascados en la manipulación ya no