OPINIÓN Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya Perdónenme mis amigos y los lectores que se hayan querido asomar al contenido de estas letras por el testimonio de dolor e indignación que siento a la hora de dar testimonio de mis sentimientos. Cada día cuando sentado en el sofá de mi casa miro atentamente la televisión para conocer las últimas noticias que con tanta persistencia nos ofrece la corrompida actividad política del país, hay un momento en que pierdo los estribos y sin poderlo evitar increpo de viva voz a los soldados israelíes que, con sus armas asesinas, están causando tanto dolor injustificado a miles y miles de seres inocentes. Muchas veces hemos oido decir en la Facultad de Periodismo que “una imagen vale más que un millar de palabras”. Pero eso era antes. Cuando la televisión no existía. Hoy en día no es necesario contemplar fotografías para ver decenas de cadáveres de ancianos, hombres. mujeres y niños inocentes llenand...