Se podrá contemplar hasta el 24 de febrero de 2013
EL SALERO - JAZZ -
La Biblioteca Nacional de España acoge la exposición 'El ruido alegre del jazz', un recorrido por las principales etapas de este género musical, su evolución en España y la influencia del jazz estadounidense.
Esta mañana se ha presentado en rueda de prensa en la Sala Hipóstila de la Biblioteca Nacional de España la exposición "El ruido alegre. Jazz en la BNE", con la intervención de Glòria Pérez-Salmerón, directora de la Biblioteca, Jorge García, comisario de la muestra, y Kate Byrnes, consejera de Cultura, Educación y Prensa de la Embajada de los Estados Unidos de América en España.
Pérez-Salmerón recordó que “la Biblioteca Nacional comenzó el recorrido de su Tricentenario en diciembre del 2011 con una exposición que reunía nuestras obras más representativas, y con esta muestra sobre el jazz cerramos las exposiciones del Tricentenario, presentando nuestra excelentes fondos musicales. La BNE guarda en sus depósitos y en la Sala Barbieri una extraordinaria colección, no solamente de partituras y de libros que hablan sobre música, sino, además, registros sonoros, todo tipo de soportes, como cilindros de cera, discos de pizarra… o los aparatos para reproducir estos sonidos. En esta exposición que se inaugura hoy se muestra el jazz desde muchas facetas, con muchas tipologías distintas de materiales, porque la Biblioteca tiene unos materiales tan distintos, que no dejan de ser contenidos. La BNE, más allá de los formatos y de sus elementos físicos, lo que tiene son contenidos. Le damos larga vida a la institución después de estos 300 años”.
Desde este miércoles y hasta el próximo 24 de febrero podrá visitarse esta muestra, organizada en colaboración con la embajada de Estados Unidos, en la que la historia se convierte en el hilo conductor, aunque el impacto visual y la calidad gráfica será el principal criterio en la selección de las piezas.
Entre los documentos se encuentran carteles, partituras, anuncios, libros, periódicos, revistas, programas de mano, fotografías, discos y casetes.
Además, podrá observarse la recepción que dieron al jazz el humor gráfico, a través de los ilustradores de las primeras décadas del siglo; las vanguardias intelectuales, que acogieron el jazz como una manifestación más de la vida urbana moderna, y le dedicaron ensayos y poemas, y las crónicas de sociedad y sus correspondientes fotografías, preocupadas sobre todo por las modas y los nuevos hábitos culturales.
Ilustradores, publicistas y cartelistas también vieron un filón en la estética del jazz y lo aplicarán a la venta de diversos productos. Ese interés alcanza igualmente al ámbito de la literatura, donde foxtrot, shymmy, charlestón y jazz se convierten en señales de un estilo de vida desprejuiciado, característico de la nueva juventud.
La música grabada, en todas sus manifestaciones, desde el rollo de pianola hasta el disco compacto,, ha permitido conservar testimonios del jazz hecho en España a lo largo ya de un siglo, y la muestra recogerá también algunas de las piezas más significativas de esta faceta de nuestro jazz.
EL SALERO - JAZZ -La Biblioteca Nacional de España acoge la exposición 'El ruido alegre del jazz', un recorrido por las principales etapas de este género musical, su evolución en España y la influencia del jazz estadounidense.
Esta mañana se ha presentado en rueda de prensa en la Sala Hipóstila de la Biblioteca Nacional de España la exposición "El ruido alegre. Jazz en la BNE", con la intervención de Glòria Pérez-Salmerón, directora de la Biblioteca, Jorge García, comisario de la muestra, y Kate Byrnes, consejera de Cultura, Educación y Prensa de la Embajada de los Estados Unidos de América en España.
Pérez-Salmerón recordó que “la Biblioteca Nacional comenzó el recorrido de su Tricentenario en diciembre del 2011 con una exposición que reunía nuestras obras más representativas, y con esta muestra sobre el jazz cerramos las exposiciones del Tricentenario, presentando nuestra excelentes fondos musicales. La BNE guarda en sus depósitos y en la Sala Barbieri una extraordinaria colección, no solamente de partituras y de libros que hablan sobre música, sino, además, registros sonoros, todo tipo de soportes, como cilindros de cera, discos de pizarra… o los aparatos para reproducir estos sonidos. En esta exposición que se inaugura hoy se muestra el jazz desde muchas facetas, con muchas tipologías distintas de materiales, porque la Biblioteca tiene unos materiales tan distintos, que no dejan de ser contenidos. La BNE, más allá de los formatos y de sus elementos físicos, lo que tiene son contenidos. Le damos larga vida a la institución después de estos 300 años”.
Entre los documentos se encuentran carteles, partituras, anuncios, libros, periódicos, revistas, programas de mano, fotografías, discos y casetes.
Además, podrá observarse la recepción que dieron al jazz el humor gráfico, a través de los ilustradores de las primeras décadas del siglo; las vanguardias intelectuales, que acogieron el jazz como una manifestación más de la vida urbana moderna, y le dedicaron ensayos y poemas, y las crónicas de sociedad y sus correspondientes fotografías, preocupadas sobre todo por las modas y los nuevos hábitos culturales.
Ilustradores, publicistas y cartelistas también vieron un filón en la estética del jazz y lo aplicarán a la venta de diversos productos. Ese interés alcanza igualmente al ámbito de la literatura, donde foxtrot, shymmy, charlestón y jazz se convierten en señales de un estilo de vida desprejuiciado, característico de la nueva juventud.
La música grabada, en todas sus manifestaciones, desde el rollo de pianola hasta el disco compacto,, ha permitido conservar testimonios del jazz hecho en España a lo largo ya de un siglo, y la muestra recogerá también algunas de las piezas más significativas de esta faceta de nuestro jazz.
