OPINIÓN de Amy Goodman La semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vetó el proyecto de Ley de Autorización de Defensa Nacional, que establece el presupuesto anual del Pentágono, y generó un gran malestar en el Congreso. El enorme presupuesto de Defensa implica una monstruosidad de 740 mil millones de dólares y 4.500 páginas, que desvía grandes cantidades de los escasos recursos públicos para lo que el expresidente republicano Dwight Eisenhower denominó “el complejo industrial-militar”. Las razones de Trump para vetar el proyecto incluyen la negativa del Congreso a revocar una ley comúnmente conocida como Sección 230, considerada clave para proteger la libertad de expresión en Internet por organizaciones como la Fundación Frontera Electrónica y Free Press. Trump también se opone a cambiarle el nombre a las bases militares bautizadas en honor a generales confederados que lucharon por el sur durante la guerra civil estadounidense. Sin embargo, la anulación por parte d