OPINIÓN de Amy Goodman El proceso para llevar a cabo un segundo juicio político contra el presidente Donald Trump fue rápido y enérgico. Se produjo solo una semana después de que Trump incitara un violento ataque de supremacistas blancos contra el Capitolio de Estados Unidos, que dejó cinco muertos, incluido un oficial de policía del Capitolio. Los relatos de varias congresistas de color reflejan el caos del momento y los muchos peligros que enfrentaron. Norma Torres, representante demócrata por el distrito sur de Los Ángeles, brindó su testimonio en una reunión del Comité de Reglas de la Cámara de Representantes esta semana: “Yo fui una de las doce personas que quedaron atrapadas en la galería de la Cámara de Representantes. Escuché el disparo. Vi el humo del gas lacrimógeno que había sido lanzado y a un oficial sin equipo de protección enfrentarse a una multitud furiosa justo afuera de la Cámara. Respondí la llamada telefónica de mi hijo, Christopher. La llamada duró 27 segundos. Tod