Por Carlos Tena Mi fuerte no es la economía. Eso lo sabe hasta mi vecina del primero, cuando calculamos juntos lo que cada mes nos roban las empresas de energía eléctrica. Y siempre es ella la que tiene razón a la hora de los números. Sin embargo, debo comentar algo contrito los malos datos que llegan desde diferentes círculos financieros, indicando la proximidad de un vendaval que podría precipitar otra caída más en los mercados. Vamos a tener una primavera ventosa, seguida de un largo y cálido verano. Parece que los inversionistas, decepcionados por las estadísticas y expectativas americanas, aguardan los informes pertinentes de la agencia económica Moody’ s en lo que concierne a USA, España y a Grecia, lo que ya ha provocado que José Luís Rodríguez Zapatero salga a la palestra desmintiendo la debacle que se avecina, a pesar de sus cejas. La tensión en Europa no cesa. Las opiniones se dividen en un ambiente cercano al “Sálvese quien pueda”, porque las sombras de nuevas refor